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Hola! este blog esta creado para todas aquellas personas que como yo, adoran leer hasta madrugar con la compañia de un café con leche, bienvenidos al lugar donde le doy rienda suelta a las locuras e incoherencias que habitan en mi cerebro, las compartire con ustedes para que se contagien y le pongan a sus vidas un toque de excentricidad. Les advierto que el contenido de este blog posee escenas sexuales y lenguaje del mismo índole. Asi que estan advertidos queridos lectores.




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martes, 22 de noviembre de 2011

Placeres Oscuros: Capitulo 10: Discordia.



Placeres Oscuros

Los personajes no me perteneces, son de Stephenie Meyer, pero la trama es de mi invención.

Él es el Rey de su raza, y no desea ser atado a nadie, esta dispuesto a asesinar para conservar su libertad, pero inevitablemente se verá atado a ella mediante una fuerte conexión que atenta contra sus propias leyes, y contra su rebelde alma. ¿Que hará? ¿Podrá asesinar a aquella mujer que amenaza con destruir su independencia? ¿Que incluso amenaza con acabar con su reino?

Capitulo 10: Discordia.

- ¡Yo puedo darte hijos! Todos los que quieras, ella no puede. – Insistía Leah al borde de la desesperación – ¡entiéndelo! ¡Pondrás en peligro tú propio reino por culpa de esa maldita humana!, en cambio, ¡conmigo no tendrás nada que arriesgar!

Los invitados de la fiesta del día anterior paseaban por todo el castillo disfrutando de los hermosos alrededores, algunos hacían picnic en las áreas verdes y otro grupo iba de paseo a caballo, para conocer las bellas extensiones del terreno.

Leah llevaba un día entero insistiéndole a Jacob sobre el asunto del rompimiento del lazo, y Renesmee se pasaba el día persiguiéndolos a escondidas para saber cuales eran con exactitud, las intensiones de Leah.

 - No tengo nada que decirte Leah, ya hemos hablado lo suficiente de esto.

- ¿Y ella?

- ¿Ella que?

- ¿Crees que ella vivirá su mugrosa vida de humana sin pensar en tener hijos? ¿piensas quitarle esa opción?

Jacob la miraba con intensidad, la duda se reflejo en sus negros ojos, y su cuerpo permanecía tenso.

Leah se relajo al notar que sus palabras surtían efecto en Jacob.

- Que egoísta eres. – Le espeto con maldad.

- No la estoy obligando – se defendió él.- ella puede dejarme cuando quiera, no la forzare a nada.

- Pero esta atada a ti, no puede amar a nadie más. – Leah decidió meter un poco más el dedo en la llaga. - Así es la vida Jacob, todo tiene un ciclo, nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Las mujeres humanas no se sienten realizadas si no tienen hijos. Esta relación les afectara en unos años, ella se sentirá frustrada y poco a poco la obligaras a que busque por otros medios tener hijos, ya sabes a que me refiero. - le susurro con malicia. - Te engañara…

- ¿Como estas tan segura? – le pregunto él sintiendo como el miedo se apoderaba de él. Si tal cosa sucediera, el simplemente moriría de pena.

- Es obvio, como ya te dije, la vida tiene un ciclo.

- ¡No todos nos regimos por ese ciclo!

- ¡Por supuesto! – Comento emocionada - Los vampiros como tu y como yo no lo hacen, por eso debes estar conmigo, déjala ir Jacob, deja a la humana.

- Ella no me engañaría.

- ¿Como estas tan seguro de eso?

Jacob no respondió, el mal humor se estaba apoderando de él, todos esos días con Renesmee habían sido como un sueño en el cual el no había tenido memoria, pero entonces había regresado Leah para recordarle toda la humillación que alguna vez había vivido, al ser engañado y traicionado por Elizabeth, la esposa de su padre, ella le había hecho creer que seria padre, para luego confesarle que le había mentido, no podría vivir de  nuevo algo así, y mucho menos ahora, que estaba tan unido a Renesmee, que le había entregado su corazón, seria una tragedia.

Renesmee estaba tensa, todas esas discusiones la ponían nerviosa, temía que en cualquier momento Jacob se rindiera y tomara la decisión de abandonarla e irse con Leah, o peor, temía que cuando se enterara lo de su embarazo la rechazara y saliera corriendo a los brazos de la ofrecida esa.

- Solo lo sé. -  contesto algo nervioso y Leah lo noto, lo que le produjo una gran satisfacción.

Renesmee no lo soportaba mas, tenia que hacer algo, no podía permitir que Leah le siguiera llenando la cabeza de cucarachas a Jacob, ¡ya había sido suficiente con un día entero!

- Jacob – Renesmee salio casualmente detrás de la puerta de una de las habitaciones del pasillo en el que se encontraba. Fingió que se sorprendía al ver a Jacob, para evitar cualquier sospecha de expiación.

Jacob se veía algo alarmado e incomodo, y apresuradamente se acerco a ella, Leah  aprovecho el momento para dedicarle una mirada de odio a Renesmee, ya que ella le había interrumpido el único momento que tenia de hablar con el Rey.

- ¿Que hace ella aquí? – le pregunto Renesmee a Jacob sin ocultar la evidente molestia que le causaba verlo con su ex amante.

- Renesmee vamos a otro lugar – le pidió Jacob con delicadeza mientras la tomaba de la cintura y la halaba un poco para salir de allí.

- ¿Ella va a quedarse? – volvió a preguntar pero esta vez incrédula e indignada a la vez.

- Ahora te crees la dueña de este castillo como para decidir quien se queda y quien se va. – se río con sarcasmo.

- Considero un insulto su presencia en este castillo señora, y mas aun ahora que he notado que no deja de perseguir a Jacob.

- No es asunto tuyo lo que hablo o dejo de hablar con el Rey.

- Jacob, ¿dejaras que se quede aquí? – ella dirigió sus ojos al rostro de Jacob.

- Renesmee hablemos de esto en otro lado.

Un grupo de personas entraba al castillo con cierto alboroto, risas y charlas, al parecer venían de pasear a caballo por los terrenos del castillo.

- Espero que consideres lo que te he propuesto Jacob – Leah lo miro de arriba abajo y le sonrío, eso molesto a Renesmee aun mas, “Perra”, pensó.

Renesmee se zafo de los brazos de Jacob con ira, ¿como era posibles que le permitiera a aquella mujer hacer lo que se le diera la gana?, ¿es que acaso aun sentía algo por ella?, ¿sentiría aun alguna especie de debilidad por ella? ¡Maldición!

- ¿Renesmee que te ocurre? – pregunto Jacob mientras la seguía por el corredor del solitario segundo piso, lejos de la gente.

- ¿Que me ocurre? – se detuvo, y lo encaro, estaba bastante molesta con Jacob – ¿como puedes preguntarme que me ocurre?, sabes muy bien que es lo que me ocurre.

- No lo se con exactitud, solo estaba charlando con Leah…

- ¡Si claro! Solo charlaban, desde ayer te he visto con ella, ¿que es lo que tanto tienes que charlar con tu ex amante?

- No es lo que estas pensando, no hacemos nada malo.

- ¿Porque vino? ¿Para que?

- No lo se Renesmee… - contesto él peinándose nerviosamente el cabello.

- Ella debe irse.

- Pero… no puedo echarla. – le dijo algo frustrado.

- ¿Porque no?

- Porque es parte de la comunidad vampirica, el resto de los invitados se enterarían de una u otra forma y lo considerarían un insulto.

- Al diablo la comunidad vampirica, esa mujer no sabe lo que significa el respeto, ¡es una zorra!

- ¡Renesmee por favor basta!, solo… ignórala. – comento exasperadamente.

- ¿Ignórala? – la incredulidad se apodero de ella de nuevo. – ¿me estas hablando en serio?

- Si Renesmee, hablo en serio.

Ella se le quedo mirando con los ojos muy abiertos, estaba insoportablemente indignada, aquello no podía ser cierto, ¿como es que a él le daba igual lo que ella sintiera? ¿Por qué tenia que aguantarse a esa cretina?

- Te esta poniendo en mi contra. – se sincero ella, no podía seguir escondiendo que había escuchado algunas conversaciones entre ellos.

Jacob se paralizo, la miro con sorpresa,  y luego le dio paso a la rabia.

- ¿Nos has estado espiando? – le pregunto mirándola con el seño fruncido, la sospecha de que ella podría haberlo estado espiando le molestaba enormemente, y Renesmee palideció ante el pequeño asomo de ira que destellaba en sus ojos, ¿Por qué le enojaba tanto?

- Si. – dijo secamente mientras sus ojos se humedecían. A Jacob una vena de la sien se le marco con profundidad, esta palpitaba visiblemente, su mandíbula había adoptado cierta tensión que se manifestaba en la rigidez de los músculos de su cara.

- No me gusta que me espíen – le dijo Jacob fríamente. – No debiste hacerlo. - . Renesmee no podía creer que fuera tan importante para él tener algún tipo de privacidad con Leah, y mucho menos mantener secretos con ella, sobretodo un secreto que revelaba como romper el lazo, Jacob nuevamente volvía a ponerla en su lugar, donde merecía estar una simple humana pobre como ella.

