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Hola! este blog esta creado para todas aquellas personas que como yo, adoran leer hasta madrugar con la compañia de un café con leche, bienvenidos al lugar donde le doy rienda suelta a las locuras e incoherencias que habitan en mi cerebro, las compartire con ustedes para que se contagien y le pongan a sus vidas un toque de excentricidad. Les advierto que el contenido de este blog posee escenas sexuales y lenguaje del mismo índole. Asi que estan advertidos queridos lectores.




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miércoles, 26 de octubre de 2011

Placeres Oscuros: Capitulo 9: La fiesta.



Placeres Oscuros

Los personajes no me perteneces, son de Stephenie Meyer, pero la trama es de mi invención.

Él es el Rey de su raza, y no desea ser atado a nadie, esta dispuesto a asesinar para conservar su libertad, pero inevitablemente se verá atado a ella mediante una fuerte conexión que atenta contra sus propias leyes, y contra su rebelde alma. ¿Que hará? ¿Podrá asesinar a aquella mujer que amenaza con destruir su independencia? ¿Que incluso amenaza con acabar con su reino?

Capitulo 9: La fiesta.

El sol resplandecía en el cielo, tan radiante y rebosante de luz, el viento viajaba ligeramente hacia el norte, refrescando a quienes trabajaban y paseaban por los jardines del castillo, donde los jazmines, las rosas y tulipanes adornaban cada extensión del verde paisaje que rodeaba el majestuoso hogar del Rey. Renesmee se encontraba sentada en las piernas de Jacob, mientras este daba pequeños besos en su cuello.

- ¿Te gustaría ir a una fiesta conmigo? – le pregunto mientras la abrazaba por la cintura, Jacob estaba sentado en la suave hierba, bajo la sombra de un árbol muy grande, el canto de un Ruiseñor resonaba en los alrededores, haciendo que ese momento se sintiera totalmente irreal.

- ¿Que clase de fiesta? – quiso saber ella.

- Una donde te pueda presentar ante la sociedad. – decía acariciándole el cabello.

Renesmee abrió mucho los ojos y volteo a mirarlo, él le sonreía calidamente.

- ¿Para que quieres hacer eso? – pregunto sin aliento, no podía creer lo que estaba oyendo.

- Quiero que aprendas a desenvolverte en mi mundo. – le sonrío nuevamente, mirándola a los ojos.

- ¿De verdad quieres eso? – aun no podía creerlo, ¿hablaba en serio?

Jacob se carcajeo un poco.

- Deberías ver tu rostro en estos momentos. – ella le golpeo la cabeza con la mano para que dejara de reír.

-¡Tonto! – Después ella se mordió el labio inferior con nerviosismo.

- ¿Que pasa cariño? – pregunto Jacob al notarla un poco incomoda.

- Que…- no sabia como formular la pregunta sin causar molestias en Jacob. – ¿que dirás cuando te pregunten quien soy?.

Jacob fue asechado por sus grandes y bellos ojos marrones.

- Ah… pues, eso te lo digo después – ella lo miro con ansiedad.

- No, quiero saberlo ahora. – exigió.

- No te apures, todo con calma – sugirió él inocentemente.

Pero lo menos que tenia ella era tiempo, y calma mucho menos. Las divinidades le habían exigido a Sara hace más de una semana la pronta unión entre Jacob y Renesmee, cuando Sara le informo a Jacob, este soltó una retahíla de maldiciones en contra de las divinidades y sentencio que haría las cosas como se le diera la gana.

Aunado a ello los resultados de los análisis de sangre confirmaron las sospechas de embarazo, y Sara no paraba de decirle a Renesmee que Jacob debía casarse pronto con ella, pues la gente comenzaría a hablar mal, y eso perjudicaría su imagen como futura reina de Garnicov.

- ¿Piensas que es correcto hacer esto? – suspiro ella pensando en todos los obstáculos que habían entre ella y Jacob.

- ¿Exactamente que es lo que no seria correcto? – frunció el ceño Jacob, pego la espalda de ella a su pecho y se reclinó en el árbol.

- Pues… - ella se mordió el labio inferior nuevamente – que soy una humana, y todos ellos serian…

- Vampiros… - termino él la frase – ¿tienes miedo de ser atacada?

- ¡Ja! – Soltó ella con sorna – después de haber sido atacada por ti, lo dudo.

- Yo no te ataque – se defendió él rodeando con su brazo su cintura.

- Pero estuviste a punto de hacerlo, pensé que me succionarías toda la sangre, y que me dejarías seca, tenías aspecto de querer matarme. – le recrimino a modo de burla.

- Lo siento. – se disculpo riendo un poco, recordando aquella mañana cuando la había asustado.

- No importa, ya me las pagaras – Ambos rieron con complicidad. – ¿Entonces donde será esa fiesta?

- Aquí, en el castillo. Seremos los anfitriones.

- Oh ¿de verdad? – Se emociono – ¿puedo ayudar? – ella parecía una niña pequeña en navidad.

- ¿Quieres hacer eso? – Renesmee asintió con vigor – esta bien - contesto acariciándole una mejilla. – Sara es la encargada de todo, la idea fue de ella, y yo estoy de acuerdo.

Después de ese maravilloso día con Jacob, transcurrieron otros, muchos más agradables. Jacob solía invitarla a desayunar todos los días en los exóticos balcones del castillo, pero solía comer poco pues en las mañanas cuando ingería algún alimento, automáticamente lo vomitaba, Jacob había insistido en que se quedara en cama a descansar, por si resultaba ser alguna infección estomacal, pero obviamente ella se negaba.

Las tardes se las dedicaba a Sara y a sus clases diarias, ya Renesmee sabia la manera adecuada para saludar a una persona formalmente, como comer correctamente, vestirse, hablar, entre otros. Asimismo cuando no estaban  en clases, o con el hombre encargado de preparar la fiesta, haciéndole sugerencias, y haciendo compras, estaban en las casas hogares del pueblo, llevándoles ropa, comida, juguetes, entre otros, a los niños que allí habitaban.
Renesmee solía entrar a las habitaciones los domingos a ayudar a los niños a hacer la limpieza, los ayudaba a vestirse y les hacia preguntas sobre su vida en el orfanato, quería asegurarse que los niños eran bien tratados en los hospicios del pueblo.