- ¿Acaso tienes algún secreto importante con ella? – le pregunto viéndolo con toda la fortaleza que logro reunir, pues Jacob era la viva imagen de la frialdad y la ira, él simplemente era atemorizante, y eso a ella lejos de asustarla, le dolía.

- ¿Que oíste? – le pregunto en un quedo susurro, Jacob ahora mostraba cierto temor en sus ojos.

- Nada.

- ¡¿Que oíste?! – le grito y Renesmee se aterrorizó, Jacob parecía estar a punto de atacar a alguien. Pero inmediatamente él se arrepintió de haberlo hecho. Renesmee había comenzado a retroceder para alejarse de él, un posible ataque no solo la dañaría a ella, también dañaría a su bebé, y eso jamás se lo podría perdonar.

- Renesmee. -  la llamo con ira contenida, pero no hacia ella, se odiaba a si mismo, por  no haber sido mas cuidadoso, la sola idea de que ella supiera de lo del rompimiento del lazo, y ese ser llamado Tenebrae, le ponía los pelos de punta, ella no le había dicho nada, y no saber que información manejaba ella, lo frustraba, tenia que saber, odiaría que huyera de nuevo del castillo.

Renesmee se había ido, dejándolo solo en el silencioso pasillo, con su miserable disculpa no manifestada, aquella que tenia atascada en la garganta, pero podía soportarlo, siempre y cuando ella estuviera bajo su mismo techo, podría soportarlo.

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Eran las 8:00 de la noche, y los invitados caminaban por el castillo, muy emocionados por el paseo que habían disfrutado todo el día, los elegantes sirvientes estaban apostados en la entrada del majestuoso comedor para guiar a la gente, la cena estaba lista, y los invitados ya se habían aseado y vestido para la ocasión,  el comedor era enorme, la mayoría de los objetos que allí se encontraban, como candelabros, sillas, cubiertos, entre otros adornos, eran de oro.

Las hermosas esculturas de mármol  le daban un glamoroso aire a la estancia, que además gozaba de una fuente con agua, al fondo de la habitación, dentro habían verdaderos cisnes blancos, que nadaban pacíficamente en la superficie del estanque que presumía alegres luces de colores, el agradable sonido de la caída del agua era música relajante para Renesmee, quien procuraba distraer su afligida mente en cualquier otra cosa que no fuera Jacob y la “vampi-perra”.

- Como te decía querida el verano seria adecuado para… - Renesmee oía las conversaciones como si estuviera a kilómetros de la gente, la ira hacia que los oídos le zumbaran, todo el día había sido un desastre, después de la discusión con Jacob, en el que había defendido a Leah, y no conforme con eso le había gritado, ella se había ido a su habitación a llorar como una idiota, y  tenia la esperanza de que él la fuera a buscar para pedirle disculpas, pero no lo hizo.

Sin embargo aquello quizás habría podido pasarlo sin tantas molestias, pero lo que acaba de ocurrir hacia unos minutos era imperdonable.

Tratando de ocultar la hinchazón de sus ojos, con algo de maquillaje Renesmee había bajado al comedor por petición de Sara, pues era la hora de la cena.

Se sorprendió al ver toda la gente en el comedor, pues esperaba cenar como siempre lo hacían, íntimamente, Sara, Jacob y ella, pero había olvidado que habían invitados en el castillo y obviamente estos los acompañarían esa noche.

Al entrar por la puerta del comedor, algunas personas la miraban con la acostumbrada molestia y desagrado que les causaba su andar, ella los ignoro.

Por un segundo cruzo sus ojos con los de Jacob, quien esperaba ansioso su llegada. Al notar su enrojecida y triste mirada se sintió como una bazofia, pero enseguida recupero su animosidad, al recordar que para aquella noche tenia pensado por fin presentarla ante todos como su mujer, y futura esposa, y de ese modo se acabarían los malos entendidos sobre con quien él deseaba estar, Leah terminaría de comprender que no quería regresar con ella, y Renesmee y él  estarían felices de una vez por todas.

En la alargada mesa de madera enchapada en oro, estaban ya sentadas todos los invitados, Jacob se encontraba en la cabecera de la mesa, y Sara en la cabecera del otro extremo. Al lado de Jacob había una silla vacía, obviamente era su lugar, camino hacia allí con pasos lentos y seguros, pero entonces sintió como un frío se apoderaba de su cuerpo por la impresión de lo que veía, observo como Leah caminaba apresuradamente y mas rápido que ella hacia la mesa, justo al lado de Jacob, la miraba con una media sonrisa de burla  mientras se sentaba en la silla que se suponía era su sitio, Leah le había quitado el lugar apropósito,  y su estomago sufrió un espasmo de dolor al ver que Jacob la miraba avergonzado y no hacia nada para sacarla de allí.

Renesmee se giro y camino hacia el otro extremo de la mesa, donde se encontraba Sara, se sentó a su lado, muy lejos de Jacob, con la rabia brotando de su cuerpo, se obligo a no derramar ni una sola lágrima, no lo merecía. Nadie había notado la situación, pues la gente pensaba que ella era una simple humana cualquiera, que estaba allí quizás por lastima.

Al sentarse en su silla escucho casualmente la conversación entre dos jóvenes que estaban justo a su lado.

- Siempre supe que ente el Rey y la viuda Clearwater había algo. – decía animosamente la risueña joven de cabellos negros, a su amiga, una pelirroja muy pecosa.

- Hacen bonita pareja. – respondió esta pestañeando mucho.

- Si, pero ella es una arpía, ya sabes, todos sus maridos han muerto, y curiosamente ella cada vez se hace mas rica.

- De igual forma al Rey parece gustarle su compañía. – aseguro la pecosa.

Renesmee tenia ganas de salir corriendo de allí, cuando vio a Leah desde lo lejos posar delicadamente su manos sobre la de Jacob, girar su rostro hacia ella con una gran sonrisa para asegurarse que Renesmee la veía, sin embargo la satisfacción no tardo en llegar cuando tímidamente Jacob la retiro, rompiendo el contacto, para tomar una copa y beber algo de vino.

Leah ignoro el gesto, y siguió hablando, para llamar su atención. Renesmee sentía ganas de subirse sobre la gran mesa, caminar hacia ella y patearle el rostro para que cayera al suelo, muy lejos de Jacob.

Sara charlaba amenamente con una mujer de cabellos blancos, una anciana con lentes como lupas.

- ¿Querida estas bien? – le pregunto alguien a su lado.

Era Bella Cullen, aquella mujer que se había quedado impresionada el día anterior al conocerla, ahora le palmeaba la mano cariñosamente para llamar su atención.

- Si, estoy bien – trato de sonreírle, pero sus labios estaban tan tensos que fallo en el intento.

- No lo pareces, te ves afligida. – Bella la miraba con suavidad, y Renesmee sintió cierto consuelo al refugiarse en sus ojos, tanto fue así, que sintió como una lagrima se escapaba de su ojo derecho, y se la seco con la mano rápidamente antes de que la gente lo notara, nadie se dio cuenta, pero Bella si.

–Lo… lo siento.

- ¿Que ha pasado Renesmee? ¿Porque estas tan triste? – insistió Bella.

- No ha pasado nada, solo me siento un poco cansada – mintió ella.

- Nadie llora por estar cansado. – Bella la miro penetrantemente con sus ojos color chocolate, curiosamente eran muy parecidos a los de ella. – ¿quizás sea por el embarazo? – termino ella en un susurro.

Renesmee se quedo con la boca abierta, se suponía que aquella información solo la manejaban ella, Sara y el doctor Cullen.

- Se supone que es un secreto – le dijo Renesmee bajito, mirando a los lados, para verificar que nadie las había oído.

- Lo siento cariño, Carlise es mi suegro, y pues… No es culpa de él, yo lo escuche, mientras lo consultaba con Edward, él también es medico, y estaban analizando como es que una humana había quedado embarazada de un vampiro, yo solo escuche por casualidad. – se disculpo.

- Y… ¿que dedujeron? – quiso saber ella, le parecía mas interesante saber la teoría de los doctores, que enojarse con Bella por haber oído lo que no debía.

- No lo se, tendrás que hablar con ellos – le contesto – puedo arreglar una reunión con Edward y Carlise si así lo deseas.

- Seria maravilloso – y le sonrío.

- Así me gusta pequeña, sonriendo te ves mas hermosa – Renesmee le agradeció con la mirada, pero entonces escucho a alguien hablar sobre una “humana” y volteo a mirar a Jacob quien se encontraba prestándole atención a algo que decía Leah y entonces instantáneamente su mal humor volvió.

- Matilde, ella no es “la humana” – escucho que decía Sara en voz alta, respondiendo a una pregunta que había hecho uno de los invitados, mágicamente la atención de todos los que allí se encontraban se poso en Sara.

- ¿Entonces quien es la chica?, conozco a todos los vampiros que viven en Garnicov, y por su olor puedo asegurar que no es una vampiro. El día de ayer el Rey tampoco nos aclaro quien era. – decía una mujer de mediana edad, había sido una de las que la miraban con molestia, le dedico a Renesmee una sonrisa hipócrita, que ella no respondió, miro a Sara para evitar cruzar miradas con esa horrible mujer.

- Precisamente estaba por comunicarles que… – comenzó Jacob con una calida sonrisa, quien se disponía a levantarse para hacer un anuncio, Renesmee se alarmó, y entonces se apresuro a lo que sospechaba que venia.

- Soy una amiga – soltó Renesmee repentinamente, la atención de las personas estaba en Jacob y luego recayó en ella. – Una… amiga de los Black.

Jacob se había quedado paralizado a medio camino de levantarse completamente de su silla, su cara era de una total y profunda confusión. La gente se había escandalizado un poco con la interrupción de Renesmee, pues le había quitado la palabra al mismísimo Rey sin pedir permiso. Renesmee intento no mirarlo, pero era imposible no hacerlo, le dolía, sobretodo había algo en su pecho, una profunda desilusión compartida, en los ojos de Jacob se podía notar también la decepción, lentamente volvió a sentarse en su puesto ahora con el dolor que le causaba el evidente rechazo de Renesmee reflejado en el rostro.

A su lado Leah brillaba de la felicidad por aquella interrupción, ella también sabia cuales eran las intensiones de Jacob, Leah se burlaba de la mala educación de Renesmee con un grupo de jóvenes mujeres, quienes la miraban horrorizadas, y soltaban risitas tontas ante los comentarios maliciosos de ella. A Renesmee se la estaba comiendo la ira, sentía como sus mejillas enrojecían, y a su lado Bella decía “tranquila”.

- Pues, si, es cierto – decía Sara un poco asombrada también  por lo que había hecho Renesmee, la idea en general era que Jacob la reconociera públicamente como su pareja, de ese modo la comunidad se iría acostumbrando a ella como la futura reina de Garnicov. Pero Renesmee se había negado a los planes a ultima hora, ella estaba tan molesta, que se había negado a ser presentada de esa manera, porque simplemente no seria una hipócrita con sus sentimientos, ella no se uniría a Jacob si este no le daba su lugar ante Leah, no podía taparse los ojos y dejar de ver que no todo era como ella había pensado, entre ellos no había sinceridad, Jacob le estaba ocultando muchas cosas, cuando ella si había sido sincera con él, no era justo, así nunca tendrían una familia sana y feliz -  es una amiga, pero también es como mi hija, por eso Jacob y yo deseamos que sea tratada con respeto – la palabra respeto fue dicha de manera dura, Sara buscaba que sus palabras fueran tomadas al pie de la letra, y estaba en su derecho, pues era la Reina. – y sobretodo como parte de esta familia, señores y señoras les presento a Renesmee Black, y les invito a hacer un brindis por ella.

Todos al mismo tiempo levantaron sus copas e hicieron el brindis repitiendo su nuevo nombre, todos menos Leah y algunas otras personas que visiblemente les desagradaba la presencia de Renesmee, Sara los ignoro. Al otro extremo Jacob veía a Renesmee con ansiedad, esperaba con urgencia que esa maldita cena acabara, necesitaba hablar con ella.

Cuando la cena culmino finalmente entre risas, chistes, y charlas en las que Renesmee no participo, y Jacob estaba cansado de que Leah tratara de llamar su atención, ambos se levantaron apresuradamente sin despedirse de los invitados.

- Jacob – lo llamo Leah, pero Jacob la ignoro, sus ojos estaban fijos en Renesmee, quien en ese momento se despedía de Bella y se escabullía discretamente de la estancia.

Jacob la siguió hasta su habitación.

Renesmee escucho que alguien abría la puerta de su habitación y la cerraba de nuevo.

- ¿Que haces aquí? – la pregunta salio con dureza. Ella estaba a punto de irse al baño a ducharse para meterse en la cama a dormir.

- Quería aclarar las cosas contigo – le dijo con precaución, no sabia si ella estaba tan molesta con él como para echarlo de su habitación.

- No hace falta, en el comedor me quedo todo muy claro – respondió ella mientras se sentaba en la suave cama y se quitaba los zapatos.

- Las cosas no son como parecen.

- ¿Ah no? ¿Y como son?, porque te vi muy cómodo con tu acompañante durante la cena.

- ¿Como querías que le dijera a Leah que se fuera a sentar a otro lado? – se comenzó a exasperar pues Renesmee no estaba entendiendo su punto de vista.

- Simple – contesto secamente, levantándose de la cama y mirándolo a la cara desafiante – Solo tenías que decir, “ese puesto esta ocupado ya” y listo. ¿Tanto esfuerzo te costaba?, ¿o es que preferías tenerla a ella cerca?, ¡Oh! ¡No claro! ¡Querías darle el gusto de que pueda seguir restregándome en la cara que aun hace contigo lo que a ella le da la gana!

- ¡Nadie puede hacer conmigo lo que le de la gana! – ahora estaba mas molesto aun, al darse cuenta de que ella lo miraba acusadoramente, haciéndole ver que no podía controlar su temperamento en una discusión, Jacob respiro para tranquilizarse.

- Si vas a comenzar a gritarme te agradezco que te vallas. - dijo apuntando con el dedo hacia la puerta.

- Es mi casa, y puedo estar donde se me de la gana, cuando se me de la gana. – contesto con irritado.

Renesmee lo miro con odio, nuevamente le tocaba el orgullo, y entonces camino hacia el armario, lo abrió con fuerza, y saco un vestido para dormir. Se planto frente a Jacob.

- ¡Bien!, ¡entonces me largo a otra parte a dormir! – y entonces camino hacia la puerta dejando a Jacob confundido.

Jacob reacciono rápido, camino hacia la puerta y la cerro con llave.

- ¡Quítate! ¡No quiero estar en el mismo lugar donde estés tú!– Jacob camino con decisión hacia ella y la apreso entre sus brazos, Renesmee forcejeaba porque Jacob se rehusaba a soltarla.

- No te iras.

- ¡Me quiero ir!, ¡déjame! ¡¿Por que no te vas a buscarla a ella?!

- ¿Podrías abandonar el sarcasmo de una buena vez?

- A lo mejor te gusta más el sarcasmo de ella. – espeto con una ceja alzada.

- No me gusta el sarcasmo. – puntualizó el moreno.

- Hipócrita.

- ¿Por que? ¿Por que no la eché del castillo?

- Por que te gusta y no lo admites – volvió a forcejear.

- ¡No me gusta Leah! ¿No entiendes que no puede gustarme nadie más?

- Pero te gustaría tener la libertad de hacerlo, ¿no es cierto? – Renesmee estaba tocando fondo, estaba llegando al punto, el rompimiento del lazo, y llegar allí la metería en problemas.

- ¿Por que piensas eso?

Ella no contesto al momento, levanto la cabeza y lo miro con rencor.

- Porque… me dolió que la hallas defendido.

- Renesmee, no la defendí, solo dije la verdad…

- Y permitiste que ocupara mi lugar en la mesa, ella me odia, y no pierde oportunidad de recalcarme que no soy digna de ti.

- Eso no es cierto.

- Tú actitud hacia ella no me demuestra lo contrario.

- Iba a hacer el anuncio de nuestro compromiso y no me dejaste, dijiste que solo eras mi amiga. – le reclamo. – ¿Porque lo hiciste?

-¡Por supuesto!, ¿que diría la gente? ¿Que soy tu prometida y andas pegado a la zorra esa? ¡Jamás! Puedo ser pobre, pero aun conservo intacta mi dignidad.

- Estas exagerando las cosas. No seas tan dramática.

La ira nuevamente la ataco.

- ¡¡¡ ¿Exagero?!!! – abrió mucho los ojos. -Oh no- pensó Jacob, ahora temía una nueva explosión. Ella bruscamente se giro entre sus brazos y quedo de espaldas a él, pero no logro escapar. – ¡no me toques! ¡NO ME TOQUES!, no entiendo que haces aquí, no entiendo, ella es quien debería estar en mi lugar, seguro quisieras que fuera ella ¿verdad? Te gustaría, ¡claro! ¿Como no me di cuenta antes? – soltó una retahíla de maldiciones, y seguía revolviéndose y forcejeando en sus brazos - A ella nunca la habrías intentado matar, con ella no te habría costado nada aceptar el lazo y ¡con ella no te rehusarías a tener hijos!

Para Jacob no era ningún esfuerzo mantenerla inmóvil, y sus intentos de morderlo, pellizcarlo y aruñarlo le parecían suaves cosquillas, sin embargo las lágrimas que brotaban como cascadas cristalinas por sus rojas mejillas, si que le causaban dolor y hacían que Jacob se odiara por no saber que hacer para consolarla.

- ¿Que tiene que ver el tema de los hijos aquí?... No te iras, por favor Renesmee, no quiero pelear mas contigo – Le suplico - ¿como puedes pensar eso? Tu eres la única con la que quiero estar unido – la miraba con sus negros y penetrantes ojos, ella dejo de forcejear al escucharlo, y no pudo resistirse mas, la verdad era que ella también lo necesitaba, ¡pero odiaba su actitud ante la imbécil de Leah!