Pero no todo allí era felicidad, la mayoría de los niños se sentían un poco abandonados, pues la falta de una madre que los amara se reflejaban en sus pequeños ojos tristes, Renesmee se identificaba mucho, cuando era niña solía pensar todas las noches que su madre un día iría a buscarla y se la llevaría con ella, para vivir juntas y ser felices para siempre como en los cuentos de hadas, pero aquello nunca ocurrió, y sabia que cada uno de esos niños soñaban o habían soñado alguna vez lo mismo.

Para compensar un poco aquella tristeza Renesmee solía ir muy a menudo a jugar con ellos, cuando era niña le entristecía no poder jugar con sus compañeros pues su defecto en la pierna le impedía correr, y jugar con esos niños aunque aun seguía con el mismo impedimento, le hacia sentir recompensada.

A veces se colaba en los salones de clases y los niños se reunían a su alrededor para oír los cuentos que una vez ella había oído, pero invertía los papeles de los personajes, en esas historias las princesas eran quienes salvaban a los príncipes, y las mujeres no besaban a los sapos para convertirlos en hombres, los hombres malos eran besados por brujas malvadas para convertirlos en sapos, también las mujeres sabían pelear y se defendían muy bien de aquellos que querían hacerle daño, al final, el amor vencía al mal y príncipe y princesa tenían su final feliz. A los niños les parecía muy gracioso y reían mucho con las historias, terminaban aplaudiendo y pidiendo otra historia mas, así Renesmee pasaba la mayoría de las tardes.

Pasadas algunas semanas los preparativos de la fiesta ya estaban listos, el encargado había culminado la decoración del salón de fiestas del castillo, las invitaciones ya habían sido enviadas a la clase alta de la comunidad vampiro de Garnicov, y a algunos personajes importantes de la época, solo faltaba que llegara el día.

- ¿Que haces? – preguntaba Sara a Renesmee cuando entraba a su habitación.

- Estoy más gorda – evalúo ella mientras abría con timidez la bata de baño y se observaba el cuerpo en el espejo.

- Es obvio, estas embarazada. – contesto Sara sonriéndole, mientras Renesmee se acariciaba el vientre.

- Si, pero me preocupa que Jacob lo note – cerro la bata de baño y camino hacia la cama para vestirse con un precioso vestido color malva.

Sara suspiro algo cansada, todo aquel asunto la tenia de los nervios.

- Sapientia me ha dicho que puede interceder por ti ante Jacob cuando decidamos decírselo. – le informo, Renesmee medito aquello y concluyó que no seria lo mas adecuado.

- Jacob no confía en las divinidades, creerá que ellas también lo engañan. – dijo con tristeza tocándose otra vez inconcientemente el vientre, mientras tenia la mirada perdida en los jardines del castillo.

- Bueno querida, no te aflijas – sugirió la reina al ver el rostro entristecido de ella.

- ¿Como no hacerlo? Jacob no quiere ser padre, y yo estoy tan feliz de tener a mi bebé en mi vientre, que ocultarlo me duele. – susurro aun con la mirada perdida en el paisaje pero ahora con una lagrima rodando por su mejilla derecha.

- Encontraremos una solución, Jacob lo aceptara. – Renesmee volteo a mirarla sin creerle, pero igual agradeció el gesto de su amabilidad.

El día de la gran fiesta llegó y los invitados llegarían en la tarde para quedarse durante 2 días en el castillo. Renesmee había utilizado la mañana para vestirse, maquillarse y peinarse, con ayuda de las mejores modistas recomendadas por el encargado de la fiesta. Al final de la mañana Renesmee lucia un espectacular vestido, con encaje blanco en los hombros y brazos, y a partir del pronunciado escote hasta los tobillos con una tela vaporosa color lila, que le quedaba ajustado del busto a las caderas, resaltando su curvilínea figura. Su largo cabello cobrizo caía en cascadas rizadas por sus hombros y espalda, pequeños mechones de cabello bailaban libres sobre sus ojos y al lado de sus mejillas le daban un aspecto inocente que no había premeditado, su maquillaje consistía en un labial rosa y algo de rubor, mientras que sus joyas eran sencillas pero la hacían ver muy hermosa, tenia un par de diamantes por  zarcillos que le había regalado Jacob hace poco días y un sencillo collar con un pequeño cristal transparente, sus zapatos, tacones blancos muy bajos por recomendación del doctor Cullen.

Las personas comenzaban a llegar, lo noto cuando se asomo a la ventana y observó los carruajes de algunos invitados, los sirvientes se apostaban en la entrada del castillo para ayudar a bajar a las damas de sus transportes, Renesmee decidida había salido de su habitación para buscar a Jacob, pero al llegar a su habitación no lo encontró – quizás estaba recibiendo a los invitados -  pensó ella.

Cojeo un poco al bajar por las escaleras, y cuando llego a la entrada del gran salón observo como los invitados ingresaban a este en grupos. Había asistido mucha gente, no dudaba de la popularidad de Jacob, pero realmente le sorprendía la cantidad de gente que había acudido a la invitación.

La gente antes de entrar al salón se le quedaban viendo extrañados, preguntándose quien era, Renesmee suponía que todos ellos se conocerían, y la única anónima era ella. Observo con timidez la marcha de las elegantes mujeres con trajes extravagantes de diversos colores, otras como ella habían elegido ir sencillas y cómodas.

Los hombres que habían ido sin compañía eran los más atrevidos, pues al pasar al lado de ella solían picarle el ojo, dedicarle sonrisas, y miradas descaradas, Renesmee suponía que lo hacían porque estaba sola, pero si estuviera Jacob a su lado, estaba completamente segura que no harían lo mismo.

Buscaba con la mirada a Sara, pero no la encontró, decidió ir al despacho, quizás allí encontraría a alguno de los dos, sin ellos se sentía perdida en esa multitud.

Cuando Renesmee dio el primer paso para avanzar, una mujer que la miraba se mostró ofendida por su manera de andar, demostró su incomodidad comentándole horrorizada a su acompañante, quien enseguida la miró y se carcajeo, obviamente aquello le causaba gracia.

Renesmee sintió como las miradas se clavaban con más fuerza en ella, un frío le envolvió el cuerpo y de nuevo esa sensación de rechazo venía a su mente, levanto la barbilla e ignoro a la multitud curiosa y cojeo por el corredor hasta llegar al despacho de Jacob.

 Toco la puerta y escucho un “entre”, cuando ingreso al lugar Jacob estaba algo atareado con algunos pergaminos.

- Amor – el cansado rostro se le ilumino al verla, se levanto para llegar hasta ella – estas preciosa.

Renesmee se ruborizo con las palabras de Jacob, quien presiono sus labios contra los de ella, para darle un suave beso en los labios.

- ¿Por que estas trabajando a estas horas Jacob? – le pregunto acariciándole una mejilla. – la fiesta esta por comenzar, te están esperando.

- Lo correcto seria decir que nos están esperando – le sonrío. – Es que estoy preparando algunos decretos, necesito entregarlos al secretario.

- Ahh Jacob, quería hablar contigo sobre algunas cosas. – le dijo algo ruborizada.

- Dime cariño.

- He estado visitando los orfanatos del pueblo, y pues he notado algunas deficiencias – Jacob la miraba con interés. – ¿Seria posible apoyar a los jóvenes que  se hacen mayores para estar en un orfanato? Es decir, cuando ya se hacen mayores para vivir en estos sitios, pues no tienen a donde ir, ni con que mantenerse, ¿seria posible construir un refugio para ellos? Mientras consiguen un empleo y puedan mantenerse por si mismos. – lo miró con ruego – por favor.

- ¿Que hiciste tú cuando saliste del orfanato? – quiso saber Jacob.

-   Pues – ella frunció el ceño recordando. – busque empleo antes de salir del orfanato, pero nadie quería darme uno, las monjas ya no podían darme hospedaje, así que tuve que marcharme, dormí por un tiempo en las calles, hasta que una señora me ofreció hacer la limpieza todos los días en su casa, y así pude pagarme una habitación y comida. – termino ella.

En los ojos de Jacob había un rastro de dolor por ella.

- Ya ha pasado amor, no lo conté para que te sintieras mal, sino para que hagamos algo, hay muchos que pasan por lo mismo, quiero ayudarlos. – le rogó acariciándole una mejilla.

- Por supuesto – Jacob la miro con una luz de entendimiento, y de repente se le ocurrió una idea. – incluso podría dar una suma de dinero a cada comerciante del pueblo para que expandan sus negocios, con la condición de que le den empleo a estos jóvenes, ¿que te parece mi amor?.

- ¡Maravilloso! – brinco ella de la felicidad, con empleo y un techo asegurado ellos estarían bien. – eres maravillosos, te amo.

Ella lo beso con entusiasmo mientras Jacob la pegaba más a él.

- Tú eres maravillosa, eres un ángel – la miró con adoración, con el dedo índice le acaricio los labios. – siempre piensas en aquellos que te rodean, adoro esa cualidad en ti.

- Basta, harás que mi rostro compita con el color de esa hermosa capa que llevas. – dijo señalando con el mentón su capa con el escudo familiar que demostraba que era de la realeza.

- Ya esta de ese color – se carcajeo, ella rodó los ojos. – mmm…- musito eróticamente, acariciándole la cintura - insisto, te ves deliciosa con ese vestido, estas mas… - Jacob la analizo con mas detenimiento, enfocándose mas en sus caderas.

Renesmee se tenso, seria mejor distraerlo.

- ¿vamos a la fiesta? – pregunto apresuradamente, mientras inconcientemente se tocaba el vientre, como sintiendo la necesidad de proteger a su bebé.

Jacob frunció el ceño, pero entonces se relajo y accedió.

Recorrieron el pasillo charlando amenamente, Renesmee colgada del brazo de Jacob, y este regalándole esas maravillosas sonrisas que él sabia mostrar, hasta llegar a la entrada del salón.

Cuando las puertas se abrieron para darles la bienvenida, Renesmee se asusto y comenzó a temblar, no esperaba que el recibimiento fuera tan exuberante.

La multitud entera los miraba mientras avanzaban.

- Calma amor – le susurro Jacob acariciando la mano de ella que se apoyaba en su brazo.

- Son muchas personas – se quejo mientras sudaba frío.

- No te preocupes, en unos minutos te acostumbraras. – le aseguro él.

Avanzaron por una alfombra roja que estaba en la mitad del salón, las personas sincronizadamente hicieron una reverencia conforme ellos caminaban y veían a Jacob extasiados, con admiración, pero cuando dirigían la mirada a su acompañante fruncían el ceño, Renesmee lo notó y el nerviosismo aumento. Lo peor es que no se conformaban con lanzarle miradas incomodas, también cuchicheaban entre ellos a modo de burla.

Jacob comenzó a notar las malas caras de las personas, volteo a mirar a Renesmee quien comenzaba a verse arrepentida de estar ahí, su mano resbalaba poco a poco, como si quisiera zafarse de él e irse corriendo de allí, sus mejillas estaban increíblemente rojas, y miraba al suelo.

Jacob molesto le tomo la mano con seguridad y la engancho mas en su brazo provocando que su cuerpo se pegara mas al de él, ella volteo a mirarlo sorprendida y pudo ver como lanzaba miradas furiosas a la multitud, quienes como si de una alarma de peligro se tratara, dejaban de mirar a Renesmee y se concentraban de nuevo en el Rey.

Ella se sintió mas relajada cuando se dio cuenta que no era totalmente el centro de atención.

- Malditos imbéciles – susurro Jacob para si mismo.

El salón estaba decorado elegantemente, cortinas de terciopelo rojo hacían juego con otras de seda blanca, majestuosos muebles de los mismos colores estaban apostados en las esquinas de los salones, enormes mesas donde se exhibían los banquetes exóticos, se ubicaban a lo largo de la sala, el menú abarcaba comida de todos los continentes, Asiático, africano, europeo, americano y Oceanía, ramos de rosas blancas, rojas y rosadas engalanaban el salón haciéndola ver irreal. Jacob hizo un gesto con la mano para indicar a la gente que podía seguir divirtiéndose, y así lo hicieron, pronto el salón nuevamente se lleno de voces, risas, y música clásica en vivo.