Renesmee aun le daba la espalda, y decidió picarlo un poco más.

- La gente piensa que tú y Leah hacen una bonita pareja – dijo en un susurro, había cruzado sus brazos sobre su pecho, como una niña regañada.

Jacob se echo a reír. Aprovecho que había dejado de pelear para estrecharla mas en su cuerpo.

- No opino lo mismo, creo que tú y yo nos vemos mejor. – a ella esa respuesta le gusto, aunque no tanto como para perdonarle aun.

Renesmee se zafo de sus brazos repentinamente, aprovechando la baja de guardia de Jacob, este ultimo no pudo hacer nada.

- Renesmee – la llamo caminando hacia ella para volver a retenerla.

Ella recogió rápidamente el bonito vestido de hilo blanco para dormir que había caído al suelo y camino en silencio hacia el baño. Jacob la veía extrañado, ¿ahora actuaba como si nada hubiera pasado?

Se sentó en la cama a esperarla, no se iría sin terminar aquella discusión. Renesmee se tardo media hora, para luego salir completamente bañada, se había puesto el vestido blanco, que ahora Jacob se daba cuenta era para dormir, la tela transparente dejaba entrever su sonrosado cuerpo desnudo, Jacob suponía que el enrojecimiento se debía por la ducha de agua caliente.

No pudo evitar  mirarla fijamente, sus curvas no terminaban de volverlo loco, y sus pechos no se tomaban la molestia de ocultar la excitación que le producían ser observados por el.

Renesmee camino rápidamente a la cama para cubrirse con las finas sabanas, lo ultimo que deseaba era que Jacob le siguiera seduciendo con su mirada.

Le dio la espalda mientras apagaba las velas que se encontraban en el candelabro de la mesita de noche. Esperaba que con esa indirecta Jacob se rindiera y saliera de su habitación, para dejarla descansar.

Pero entonces sintió movimientos en la cama, unos zapatos rebotaban contra el suelo, el sonido de telas rozando entre si, luego cayendo al suelo, y finalmente sus brazos se colaron debajo de las sabanas para hacer contacto con su cuerpo.

- ¿Que haces? – susurro ella estremecida.

- Dormir contigo, siempre dormimos juntos. – contesto él muy cerca de su oído, pegando su abdomen a la parte baja de la espalda de ella.

- Si, pero dormimos en tu cuarto, no en el mío. – ella trataba de sonar enojada, pero era imposible cuando Jacob repartía pequeños besos en su cuello.

- ¿Quieres que vallamos a mi cuarto? – el abrasador aliento impactaba contra su mejilla, enfebreciéndole el cuerpo aun mas.

Decidió no dejarse llevar y para salir del trance envolvente que le provocaba la pasión, comenzó nuevamente  a revolverse entre los brazos de Jacob.

- No quiero, suéltame.

- Gatita, por favor…

- Suéltame. – Siguió forcejeando con los fuertes brazos que le envolvían las caderas, y tratando de alejar los calientes labios de Jacob lejos de su cuerpo, pero era inútil, no se había movido ni un milímetro.

- Hoy te he extrañado mucho. – Pero Renesmee no se atrevió a creerle.

Jacob había suspirado de alivio cuando ella había dejado de pelear contra él, la giro de cara a él y la apretó contra su pecho para apoyar sus labios en sus cabellos.

- Es mentira.

- No miento - le llevo la contraria él, la estrechaba en sus brazos y le acariciaba el cabello, ella había hundido su rostro en su pecho, buscando con su nariz entre las sabanas que cubrían su cuerpo, algún indicio de piel desnuda para poder absorber su exquisito olor de canela y chocolate.

- No me pareció que me hallas extrañado.

- Si te extrañe – el bajo sus labios a su mejilla buscando sus labios. – lo juro, te extrañe como un loco. Te amo. – le tomo el rostro y hundió su boca en la de ella, mordisqueándole los labios. - ¿me perdonas?

- No… - contesto ella totalmente perdida en sus labios. – No te perdono.

- Pero tendrás que perdonarme algún día – susurro mientras besaba su cuello y la apretaba más contra él.

- Algún día, que no será hoy… - suspiro.

- ¿Estas segura? – sus manos acariciaban su espalda, debajo del transparente vestido blanco.

- No… No estoy segura.- Jacob soltó una pausada y profunda carcajada mientras la despojaba del molesto vestido.

- Entonces esta es mi oportunidad para convencerte.

- Pues aprovéchala – lo asuso ella mientras enroscaba sus piernas en su cintura.

- Por cierto… - a Jacob le estaba costado pensar con normalidad, Renesmee ahora estaba completamente desnuda, con sus largos cabellos cobrizos extendidos por toda la cama, sus ojos marrones estaban oscurecidos por la pasión.

- ¿Que?

- Tengo hambre – dijo apasionada y sombríamente, y a ella eso la excito. Mucho mas por lo que venia a continuación, que por el mismo planteamiento de la idea. Ella le sujeto la cabeza, rodó para quedar de espaldas a la cama y él encima de ella, y lo guío a su cuello.

Desde la primera vez que le había mordido para tomar su sangre, se había vuelto casi una necesidad para su cuerpo alimentarlo. Apretó más sus piernas alrededor de sus caderas y gimió al sentir sus dientes hundiéndose en la carne de su cuello, y como siempre las succiones enloquecían su cuerpo causando una revolución sexual en ella.

Jacob se giro en la cama y coloco a Renesmee a horcadas sobre él, sin apartar la boca de su exquisito cuello. Se sentó en la cama con ella todavía sobre él, y le levanto las caderas para así poder permitir que su erección se deslizara dentro de ella. Renesmee prontamente comenzó a balancearse sobre él, suavemente, sintiendo como él la colmaba por completo, escuchando como los gemidos de ambos se entremezclaban, con el sudor brillando en sus cuerpos.

Los labios de él se separaron de su cuello para devorarle la boca, sus manos acompañaban y ayudaban a balancear sus caderas, para intensificar más el placer. Y prontamente el orgasmo impacto sus sentidos, dejándolos con deseos de repetir el acto.

La noche transcurrió entre besos, jadeos, y murmuraciones de amor, la habitación se lleno con el aroma de la pasión, haciendo todo mas irreal.

- Renesmee – la llamó él para saber si estaba despierta, tenían ya media hora en la misma posición, ella acurrucada en sus brazos, con el rostro escondido en su pecho.

- ¿Mmm…?

- ¿Crees que soy egoista?

- ¿Porque piensas eso? – pregunto con voz adormilada.

- Por que no te puedo dar hijos, y no quiero dejarte ir. – dijo él con inquietud.

Ella levanto la cabeza algo tensa, y lo miro a los ojos, él hizo lo mismo.

- Yo ya sabia en que me estaba metiendo antes de decidir quedarme contigo. No es cuestion de egoismo. – le aclaro, ella sabia que esa duda habia sido implantada por Leah, asi que desidió asegurarle que aquello no le afectaba, no permitiria que Leah le ganara en esta guerra.

- ¿Estas segura? – dijo con esperanza en los ojos – no quiero hablar de hijos en este momento, pero es posible que podamos adoptar uno algun dia, ¿no te molesta?

Renesmee se habia quedado muda, que debia decir. ¿No me molesta, pero no hace falta, porque ya estoy embarazada?, ¡no eso no!

- No, no me molesta – contesto con la boca seca. Pero la felicidad en el rostro de Jacob no tenia precio, solo con verlo asi, ya nada le importaba.

Finalmente ya exhaustos ambos se rindieron y cayeron en los brazos de Morfeo.

Al día siguiente en la mañana, ambos recordaron que los invitados ese día partirían del castillo, así que se apresuraron a levantarse de la cama, pues ya se les hacia tarde, debido a la agotadora noche que habían tenido.

- ¿Estas listo? – pregunto ella, mientras él la cargaba en sus brazos para salir de la habitación.

- Por supuesto, limpio, vestido y perfumado. – le sonrío mientras le besaba la boca.

 Ella tenía los brazos enroscados en su cuello, y deslizaba su nariz por su rasposa mejilla, aquella mañana él no se había rasurado, así que una ligera sombra de barba adornaba su masculino y atractivo rostro.

- Perfumado con mis perfumes – lo miro divertido.

- Huelo a mujer. Me siento un afeminado. – afirmo él sonriendo.

- Pues hueles afeminadamente bien. – ella termino enterrando su nariz en su cuello, para embriagarse de su olor, realmente no olía a mujer, la curiosidad por saber a que olían sus perfumes lo llevo a aplicarse un poco, pero la verdad era que su olor natural era mas fuerte, así que la diferencia entre un aroma y otro no se notaba, prevalecía el suyo.

- Ponla en el suelo. –  le ordeno Sara a Jacob mientras se acercaba a ellos por el pasillo.

- ¿Que ocurre? – pregunto Jacob.

- No te preocupes, cosas de mujeres – ella le sonrío a su hijo, Jacob confundido la coloco delicadamente en el suelo.