- Creo que seria mejor irme a mi habitación. – comento Renesmee algo avergonzada, no había previsto una situación así.

- ¿A tú habitación? – Jacob frunció el ceño – ¿para que?

Ella se aparto un mechón de cabello de los ojos.

- No quiero avergonzarte mas – musito observando tímidamente como un grupo de mujeres que estaba justo al frente de ellos volteaban a mirarlos. Aquellas mujeres le echaban miraditas descaradas a Jacob mientras que a ella la observaban como una intrusa, como alguien que no debía estar allí.

- ¿Quien te ha dicho que me avergüenzas? – la miró con incredulidad.

- Es obvio – Renesmee sentía que se ahogaba, nuevamente la atención estaba en ella. Dios, como odiaba toda esa gente asechándola, el desprecio en sus miradas y gestos era como un castigo por ser defectuosa, por no cumplir con el estereotipo de perfección que iría muy bien al lado de la figura de Jacob, por estar en el lugar donde no debía estar una pobre coja, Renesmee pensaba que hasta una cucaracha tendría mejor autoestima que ella en ese momento.

- Pues no estoy de acuerdo contigo, yo me siento muy bien, no me importa lo que piense esta bola de hipócritas – sentencio Jacob tomándola por la cintura y pegándola mas a su costado.

Por ese simple acto la gente comenzó a escandalizarse un poco, y a murmurar más fuerte.

Jacob los ignoró.

– A ti tampoco debería importarte, y no permitiré que te vallas de aquí. – finalizó él. – vamos, te presentaré a las únicas personas que valen la pena conocer en este lugar.

Jacob comenzó a pasearse por el salón llevando con a Renesmee con orgullo. Ella conoció gracias al Rey a algunos personajes de renombre de la época, el señor Harold Johnson asesor político de la realeza, no solo de Garnicov, también de otros países, un hombre sumamente gordo y serio, pero muy amigable, Amílcar Mistral, pintor y humorista, hizo reír a Renesmee hasta llorar, su presencia era muy agradable, la Condesa de Montmour, una mujer muy inteligente, conocedora de mundo,  Renesmee se enfrasco en una charla muy amena sobre las posibles soluciones ante la pobreza en los pueblos mas humildes del mundo, al final la mujer estaba encantada con ella, Jacob la veía con orgullo, su pecho se inflaba de solo estar al lado de su mujer. Así la fiesta trascurrió entre charlas, presentaciones y demás.

- Y este es el doctor Cullen – decía Jacob mientras señalaba cortésmente a Carlise – a quien por supuesto ya conoces.

- ¿Como esta usted? – saludo Carlise con una reverencia.

- Por favor no, no soy nadie para que me haga reverencias – le rogó ella – y dígame solo Renesmee.

Carlise impresionado por tanta sencillez le sonrío con afecto.

- Ah, le presento a Bella Cullen, mi nuera – Renesmee antes de que Carlise presentara a la pequeña mujer de cabellos y ojos chocolate, ya la había notado. Desde que había llegado al salón, aquella mujer no despegaba sus ojos de ella, era como si la estuviera vigilando, la miraba con cierta ansiedad. Ahora que la veía más de cerca, podía detallarla, tenía la piel pálida, pero era increíblemente hermosa, su mirada era totalmente angustiosa, como si no pudiera creer lo que estaba viendo, era la misma expresión que el doctor Cullen había adoptado cuando la vio por primera vez.

- Es un placer – le sonrío Bella Cullen con cierto nerviosismo.

- También es un placer para mi – a Bella le brillaron los ojos cuando la escucho hablar.

- Eres…- La pequeña mujer no apartaba la mirada de ella, estaba… ¿Sorprendida? – tan hermosa… - Renesmee comenzó a sentirse incomoda de nuevo. – tu pad… a Edward  le gustaría conocerte.

Carlise la tomo suavemente del antebrazo.

-Ahora no Bella, quizás después – le susurro este al notar la incomodidad de Renesmee – Edward es mi hijo y es el esposo de Bella. – le aclaro a Renesmee con una sonrisa.

Pero Renesmee no entendía porque ese tal Edward estaría interesado en conocerla, tampoco entendía el raro comportamiento de Bella.

- Lo siento, si te he incomodado – se disculpó ella, Jacob veía de un lado a otro extrañado, él tampoco entendía nada. – es solo que me recuerdas a alguien.

Y entonces Renesmee entendió, su parecido con algún familiar de ellos debía ser la causa de tal comportamiento.

- No se preocupe – sonrío ella con cordialidad.

- Tal vez si no te molesta, ¿podría venir a visitarte, y charlar un poco? – pregunto Bella con esa ansiedad de nuevo, la esperanza se reflejaba en su rostro.

- Por… por supuesto – respondió algo nerviosa Renesmee.

- Gracias, eres muy amable – le dijo con cierta emoción.

- Ah pues, no es nada, también me vendría bien conocer a alguien fuera de este castillo. – le musito.

- ¡Caramba! – Alguien se carcajeaba detrás de ellos – pero si es el Rey mas  polémico de la historia de Garnicov.

Jacob se volteo a ver quien le hablaba de esa manera. Se carcajeo cuando reconoció quien era.

- ¿Emmett? – Pregunto sonriendo – maldición vampiro, eres un soberano dolor en el culo – las mujeres que estaban a su alrededor se escandalizaron, pero Bella y Renesmee se miraron y rieron con complicidad.

- No, de ahora en adelante soy el Real dolor en el culo, ya sabes, soy amigo del Rey, algo de la realeza debo tener. – Jacob se acerco y le dio un abrazo amistoso.

Jacob le presento a Renesmee.

- ¿Oooohh ya te han puesto la soga amigo? – se burlo Emmett, mientras Renesmee se ruborizaba.

Después de la extraña conversación, Sara llego hasta ellos después de dar su respetivo paseo por el salón saludando a sus invitados. Renesmee hablaba sobre su comida favorita con Bella, quien se mostraba increíblemente interesada con todo lo que ella tenía que decir, cuando Sara la aparto del pequeño grupo excusándose con ellos.