- Hijo por favor déjanos un minuto a solas. – Jacob y Renesmee pusieron mala cara ante la perspectiva de alejarse uno del otro. – ¡por dios! ¡Solo será un minuto! – exclamo Sara.

Jacob acerco su rostro a Renesmee y la beso dulcemente.

- Ahora vuelvo - a regañadientes se alejo de ella.

- ¿Que ocurre Sara? – pregunto ella con ansiedad observando como Jacob desaparecía.

- ¡Sorpresa! – soltó Sara mostrándole un par de ¿zapatos?

Renesmee mostró un rostro de confusión.

- Pero… si ya tengo zapatos – le informo todavía confundida.

Sara rodó los ojos.

- Pero no unos como estos – le dijo animándola a que los viera con mas detenimiento.

- ¿Por que la suela de uno es mas alto que el otro? – pregunto ella tomando el par en sus manos, y observando la diferencia. Eran unas zapatillas muy elegantes de cuero negro, el zapato que correspondía al pie derecho tenía una pequeña plataforma, mientras que el otro no.

- Porque están hechos a tu medida, tu pierna derecha es mas corta que la izquierda ¿no es cierto? – afirmo la Reina a lo que Renesmee asintió comprendiendo por fin el punto al que quería llegar Sara.

- ¿Estos zapatos harán que deje de cojear? – le pregunto ya sabiendo la respuesta, y cuando Sara asintió, a Renesmee se le escapo una lagrima de su ojos izquierdo. – Gracias Sara. – la abrazo.

- No es nada mi niña.

- Si lo es, para mi si, nunca nadie se había preocupado por mi como lo hacen tú y Jacob. – Sara le sonrío algo emocionada.

- Bueno, pero pruébatelos, además también lo he hecho por mi nieto. Carlise me ha dicho que ese defecto podría causarle daño.

- ¿Por qué? – pregunto aterrada, instantáneamente se había paralizado.

- Calma cariño – Sara la tranquilizo -  veras, al parecer ese brusco balanceo al caminar podría causar algunas complicaciones en el desarrollo del embarazo, entonces Carlise ha dicho que lo mejor será que uses estos zapatos para evitar cualquier problema.

Renesmee inmediatamente se quito los zapatos para usar los nuevos, eran bastante cómodos, pero la prueba verdadera vendría cuando comenzara a caminar.

- Vamos, no tengas miedo.

- ¿Y si me caigo? – pregunto ella, repentinamente sintiéndose insegura, sentía sus piernas en una posición diferente, y ello le causaba una sensación de extrañeza.

- No lo harás, de todas formas estoy aquí para socorrerte, vamos, da unos cuantos pasos hacia mi.

Renesmee respiro hondo, y adelanto el pie izquierdo ante el derecho, dio el primer paso, y luego repitió el proceso con el derecho. Sorprendida comenzó a caminar con mas seguridad, Sara sonreía de felicidad al igual que ella.

- ¡Ves! ¡Son perfectos! ¡Ya no cojeas! – decía emocionada.

Renesmee también notaba la diferencia, su pie derecho ya no descendía al dar un paso, ¡ahora estaba a la misma altura del izquierdo!

- Es… maravilloso – dijo sin aliento.

- Ve a contárselo a Jacob, anda – le aconsejo la Reina.

- ¡Gracias Sara! – le dijo después de abrazarla de nuevo, y caminando cada vez con mas seguridad por el pasillo, no cabía en si de felicidad, y los sirvientes cuando la veían, la miraban sorprendidos al no notar su acostumbrado modo de andar.

A ella no le importaba nadie, solo Jacob, quería ver su rostro sorprendido cuando la viera caminar con normalidad hacia él.

Pero entonces no todo podía ser felicidad ¿verdad?

- Vaya, la coja ya no es coja – se había topado con Leah en uno de los pasillos.

Renesmee suspiro en resignación, decidió pasar de largo e ignorarla, pero Leah le impidió el paso atravesándose en su camino, claramente buscando molestarla.

Renesmee la miro con sorna, ¿así que ella quería jugar? Pues bien, Renesmee le daría una cucharada de su propia medicina.

- Vaya – Renesmee la miro de arriba abajo con desprecio – la zorra sigue siendo zorra. – y negó con la cabeza en señal de desaprobación.

Y entonces Leah llevada por la ira se planto frente a ella con aire amenazante.

- Ya me tienes harta – dijo con los dientes apretados – debo confesar que al principio me parecía divertido la perspectiva de aplastarte como una cucaracha.

Leah le toco un mechón de cabello con gesto de asco, Renesmee aparto su propio cabello de su contacto con el rostro crispado por la ira.

- Pero entonces las cosas se me han estado poniendo difíciles con Jacob, y ya no es divertido – le confeso con el fuego chispeando en sus ojos. – debo felicitarte, has resultado inteligente, sabes muy bien como jugar tus cartas.

- Si, pero al parecer usted no ha terminado de entender que este juego de cartas, se juega entre dos. – Renesmee la miraba desafiante, no bajaría su guardia. – me temo que usted aquí esta sobrando.

- No lo creo, cuando logre convencer a Jacob de que no eres mas que una insignificante humana, el volverá a mi, y entonces la que estará sobrando serás tú.

- ¿Esta segura de eso? – pregunto Renesmee apartándose el cabello del cuello para dejar claramente a la vista las marcas de los colmillos de Jacob en su piel.

- Eso tiene solución. – le aseguro la morena.

- Lo que no tiene solución es que en su vacía cabeza comprenda que Jacob solo quiso de usted sexo, en cambio de mí lo quiere todo.

Y entonces todo ocurrió muy rápido. Leah guiada por la ira levanto los brazos y enseñando sus blancos dientes empujo a Renesmee lejos de ella.

Renesmee sintió como el pánico le recorrió el cuerpo, no temía por ella, sino por su hijo. Pero no pudo evitar trastabillar con sus pies e impedir el fuerte impacto contra él suelo, cayendo tendida en la fría baldosa con un quejido. Sus manos se apoyaban en su vientre, buscando desesperadamente protegerlo de cualquier golpe.

Prontamente comenzó a sentir que algo caliente se deslizaba entre sus piernas.

- ¡Renesmee! – grito Jacob desde el final del pasillo, mientras corría hacia ella.  Leah permanecía congelada, con una mueca de horror en su rostro, y entonces Renesmee dirigió sus ojos allí hacia donde ella estaba viendo.

¡Sangre! ¡Oh dios mío! Era sangre en su propia ropa. Los finos hilos de sangre se deslizaban desde su vestido hasta el suelo.

- ¡Jacob! – las lagrimas salían de sus ojos producto del pánico y la desesperación, Renesmee trato de levantarse pero Jacob se lo impedía, él se había transportado a su lado en un abrir y cerrar de ojos.

- Calma – decía Jacob abrazándola contra su pecho y buscando el lugar de donde provenía la sangre. – ¿estas herida? ¡Carlise! – grito desesperado llamando al doctor con el que casualmente hablaba hace algunos minutos.

El doctor Cullen había llegado en segundos también, y apenas se había acercado a ella Renesmee lo había sujetado de la chaqueta para acercarlo más a su rostro.

- ¡Por favor, no permitas que le pase nada, por favor! – las suplicas fueron dichas con mucha fuerza y a su lado Jacob miraba a Renesmee confundido.

- Calma, hare todo lo posible. – le aseguro el doctor mirándola intensamente a los ojos, para luego deslizarlos hacia el confundido rostro de Jacob.
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Hola!, aquí nuevo cap, bastante largo por cierto, espero que les halla gustado. Aun estoy conmocionada por esta caída! Esperemos que no le pase nada al pequeño Jacobito L y que tal la Leah esa?! Como puede ser tan mala?, aunque al parecer lo hizo sin pensar, dejándose llevar por la ira, y Jacob esta apunto de enterarse! Dios! Me va a dar un infarto! jajaja. Bueno! Dejen sus comentarios mis niñas please J



sábado, 12 de noviembre de 2011

La vida es...Capitulo 17: ¿Donde estas Renesmee?.




Los personajes no me perteneces, son de Stephenie Meyer, pero la trama es de mi invención. Esta historia tiene contenido Lemmon, si no te gusta, o eres menor de 18 años, por favor no lo leas.
Reneesme vive atormentada por su pasado, los secretos que oculta atentan contra su vida, que pasara cuando Jacob entre a su vida causándole un gran desorden? acompáñalo a descubrir los secretos de Reneesme.

Capitulo 17: ¿Dónde estas Renesmee?

Renesmee sentía los parpados pesados, y el malestar en su cuerpo hacia todo más doloroso, los músculos parecían de acero, rígidos. No sabia donde estaba, tampoco oía nada,  intento abrir los ojos por primera vez pero no pudo, se sentía muy débil, era como intentar cargar en un hombro una camioneta 4X4. Intento gritar para pedir ayuda pero solo salio un gemido de sus labios.

Con toda la fuerza de voluntad que pudo reunir intento abrir los ojos de nuevo y esta vez si lo logro, pero fue en vano, ya que el lugar donde se encontraba estaba oscuro.