- ¿Que ocurre Sara? – pregunto Renesmee extrañada.

- Creo que deberías descansar un poco- le dijo segura – llevas mucho tiempo parada. Vamos a la cocina a que te tomes un jugo de naranja, remolacha y zanahoria sugirió.

Renesmee la veía con cara de desconcierto.

- ¿Me estas hablando en serio? -  pregunto sin creérselo todavía.

-¡Por supuesto! – luego susurro – estas embarazada, de un niño que no sabemos si será vampiro o humano, o… - fruncía el ceño.

- ¿O que? – quiso saber ella.

- O un niño enfermo por culpa de una madre que no tomo vitaminas! – soltó exasperada. Y entonces la arrastro hasta la salida del salón.

-Sara no estoy enferma! – le murmuro tratando de no alertar a la gente.

- Claro que no, estas embarazada, vamos niña muévete – decía jalándola suavemente del brazo.

Quince minutos después Renesmee huía de Sara por un pasillo oscuro del castillo, la había obligado a tomarse media jarra de ese asqueroso jugo, y además pretendía hacerla tomar un jarabe “vitamínico” que le había recetado Carlise, esa cosa pegostosa olía a pescado, el olor le provocó nauseas, así que huyó del lugar con la excusa de ir al baño.

Ya más calmada camino con tranquilidad por el pasillo, cuando escucho unas voces que discutían.

- ¿Que haces aquí?, nadie te ha invitado – decía duramente la voz de Jacob.

- Jacob por favor, he venido a darte buenas noticias. – escucho la voz de esa odiosa mujer.

- No me interesa Leah, no me ha gustado la  forma en como trataste a Renesmee – recrimino el moreno.

- ¿Ahora te duele como la trate? – preguntó incrédula, Renesmee se había parado en seco en una esquina, solo podía ver las sombras que proyectaban las antorchas en una pared que tenia frente a ella, su respiración bajo de intensidad, necesitaba escuchar con atención.

- Es mi pareja, ¿que esperabas?

- ¡Yo soy tu pareja! ¡No ese fenómeno!

- ¡Cállate! ¡No le digas así!
- ¡¿Que demonios te pasa?!, te has vuelto loco?, se suponía que no soportabas a esa humana.

Al oír aquello Renesmee sintió un fuerte dolor en su corazón, toco su vientre para autoconsolarse.

- Eso era antes, ahora vivo otra realidad. – puntualizó Jacob con seguridad.

Se escucho una respiración agitada y Renesmee pudo ver como la sombra de Leah se fundía con la de Jacob.

- Amor, he hablado con Tenebrae – le susurro ella aferrándose a su camisa.

Todo se quedo en silencio por un minuto, Renesmee se preguntaba quien era ese tal ¿Tenebrae?

- ¡¿Estas loca?! – Casi grito Jacob – ¿como se te ocurre?… - el histerismo se notaba en su voz.

- Él es el único que puede romper ese lazo que te une con la humana, podemos invocarlo y él lo hará Jacob, se lo pregunte, y dice que hará lo que el Rey le plazca. – Leah hablaba con rapidez, y a Renesmee se le hacia difícil seguirla, pues todo lo decía en susurros. – sabes que odia a las divinidades, igual que tú, y ya hace siglos que les declaro la guerra, él podrá con esto, si te liberas de esa humana, será como dejarles a ellas bien en claro que no pueden decidir en tú vida.

- ¡Sabes que ese ser no hace nada gratis!, ¿de verdad crees que no me cobrara el favor con algo peor?, ¡además ya no quiero separarme de Renesmee! – le soltó con ira.

- ¡Que dices?

- ¡Lo que oyes!, la amo.

Leah soltó una retahíla de maldiciones.

- ¡Maldito imbécil! – le grito. – ¡no puedes hacerme esto!

- ¡Leah debes entender! Yo no te amaba, estaba contigo porque me sentía solo.

- ¡Me utilizaste!

-Tú también lo hiciste, ¡no te hagas la victima! Ambos nos acompañábamos en la maldita miseria.

- ¡Claro! – Decía con odio – ¡ahora tú has encontrado a alguien! Y yo estoy sola de nuevo.

- Eso no será durante mucho tiempo, ¡mírate!, eres una mujer bellísima.

- ¡Yo no quiero a nadie mas! Te quiero solo a ti.

- No pued…

- ¡Solo te diré una cosa! – hablo para interrumpirlo, y luego le susurro. -  cuando veas que esa humana no es lo que piensas vendrás a mi de nuevo, así que todavía esta en pie la oferta de romper el lazo, estaré estos días en tu castillo, nos vemos. – y se marcho.

Minutos después Jacob refunfuñando se marcho.

A Renesmee el corazón le latía a mil por hora, una solitaria lagrima rodaba por su mejilla derecha. ¿Seria eso posible?, ¿romper el lazo?, ¿seria Jacob capaz de hacerlo una vez que se entere de su embarazo?, dios ella esperaba que no fuera así, porque no podría soportarlo, la destruiría totalmente, ella ya no podía tener una vida sin él.
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Hola niñas J espero les halla gustado este cap, siento no haberlo escrito en el fin de semana, pero pensé que podría escribir un cap de ambas historias en un fin de semana, y me equivoque, escribí primero LVE y no me quedo tiempo para PO L bueno, ¿que tal les pareció? ¡DIOS! ¡¡¡NO PUEDO CREER QUE HALLA UNA MANERA DE ROMPER EL LAZO!!! ¡Y descubierto por Leah! ACLARO TENEBRAE ES HERMANO DE LAS DIVINIDADES, PERO ÉL ES LA REPRESENTACIÓN DE LA MALDAD EN EL MUNDO VAMPIRICO.

Por otra parte ¡OMG! ¡Bella Cullen! ¡Apareció! ¿Que tal? demasiadas emociones en un día jejeje.

Bien, niñas no se si este fin de semana este en casa para escribir el próximo cap, me han invitado a tantos lugares para pasear que no me puedo resistir, no estoy segura, pero si este fin no salgo de mi casa les aviso publicando un cap por supuestoJ besos mis princesas! Satisfagan sus placeres mas oscuros soñando con el Rey Jacob hahahaha, bye.

viernes, 21 de octubre de 2011

La vida es...Capitulo 16: Fantasmas.