Tenia frío, mucho frío. Intento enfocar la habitación pero seguía a oscuras. ¿Estaría ella en un hospital?, seria lo más obvio, porque sentía que estaba acostada en una especie de camilla, y su cuerpo estaba cubierto con una sabana muy delgada, tenia la misma ropa; jeans, con una camisa blanca, solo sus zapatos no estaban en su lugar, estaba descalza.

Hizo el amago de levantarse, pero su cuerpo pesaba toneladas, y dolía como la mierda. Sabia que el encuentro con esa mujer había sido el factor desencadenante de la crisis, y sabia que la enfermedad estaba avanzando mucho porque en ocasiones anteriores cuando sangraba nunca se había desmayado, y tampoco se había sentido tan mal como ahora, la crisis no pasaba de un dolor de cabeza, pero ¿ahora?, ahora se desmayaba y no podía ni hablar de la debilidad, ¡Maldición!

El sudor escurría de su frente, y sentía que su cuerpo estaba mas caliente de lo normal, era ¿fiebre? Respiro hondo para calmarse. Pero enseguida se le cruzo por la mente la imagen de aquella mujer con el niño, y la fría ira se instalo en su corazón, aun no podía creer que Jacob la hubiera engañado de esa forma, ¿realmente aquella mujer había dicho la verdad?, ¿Cómo sabia tanto de su vida?, ¿como había averiguado tanta información?, si sabia todo aquello corría el riesgo de que todo el mundo se enterara de su asqueroso pasado.

Y si ella sabia tanto, también existía la posibilidad de que no mentía cuando dijo todo aquello sobre Jacob.

¡Maldición!, una lagrima rodó de su ojo derecho hasta su sien perdiéndose entre sus cabellos, ¡no podía ser cierto!, y si lo era, que cruel había sido con ella, su actuación había sido bastante real, ella lo había creído, y la había jodido, realmente él se había aprovechado de ella. ¿Como pudo haber creído en su palabra?, cuando le mintió diciéndole que la amaba, ¡Era mentira!, ¡solo quería follarsela!, ¡él no la amaba!, y ella era una estupida…

-Ayud… - intento vocalizar, pero su garganta estaba seca y rasposa como una lija.

Escucho movimientos bruscos de alguien a su derecha, se asustó, quizás no había sido buena idea hacer ruido.

- ¿Estas despierta?- preguntó una voz conocida, no podía creerlo, ¿como es que estaba allí?  Esa voz era de....

- ¿Leah? – logro decir Renesmee sorprendida.

- Si. – a pesar de que no veía nada, podía notar en su voz, fría amargura y frustración. – soy yo.

Renesmee se quedo callada un momento, tratando de asimilar si todo aquello resultaba bueno para ella o no, tomando en cuenta el resiente suceso de el atentado mortal de Leah en su contra.

- ¿Por qué estas aquí?, ¿Donde estamos? – pregunto en un susurro con la voz y el cuerpo tenso.

Pero ella no respondió.

Renesmee estaba comenzando a armar su propias conclusiones de cómo había llegado hasta allí. Leah quizás había terminado se volverse loca, y había conseguido saber donde ella se escondía, y aprovechando su inconciencia, la había raptado… La teoría era algo loca, pero que mas podría pensar en un momento como ese, tenía que tener muy en claro quienes eran sus enemigos, y uno de ellos era Leah, ella misma se había encargado de hacérselo saber.

- ¿Vas a matarme? – fue lo único que se le ocurrió preguntar a continuación.

Se hizo silencio nuevamente entre ambas y Leah aspiro fuerte por la nariz.

- ¿Eres idiota? – le cuestiono molesta, se escucho un revuelo y sintió como Leah se alejaba hacia un rincón. Ahora su voz sonaba distante. – nos trajo James, es todo lo que se.

A Renesmee le comenzó a latir el corazón a mil por segundo. ¿Qué había dicho ella? ¿Qué James las había raptado?,

- ¿Pero como?, es imposib… - no, no era imposible, después de la amenaza de aquella mujer de contarle a James donde estaba, Nessie no había tenido oportunidad de huir, pues se había desmayado, y había caído en las zarpas mas peligrosas, aquellas de las que había estado huyendo desde hace tiempo.

¡Entonces aquella tal María había cumplido su amenaza!, le había dicho donde estaba, ¿como es que esa mujer lo conocía?

La cabeza de Renesmee estaba hecha un lío, no entendía nada, ¿Sabia Jacob que esa mujer conocía a James?, ¿Seria Jacob su cómplice?, ¡Dios!, o quizás en este momento Jacob estaba en peligro, porque esa mujer podría decirle a James su paradero.

- No es imposible, James nos ha secuestrado, yo tengo una semana aquí. Y tú un día, ayer te trajeron desmayada y estabas sangrando, pero ya te he limpiado un poco.

A eso Renesmee le sorprendió, ¿como es que Leah le hacia un favor?

- Grac.. gracias – le dijo algo nerviosa.

- No me agradezcas nada, no he hecho nada por ti, ¿entiendes? – Leah se ponía violenta.

- Si has hecho, me has atendido. – la cobriza podría ser de todo, pero no una malagradecida.

- Eso lo haría hasta por un perro callejero, así que no creas que lo he hecho por algo mas que lastima. – le dijo de mala gana.

Renesmee se quedo callada, era mejor cambiar de tema, ella no estaba en condiciones de enfrascarse en una pelea con Leah.

- ¿Como te atraparon? – pregunto débilmente, pues el dolor de cabeza y el sudor comenzaban a manifestarse nuevamente. Leah hablo con voz fría, y rencorosa, Renesmee sabia que el odio estaba allí, pero Leah no era estupida, sabia que necesitaban unir fuerzas para escapar de ese lugar, desunidas no lograrían nada.

- Escape de casa – admitió apesumbradamente – después de haberte disparado – se quedo callada por un segundo y luego continúo. – pensé que ibas a denunciarme, no quería que mamá se avergonzara mas de mi.

Renesmee pensó que sus situaciones eran muy parecidas, Leah huía de la vergüenza y ella también, con la diferencia de que Renesmee también huía del peligro, pero de nada le sirvió.

- No te denuncié – confeso la cobriza.

- Lo sé – dijo entre dientes, como si le molestara que no lo hubiese hecho. – y no te debo ningún favor por ello. – le aclaro con fuerza.

- No pretendo que me debas nada. – Renesmee no quería nada de ella, mucho menos un favor.

Leah continúo.

- Tengo meses fuera de casa, viviendo en California. Sabia que me seguían, pero por más que huía, no lograba deshacerme de ellos, hasta hace unas semanas, me obligaron a entrar a una camioneta negra, un tipo muy grande me apunto con una pistola y tuve que abordar el auto.

- Dios – susurro Nessie tragando grueso.

- James… - decía Leah con dolor en la voz. – esta obsesionado contigo.

Renesmee la miró sorprendida, el pánico le recorrió el cuerpo, ella no estaba lista para hablar de ese tema con ella y trato de cambiar el tema.

- ¿La tía Sue sabe donde estas? – preguntó con nerviosismo, mientras seguía dándole vueltas a lo que ella había dicho.

- No, la llamo todos los días desde que me fui para tranquilizarla, pero tengo una semana que no lo hago, James no me deja. – termino con ira.

- Cabe la posibilidad de que la policía te este buscando entonces – le dijo con un escalofrío. Leah la miro.

- ¿Porque estas tan enferma? – quiso saber Leah. Renesmee no supo contestar a su pregunta, y Leah lo notó, pero lo malinterpreto. – esta bien, no respondas, tampoco me importa una mierda.

Renesmee por un microsegundo pensó en contarle lo de su enfermedad, porque Leah alguna vez había sido su confidente, y lo sabia todo sobre ella, y necesitaba con todo su corazón recuperarla, desahogarse y decirle cuanto sentía todo lo que había ocurrido con su relación de hermanas, y su hijo no nato, pero se vio interrumpida.

En ese preciso instante las luces se encendieron como por arte de magia, Leah se levanto violentamente del suelo en posición de ataque, Renesmee deseaba hacer lo mismo pero a penas podía hablar, las fuerzas solo le dieron para girar el cuello para observar la pequeña habitación, se notaba que las paredes habían sido alguna vez blancas, ahora estaban sucias, el suelo era de tierra, y la cama en la que estaba acostada parecía una camilla de hospital, su ropa… era un desastre, estaba completamente manchada de sangre, y esto lanzo una alarma en Nessie, la cantidad de sangre que había  derramado era mayor.

La puerta de hierro se abrió repentinamente, dejando ver el pálido rostro maniaco que continuamente habían aparecido repetidas veces en sus antiguas pesadillas. Era James con dos escoltas vestidos de negro.

- MALDIT… - comenzó a gritar Leah.

-!!SHHH!!- La calló él con fastidio, pero enseguida volvió su semblante de loco. – aquí están mis dos princesas. Las mujeres más importantes de mi vida.

A Renesmee se le revolvió el estomago. Inmediatamente llevo su mano a su costado, buscando la pistola, pero no la encontró. ¡Maldición!