Los personajes no me perteneces, son de Stephenie Meyer, pero la trama es de mi invención. Esta historia tiene contenido Lemmon, si no te gusta, o eres menor de 18 años, por favor no lo leas.
Reneesme vive atormentada por su pasado, los secretos que oculta atentan contra su vida, que pasara cuando Jacob entre a su vida causándole un gran desorden? acompáñalo a descubrir los secretos de Reneesme.

Capitulo 16: Fantasmas.

Capitulo completo

-¿Qué demonios haces aquí?- Edward tenia los ojos como platos al ver a Jacob bajando de la habitación de Reneesme a la sala Cullen.

-¿Jacob?! -  Grito Bella asustada, soltando la envoltura de un regalo que tenia sobre la mesa – ¿como es que…? ¿Que haces aquí?.

-Bella, ¿donde esta Reneesme? –  Jacob se acerco a ella con paso decidido, no tenia miedo de que lo echaran a patadas de allí, necesitaba saber.

-¿Estabas en la habitación de Reneesme?! – Pregunto con ira Edward-  ¡llamare a la Policía! ¡Esto es el colmo!

- ¡Reneesme no esta! Se fue, ¿sabes a donde fue Bella? – estaba desesperado, sabia que algo raro ocurría, cuando se despertó solo en la cama, había encontrado una carta con unas pocas líneas que había vuelto al revés toda su vida en un minuto.

Jacob:

Sabes que no soy buena con las palabras, por eso te pido perdón de la manera mas patética, pero a su vez, la mas sencilla que encontré… Esta carta.

Me voy de tu vida, porque no pretendo arrastrarte conmigo a la miseria. Debes entender que ya no tengo remedio, no hay vuelta atrás para mi, ni ninguna vía de salvación, he hecho mucho daño y me han hecho mucho daño.

Se que no estarás de acuerdo con mi decisión, y por eso no te dije la verdad. Quiero que sepas que nunca pretendí hacerte mal, porque me estaría lastimando a mi misma. Te extrañare con toda mi alma.

Gracias por enseñarme a ser feliz, espero haber dejado algo bueno en tú corazón.

Le pido a la vida que sea buena contigo.

Te amo…

Nessie.

-No – contesto Bella molesta y a la vez confundida. – ¡se supone que esta en su habitación!

-¿Usted sabe donde esta, no es cierto?, ¿a donde la llevo? – pregunto violentamente el moreno apretando los dientes, mientras le dedicaba una mirada furibunda a Edward.

- Es mi hija, no te debo explicaciones. – soltó con irritación.

- ¿Te has llevado a Reneesme? – Bella caminaba hacia su marido con la boca abierta por la impresión.

- Es por su bien Bella – contesto impasible.

- ¿Por que no me lo dijiste? – su voz sonaba débil, Bella tenia los ojos vidriosos, y las manos en puños.

- Porque no estarías de acuerdo - le contesto.

- ¡ES MI HIJA TAMBIEN!- termino gritando. Edward cerró los ojos por un momento, sabia que algo así sucedería.

- Reneesme no se opuso a mi decisión Bella. Hicimos un trato, ella se iría de este pueblo a estudiar medicina y yo dejaría en paz al malandrín este. – intento calmarla, haciéndole ver que no la había obligado.

- ¡Ella no esta bien Edward! Somos sus padres y debemos cuidarla en este momento, ¡no alejarla de nosotros! – razono Bella totalmente incrédula, con los ojos muy abiertos, su marido había cometido un gravísimo error y no se daba cuenta.

- Ella estará bien Bella, deja de preocuparte. – Pero Bella no podía creer lo que había oído, y no pudo hacer nada mas que sentarse en el sofá para no caer al suelo de los nervios.

- Por favor Edward… Reneesme no…¿que has hecho? – termino derrotada cubriéndose el rostro, lo que mas temía acababa de ocurrir, la habían separado de su hija, sin haber tenido la oportunidad de sanar a su familia.

- Señor, le ruego que me diga donde esta, solo quiero saber donde – rogó con precaución Jacob.

- ¿Crees que te lo diré? – Contesto con dureza – ¡la he sacado de este pueblo precisamente para alejarla de ti! ¡No quiero que te le acerques!

Bella comenzó a sollozar, sus lágrimas resbalaban de su rostro al piso.

- Por favor Bella, no llores, tenia que hacer algo, no permitiré que arruine su vida con este salvaje. – murmuro mirando con desprecio a Jacob.

-¡No soy ningún salvaje! – estallo Jacob. – ¡usted y sus malditos prejuicios me tienen harto!, ¿cree que soy malo porque no tengo dinero?, ¿porque en vez de un restaurante tengo un bar? ¡Váyase a la mierda! ¡Soy lo que soy por mi mismo! He salido adelante por mis propios medios, con mis propios recursos, ¡y eso vale! ¿Puede decir usted lo mismo señor Cullen? ¡A mi edad trabajo día y noche para poder pagarse una matricula en la universidad? ¿A mi edad trabajo usted para poder comer, vestirse, para poder vivir decentemente? ¡No! ¡Porque a leguas se nota que la vida no le ha costado trabajo! ¡Entonces no me juzgue sin conocerme!

Edward abrió la boca con frustración y la volvió a cerrar, trataba de articular algo inteligente pero ello no salía.

- Aun así no te diré donde esta – dijo con rencor en los ojos.

-Entonces tendrá que pagar las consecuencias de su egoísmo, y pagara caro. – le susurro acercándose a él.

- Mide tus palabras muchacho – le advirtió Edward.- Puedo romper el trato con mi hija sin que ella lo sepa, no estas exento, puedo hacer que te arrepientas hasta de haber nacido.

- Ella esta en peligro. – soltó sin remordimientos.

- ¿De que hablas Jacob? – pregunto Bella con el alma en la boca, levantándose violentamente del sofá.

- Hay un hombre que la persigue, no se porque, pero quiere hacerle daño – terminó él con seguridad.

Bella se tapo la boca y lanzo un pequeño grito al aire. Edward hizo un gesto tenso, y negó con la cabeza.