- No debieron haber escapado de mi – decía él como si estuviera regañando a un par de niñas – de nada les ha servido ocultarse de mi durante todos estos años.

Entonces miro a Leah y comenzó a caminar hacia ella.

- Leah – sonrió él, pero Leah comenzó a retroceder con pánico en los ojos.

- ¡¡Aléjate!! – James la miró con burla pero dejo de acercarsele.

Cuando él dirigió su mirada hacia Renesmee, ella se congelo.

- No te atrevas bastardo… - le amenazó, James frunció el seño molesto.

- ¿Piensan seguir comportándose como niñas? – les recrimino – ya el juego del gato y el ratón ha acabado. El gato ha ganado – se carcajeo. – ahora tengo planes para ustedes dos.

- ¿Planes? – dijo Leah sorprendida- a que te refieres? Yo no hare planes contigo mal nacido.

- ¡Lo harás! ¡Quieras o no! – e amenazo.

- No eres nadie para imponerme nada cretino, ¡te recuerdo que ustedes dos mataron a mi hijo!

Renesmee odiaba toda aquella situación, su pesadilla se estaban haciendo realidad.

- ¡¡Cállate!! – Grito James con los ojos muy abiertos –Eso ya no importa.  Ahora solo importa estar juntos, quiero la compañía de las dos, la pasaremos muy bien, he planeado algunos viajes a Bélgica…


- ¿Bélgica? – Renesmee susurro horrorizada – estas loco….

- Nos iremos a Bélgica y luego a Rumania, Egipto, a donde quieran – dijo en tono seductor - mi padre ha ganado las elecciones y me he esforzado mucho en ayudarlo con su Narco-campaña – se rió de su propio chiste – pienso que merezco unas buenas vacaciones – se volteo y observo a Leah – Recordaremos viejos tiempos, así que nos iremos mañana en la tarde.

- ¿Narco - campaña? – pregunto Leah anonadada – ¿con drogas?… ¿tú padre y tú venden drogas?

James la miró con burla, como si ella fuera idiota.

- Leah Clearwater, ¿en que mundo vives?, por supuesto, ¿de donde crees que sale todo el dinero para los viajes, casas, lujos, automóviles, y en especial, la campaña electoral de mi padre?

- Pensaba que… - Leah cada vez estaba más decepcionada y atemorizada.

- ¿Que?, ¿que era un hombre de bien? – la miro con fiereza. – No Leah soy una bestia, y las bestias hacemos lo que sea para ganar, así que no hay más que hablar, nos iremos pronto.

Leah y Renesmee se miraron incrédulas.

- ¡NO!, yo no iré a ninguna parte – se revelo la cobriza.

James la observo con ira y se le acerco.

- Tú amado Jacob en unos minutos sabrá que vendrás conmigo a una Luna de miel en Bélgica, y que serás mi puta por mas de un mes, ¡así que cállate la boca y obedéceme!. – termino él muy cerca de su rostro.

- Prefiero suicidarme antes de permitir que me toques – le dijo ella y acto seguido le escupió el rostro.

James se enderezo mientras sacaba un pañuelo de la chaqueta de su perfecto traje gris riéndose.

- Ya veremos. Ahora las quiero limpias – comentó él mirando a Renesmee la camisa ensangrentada de ella con asco - y bien vestidas. Las vendrán a buscar en unos minutos.

Con esto se marcho, sus escoltas lo siguieron.
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Jacob abrió los ojos repentinamente al darse cuenta que el sol le pegaba en la cara. ¿Quién había dejado las ventanas abiertas? Maldita sea…

Se sujeto la cabeza, pues esta le comenzaba a doler, una punzadas le atacaban las sienes con saña, recordaba muy poco de la noche anterior, la borrachera que había agarrado en el bar había sido patética, pero no había podido evitarlo, necesitaba olvidar un poco su miserable vida sin Renesmee, ella todavía se rehusaba a contestarle las llamadas, y eso le dolía tanto que…

Escucho movimientos en el baño que se encontraba en su cuarto, levanto la cabeza y…

- ¿Que haces tu aquí? – pregunto Jacob algo perdido y sorprendido de ver a Mandy semidesnuda, saliendo de su propio baño con una toalla alrededor de su cuerpo.

- ¡Jacob! – sus increíbles ojos azules se abrieron mucho, ella miró hacia donde estaba él, recostado en su cama, con las sabanas todavía alrededor de su cuerpo. – Ya despertaste.

- Si, desperté, ¿pero que diablos haces tú aquí? – dijo de mal humor mientras se sentaba lentamente en su propia cama. – ¿y medio desnuda? – a Jacob le estaba empezando a entrar el pánico, una imágenes estaban empezando a revelarse en su cabeza, unas de él y Mandy… ¿besándose?, no, no podía ser. Aquella inconcebible idea que se le estaba cruzando por la mente no podía ser  cierta.

- Tranquilízate por favor, ¿quieres una pastilla para el dolor de cabeza? – pregunto ella acercándose a la mesilla de noche con algo de nerviosismo.

-No, no me duele nada. – Mintió él - ¡Responde! ¿Que haces tú aquí?! – volvió a interrogar Jacob, pero  esta vez desesperado.

- Anoche te emborrachaste, y vine con Sam y Seth a dejarte acá. – respondió ella.

- ¿Sam y Seth están afuera? – Jacob comenzó a levantarse, gracias a dios estaba en ropa interior.

- No – contesto con simplicidad e inocencia.

Jacob se paro en seco, volteo la cabeza para mirarla y entonces la ira se reflejo en sus ojos rojos inyectados en sangre.

- Es la última vez que te lo voy a preguntar – susurro él respirando hondo para no explotar, las ventanas abiertas, con el sol entrando a raudales, el palpitante dolor de cabeza, el calor, la boca seca como una lija, y las imágenes de ellos dos en la cama lo estaban volviendo loco. Todo aquello podría haber ocurrido, sobretodo porque recordaba haber soñado que estaba con Nessie, pero podría haber confundido las cosas y en realidad a quien había besado era a Mandy. Si confirmaba las malditas ideas que estaban cruzando por su cabeza, estaba tentado de arrancarse el mismo la cabeza con un hacha.

- Ja… Jak…Jacob – tartamudeo ella al verlo con la ira contenida. – no ocurrió nada, lo juro, solo quise acompañarte.

Jacob se le quedo mirando mientras asimilaba esas palabras.

- ¿Seguro no paso nada entre tu y yo? – presiono él con el ceño increíblemente fruncido.

- No, no paso nada. – dijo ella decepcionada y molesta a la vez.

Jacob se relajo y respiro tranquilo, se sentó en la cama y recostó la dolorida cabeza en la almohada, no podría con el cargo de conciencia si se hubiera acostado con ella, seria horrible, sobretodo porque solo podía pensar en Renesmee y nadie mas… Renesmee, la misma que lo había abandonado, después de prometerle que no huiría de él, ¿por que lo había dejado?, ¿por que?, si él la amaba como un pendejo, dios necesitaba verla, abrazarla, estar lejos de ella era asfixiante, toda esa mierda estaba acabando con él, le estaba ganando la partida, y sus padres que no cooperaban, seguían buscándola por su cuenta,  no querían nada con él.

Jacob sintió que la cama se hundía bajo el peso de Mandy, y se tenso. Solía olvidar con facilidad quienes estaban a su alrededor cuando pensaba en su dilema con Nessie.

- ¿Por que te aferras tanto a ella? – Mandy hizo la pregunta en un susurro, sin embargo eso no impidió que Jacob notara el dolor que aquella situación le causaba a ella. Se le había ido la mano tratándola de esa forma.

- Mandy – dijo él, estaba de costado dándole la espalda a ella, que se encontraba sentada tímidamente al otro lado de la cama. – debes entender que no puede pasar nada entre tu y yo, seria fatal.

- ¿Por que? – de sus labios la pregunta salio atropellada y con ansiedad.

- Porque te haría mucho daño, yo amo a otra – se dio la vuelta para encararla y pudo notar que una lagrima rodaba por su blanca mejilla. – ¿crees que es justo para ti, que tengamos sexo mientras yo estoy pensando en otra? – Jacob intento hacerla entrar en razón.

Mandy negó con la cabeza respondiendo a su pregunta.

- Pero pienso que en un futuro podrás superarlo. – contraataco ella con optimismo.

Jacob suspiro y pensó en eso último.  Era cierto, ella tenía razón, con María él lo había superado, le había costado mucho pero había salido de aquel agujero.

Sin embargo, quien inconcientemente lo había ayudado a salir de aquel hueco había sido el amor de Renesmee, porque desde la primera vez que la había visto había quedado totalmente prendado de ella, y aquello era un sentimiento que no podía explicar, era como si alguien en su cabeza le hubiera susurrado “es ella”, “ve con ella”.

A Jacob se le humedecieron los ojos al recordar los hermosos momentos que habían pasado haciendo el amor en la sala, la cocina y en su cama, esa cama en la que estuvo a punto de acostarse con otra, de alguna forma sentía que estaba mancillándola con la presencia de Mandy, y deseo con todo su corazón que Mandy se fuera y lo dejara solo con su miseria.

- No podré superarlo… - le confeso cerrando los ojos. – ella no es superable, a ella nunca podré superarla. – termino en un susurro.

Mandy lo miro con horror, aquello le dolía mucho, odiaba verlo sufrir por otra, los celos le quemaban el estomago, y aquello hacia que sintiera rencor hacia Jacob, porque se rehusaba a darse una oportunidad con ella.

- Anoche estuvimos a punto de hacerlo – confeso ella, sentía una especie de satisfacción al decírselo.

- Pero no ocurrió. – le dijo con firmeza él, sintiéndose en paz al saber eso.

- No, no ocurrió – confirmó ella nuevamente con los ojos llorosos, no le dolía tanto el hecho de que no hubieran tenido sexo, pero la verdad no se la diría nunca, seria una humillación decirle que el motivo por el cual no habían tenido relaciones era que él en medio de su borrachera la había llamado “Nessie” y seguido a eso se había quedado profundamente dormido, no, jamás se lo diría, porque eso seria la vergüenza mas grande de su vida. Una vergüenza que ella misma se había buscado, porque muy en fondo de su corazón sabía que Jacob era una causa perdida, no valía la pena insistir.

-No llores por favor – le suplico Jacob – lamento todo esto, lamento no poder corresponderte, pero las cosas no siempre funcionan como uno lo quiere. – se lamento él. – te mereces alguien que realmente desee estar contigo.

- Lo entiendo… - comento alicaída – no tengo nada mas que hacer aquí… - parecía querer decir algo importante pero no pudo.  – iré a vestirme a fuera… adiós Jacob.

- Adiós Mandy – se despidió él viéndola desaparecer por la puerta de su habitación, Jacob reflexiono un poco sobre Mandy, y concluyó que ella debía entender, y lamentaba no haber sido un poco mas suave con ella, pero Mandy tenia la mala costumbre de mal interpretar las cosas, y odiaría darle mas esperanzas, ella no lo merecía, en realidad nadie merecía ser ilusionado en vano. Pensó él en Renesmee y su rechazo.

Había dedicado tanto tiempo en buscarla que no se había dado cuenta del nivel de frustración que aquello le causaba, finalmente había terminado de caer en el alcohol para poder desahogarse, los fines de semana era una costumbre para él irse a beber hasta perder la conciencia. Su búsqueda no había dado frutos, no lograba ni siquiera conseguir una pista. Había acudido a Claire, pero no sabía nada, y se había sorprendido muchísimo al enterarse de que Renesmee había huido, después había ido a casa de Rosalie.

Flash back

- ¡Rosalie termina de hablar! Dime la verdad, ¡¡¡no me mientas!!! – para ese entonces Jacob tenia los nervios destrozados.

- ¡Jacob te lo juro!, sabia que se iba de Forks, ella me contó sobre el trato que hizo con su padre, me hizo jurar que no te diría nada,  pero no tenia ni la mas puta idea de que no pensaba ir a la universidad. – trataba de convencerlo Rosalie.

- ¡No te creo! – la presiono él.

- ¡¡Es cierto maldita sea!!, no me mires así, como si yo fuera la culpable – le recrimino ella. – ¡mierda! ¡Hasta le di un arma para que se defendiera por si aparecía el bastardo!

- ¿Porque la persigue Rosalie?¿ porque?

- Ella nunca habla de eso, nunca nos lo ha dicho Jacob. – Rosalie decía la verdad, él lo sabia, no valía la pena intentar sacarle más porque eso era todo.

Fin del Flash back.

Trato de pensar en otra cosa, se levanto de la cama mientras encendía el televisor con el control a distancia y lo coloco en el canal de las noticias.

- …conversación con el actual alcalde de Forks, el señor Oliver Hogroff, quien hace algunas horas acaba de tomar posesión de la alcaldía, por haber ganado con mayoría de votos las elecciones de este año – decía la reportera, mientras a Jacob la bilis se le subía del estomago a la garganta. No podía ser que ese maldito narcotraficante ganara las elecciones, ¡¡y él no había hecho nada para impedirlo!!.

Camino hacia su mesita de noche para tomar su celular y llamar a Sam, pero entonces el teléfono sonó, haciéndole ver que era una llamada entrante, de un número desconocido. A Jacob el corazón le comenzó a palpitar alocadamente, tal vez era Renesmee. Atendió con rapidez.

- ¿Renesmee? – preguntó él esperanzado.

- No, no soy Renesmee, pero si te sirve de consuelo, ella en este momento se encuentra muy bien, preparándose para un viaje romántico conmigo. – se escucho una carcajada del otro lado.

- ¡¡MALDITO!! ¡¿Donde la tienes?! no te atrevas a tocarla pedazo de… - la voz lo callo.

- ¡Basta! Tú aquí no tienes el poder. Así que olvídate de ella, porque no regresaremos en un buen tiempo. – le dijo con maldad – te lo dije Black, te dije que te iba a destruir, y en cierta forma lo estoy haciendo – James hablaba con crueldad mientras Jacob deseaba tener en frente para patearle el culo – pero no te preocupes, aun no he acabado contigo, cuando regresemos de nuestra Luna de miel te daremos otros regalitos mas, te prometo que te gustaran – las carcajadas brotaban del auricular, y con eso tranco la llamada.

A Jacob el cuerpo se le paralizó, ese bastardo se la había llevado, la había secuestrado, y él no tenía ni la más remota idea de donde estaba ella.

Levanto el brazo para estrellar el teléfono contra la pared pero luego pensó que lo necesitaría, se conformo con patear con fuerza la mesita de noche, esta se despedazo, y la madera voló por los aires, el vaso de agua se desparramo por el suelo, haciendo que el vidrio y el agua salpicaran por todos lados.

Desesperado, y decidido a aferrarse a la única esperanza que tenia marco al único numero que se sabia de memoria. El de Renesmee.

Sabia que el teléfono permanecía apagado, porque tenia la costumbre de llamar por las noches, haber si algún día lograba tener suerte y lograr que le contestara, pero no, siempre caía directo a la contestadota. Sin embargo Jacob comenzó a respirar con dificultad cuando se dio cuenta que el celular repicaba.

- ¿Alo? – no era la voz de Renesmee.

- ¿Donde esta Renesmee? – pregunto violentamente, a esas alturas ya nada le importaba.

- ¿Quien?...¿quien habla?

- ¡¡¡Donde esta Renesmee!!!, ¡donde la tienen!

- ¿Rene?…¡Ah!, esa chica – termino de caer en cuenta el vejo hombre - estoy preocupado por ella… ¿Con quien hablo? – la voz del viejo sonaba algo lejana.

- Soy su novio, ¿porque tiene usted su teléfono? – estaba a la defensiva.

- ¿Su novio? – el viejo se quedo callado por un momento.

- Dígame donde esta por favor, se lo ruego. – la voz desesperada de Jacob pareció sacar de trance al viejo, que al parecer se encontraba reflexionando sobre algo.

- No entiendo nada, ayer encontré a esa chica desmayada en el suelo del departamento que le rente, estaba desangrándose – Jacob enmudeció con aquello, y se aferro mas al teléfono, la tensión provocó que el teléfono medio crujiera bajo la presión de sus manos.

- ¿Co.. como que desangrándose?

- Si, estaba pálida, pensé que había muerto, hasta que llego un hombre rubio junto con otros hombres que parecían ser sus escoltas, el rubio me pago y me aseguro que era su novio, dijo que no me preocupara, que la llevaría a un hospital. Y se la llevó. Yo encontré hace unas pocas horas este teléfono. – Jacob no quiso saber más.

- ¿Donde?... – trago en seco - ¿puede decirme donde esta? Quiero ir a buscarla, ella puede estar en peligro, esos hombres quieren matarla.

- ¡Dios querido!- se sorprendió el viejo – ¿de verdad?, ya me parecían raros esos tipos, - farfullo el viejo. - pues yo estoy en San Francisco, en Washington.

Jacob anoto la dirección exacta y colgó no sin antes agradecerle al viejo.

Hizo otra llamada.

- ¿Bella?

- ¿Jacob?

- Si soy yo, Bella se donde se estuvo escondiendo Renesmee todas estas semanas. Si... Bella escúchame por favor, no es la única noticia que tengo, me ha llamado James, me ha dicho que tiene a Renesmee, y ahora voy a ir a buscarla, ¿me oyes?, la traeré de vuelta. – le aseguró el, pero antes de ir a buscarla tenia que armar a su manada de lobos.
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Lamento no poder contestar las preguntas L como ya dije, ha sido una semana fatal. Bueno nenas, paciencia, pronto estos dos estarán juntos J y si la Mandy no se salio con la suya, ahora apareció el otro loco, James, mierda, ojala Jake la encuentre a tiempo. Bueno ¿que opinan?, yo estoy ansiosa de escribir el cap de reencuentro Jake-Nessie. Ojala ese reencuentro sea antes del viaje, porque si es después… Me va a doler mucho L
Perdonen si cometí alguna burrada, siempre se me sueltan algunos cabos L bueno Bye  J