- Es mentira, a mi no me engañas. – Lo señalaba con el dedo acusadoramente - Quieres manipularnos para que hagamos lo que quieres. – se convenció.

- ¡No es mentira! James Hogroff, ¿sabe quien es?

-Por supuesto, el hijo del respetadísimo candidato a la alcaldía de Forks…- decía exasperado.

- Pues el hijo de su respetadísimo candidato es un narcotraficante, y persigue a Nessie. – Jacob estaba dispuesto a todo para conseguir el paradero de Renesmee.

- ¡¿Que?! – grito Bella horrorizada.

- ¿Pero que sandeces dices? Este hombre esta loco Bella, ¿como permitiste que se juntara con muestra hija?, he hecho bien en llevarla lejos de aquí. – Edward miraba a Jacob como si fuera un chiflado.

- ¡No! ¡Ha hecho mal! Ahora ese hombre la cazara y …

- ¡Cállate! No haces más que decir locuras. No quiero oírte – se giro y le dio la espalda para salir por la puerta de la casa.

- ¡Entonces llámela! – Lo atajo Jacob antes de que saliera - ¡Llame a Nessie y pregúntele donde esta! ¡Porque si de algo estoy seguro es que la conozco mejor que usted! Y se que no esta en el lugar al que la envío, ¡Eso puede jurarlo!

- ¡Por supuesto que esta allí! Y te lo voy a demostrar.

Edward saco su teléfono celular y marco un número, el teléfono comenzó a repicar. Jacob esperaba con impaciencia a que hablara y Bella estaba comenzando a tener un ataque de pánico, pues el cuerpo le temblaba de solo pensar que lo que había dicho Jacob fuera cierto.

- Buenos días, ¿seria tan amable de decirme si la señorita Reneesme Cullen se encuentra allí? – pregunto mientras fulminaba con la mirada a Jacob. Pero entonces su semblante cambio repentinamente, y su rostro palideció como una hoja de papel. – ¿como… como que no esta? ¡Tenia que haber llegado hace más de 3 horas! – se exaspero. – ¡No, ella salio a tiempo!... mire ¿olvídelo si? – y tranco el teléfono, enseguida se dispuso a hacer otra llamada.

- Es posible que el vuelo no halla salido a tiempo – se dijo para tranquilizarse. – Buenos días, el avión con destino a Phoenix de las 6:00 am ¿ha tenido algún retraso? – Frunció el ceño con desconcierto – no ha tenido ningún retraso – confirmo con voz débil Edward, Bella derramo una lagrima causada por el terror, y Jacob soltó una maldición por lo bajo. –  No gracias, adiós. –  termino la llamada con el miedo en los ojos.

- No es posible –  susurro pasándose la mano por el cabello.

Bella lo miraba ahora con ira

– Busca a mi hija y tráela de vuelta a casa Edward Cullen ¡o te juro que te arrepentirás! – le amenazó.

-Bella…

- ¡BUSCALA AHORA! – grito ella con los ojos bañados en lagrimas pero con el rostro enfurecido.
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Reneesme se encontraba en un pequeñísimo y viejo departamento en el pueblo San Francisco de Washington. Había encontrado el edificio en los clasificados de un periódico local, y lo había alquilado con el dinero que había ahorrado desde hace tiempo, cuando sabía que algún día necesitaría huir de casa. El dueño no hizo muchas preguntas, y lo más importante no quiso saber su edad.

Llevaba ya una semana en ese departamento. Salía cuando era necesario, y cuando lo hacia se disfrazaba con un pasamontañas ocultando su cobrizo cabello y una chaqueta negra demasiado grande para ella, pero la ocultaba muy bien. Sabía que el dinero se acabaría pronto, así que había decidido conseguir empleo en una pequeña tienda destartalada que vendía artículos viejos, esta se encontraba a una cuadra del miserable edificio en el que vivía.

Ese día 11 de septiembre, cumplía 18 años, por fin tenía la mayoría de edad que tanto había ansiado, y se encontraba sola, sin sus padres, sin sus amigas… sin Jacob.

Jacob… Ni siquiera había tenido el valor de botar el teléfono que le había regalado, cuando estaba a punto de hacerlo recordó la conversación que habían tenido hace un tiempo atrás.

Flash Back:

-Da igual, si decido fugarme solo botare el teléfono y ya – dijo ella para saber que pensaba él de eso.

-Pero al menos pensaras en mi cuando lo hagas, así como yo pienso en ti todo el día.- le contesto Jacob suavemente desde el otro lado del teléfono.

Fin del Flash Back

Sin embargo lo había apagado para evitar recibir llamadas y leer los mensajes que él le había dejado. Todo aquello dolía como el demonio. Dejarlo dolía, no soportaba pensar que jamás lo volvería a ver, quería salir corriendo a buscarlo, pero no podía ser tan egoísta.

Estaba sentada en la silla del desvencijado comedor, viendo la nada cuando escucho que alguien tocaba la puerta.

Se levanto lentamente, pues su cuerpo dolía demasiado, la enfermedad estaba avanzando cada día mas, y ella no hacia nada por evitarlo.

Miro por el ojo mágico de la puerta para ver quien era, debía ser precavida, se toco a un lado de la cadera para palpar el arma, nunca salía sin ella.

No conocía a la mujer que estaba detrás de la puerta, así que la abrió un poco. Era baja, de cabello negro largo, piel blanca y ojos color ámbar, traía un niño de unos 3 o 4 años dormido entre sus brazos.

- ¿Si? – pregunto Reneesme mirando a la mujer.

-¿Renesmee Cullen? – pregunto la mujer.

-¿Quien la busca? – Reneesme comenzó a respirar con rapidez, estaba asustada, ¿como sabia aquella mujer de ella?.

- La busca María… María de Black. – contesto alzando la barbilla.

¿Como había dicho aquella mujer? - ¿De… Black?

- Si, soy la esposa de Jacob Black, este es nuestro hijo, y vengo a hablar con ella. – finalizó con seguridad.

- Jacob no tiene esposa – hablo la cobriza con una repentina desesperación en el corazón.

- Entonces tú eres Renesmee – afirmo Mía mirándola de arriba abajo con interés, recorriéndola con sus fríos ojos.

- Jacob no tiene esposa -  repitió, ahora su voz salía con rudeza, tenia los dientes apretados, todo aquello tenia que ser una blasfemia, Jacob jamás le mentiría sobre algo así.

- Si la tiene – contesto María mirándola duramente, en sus ojos Renesmee pudo ver un destello de locura y posesividad – y soy yo. ¿Acaso te dijo que era soltero? – Rió como una maniaca, Renesmee miro al pequeño niño que cargaba, era igual a ella, no se parecía a Jacob, pero a ella si. Tenia el cabello abundante y negro, con una piel blanca y sus facciones eran iguales a la de la mujer que lo cargaba.

- Te presento a Ian Black – le dijo apretando al niño contra su pecho.

A Reneesme la cabeza comenzaba a darle vueltas, le dolía tremendamente, ¿Cómo podía Jacob tener un hijo y no habérselo dicho?.

- Te lo advierto perra, Jacob es mío, si vuelves a cruzarte en nuestro camino, ¡le diré todo lo que se de ti! ¡Drogadicta! – Le grito abriendo mucho los ojos.

Renesmee la miró con pánico. ¿Como sabia eso? ¿Como…?

- ¡Usted no sabe quien soy! ¡No sabe como sucedieron las cosas! – susurro, pues la voz se le estaba yendo al carajo.

- Mataste a tú amiga, y a tu novio también, ¡eres una asesina!  - María estaba enloquecida con la reacción de Renesmee, disfrutaba viéndola sufrir, y cuando su cabeza comenzó a doler provocando que la sangre se escurriera de su nariz hasta su barbilla, se carcajeo con más fuerza.

- Yo… no pude… - cerro los ojos con fuerza - Usted esta loca - susurro limpiándose la sangre – ¡lárguese! ¡Lárguese de aquí!! – le grito estampándole la puerta en la cara.

- Le diré a ese hombre que te busca donde estas desgraciada – le murmuro tras la puerta.

A Reneesme se le paro el corazón, y comenzó a sudar frío. Más sangre se escurrió de su nariz, sentía el cuerpo como un témpano de hielo, comenzó a temblar, todo aquello debía ser una pesadilla, tenia que serlo.

En todo caso debía irse de inmediato de allí, no podía arriesgarse, no podía… debía… debía irse, no quería que James la encontrara…

 Pero entonces respirar se le hizo difícil, y sintió como lentamente caía al piso para perder a conciencia.
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- Basta Jacob, levántate de allí – repetía Sam cansinamente con las manos apoyadas en su cintura.

Se encontraban en el bar Monasterio, a punto de cerrar el local, sin embargo Jacob había pasado toda la tarde bebiendo alcohol, para ese momento estaba totalmente borracho.

-No, quiero… - soltó un hipido – otra botella más de whiskey – pidió haciéndole señas  a Paúl para que le llevara una. Los movimientos de Jacob eran descoordinados y veía las cosas dobles.

-Olvídalo, no puedes ni caminar por ti mismo, vamos te llevare a casa. – sentencio Sam tratando de levantarlo de la mesa, metiendo sus brazos debajo de sus axilas, pero estaba muy pesado. – vamos Jacob coopera.

-¿Te ayudo? – pregunto Mandy corriendo a su auxilio, Sam solo asintió con la cabeza pues estaba tratando de mantener a Jacob de pie.

- Quiero otra… botella, necesito… - se safó de Sam y tambaleándose camino hasta una de las mesas que estaban cerca de él, tomo una botella medio vacía de ron y se la bebió de un solo trago.

- Jacob – gruño Sam obstinado. – ¡deja de beber! ¿Quieres caer en un coma etílico?

- Estoy comenzando a pensar que… - otro hipido -  deberíamos hacer una fiesta. – comento Jacob como si estuviera opinando sobre el clima, se sujetaba de la mesa para no caerse.

- ¿una fiesta? ¡Pero si acabamos de cerrar el bar! – decía Seth con cara desconcertada mientras limpiaba el suelo - a este ya se le salio un tornillo.

- Querrás decir todos los tornillos – Quill paso a su lado y le dio un manotazo en la parte trasera de la cabeza de Seth, este se quejo.

- Podemos… abrirlo de nuevo – sugirió Jacob antes de tambalearse un poco y volver a sujetarse de la mesa – ¿porque todo se mueve? – pregunto mirando a su alrededor con el ceño fruncido, tanteo la mesa y luego le dio un manotazo.  – no te muevas, que me mareo. – ordeno a esta.

Los chicos de la manada veían a Jacob confundidos, no sabían si reír o preocuparse.

-Ehhh, Jacob, creo que es hora de ir a dormir. – Sam caminaba hacia él para arrastrarlo a la salida.

-Tal vez… luego de la fiesta – se volvió a tambalear – podemos ir a la playa a disfrutar del sol… - ahora se desplazaba a otra mesa para tomar otra botella – y hacer otra fiesta.

-Tenia entendido que no te gustaban las fiestas. – comunico Sam.

-Ahora si me gustan.

-Otro día la hacemos.

-No… quiero ahora.

-Después.

-Ahora.

Sam suspiro, necesitaba sacar toda la paciencia que tenia, la ultima vez que había visto a Jacob borracho había sido cuando celebraron su cumpleaños numero 18, festejaron toda la noche en una discoteca de Firth Beach, pero la borrachera que actualmente cargaba no era por ninguna celebración, era por el abandono de Renesmee.

- Jacob por favor, todos debemos ir a casa, pero no queremos irnos sin ti. – intervino Mandy, con la esperanza de que Jacob reaccionara.

- ¡Vale, vale!, no quiero ponerme pesado. – respondió Jacob bebiendo otro trago de la botella. Sam al oír sus palabras rodó los ojos.

-¿Quieres que te lleve a casa? – pregunto Mandy a Jake acercándose a él.

- Ahh  Mandy no te preocupes yo puedo llevarlo, recuerda que pesa mucho. – intervino Sam acercándose a Jacob, se paso un musculoso brazo por sus hombros y comenzó a empujarlo.

- ¿Por lo menos me dejas acompañarte a llevarlo a casa? Por si necesitas que alguien te ayude. – Mandy comenzó a seguirlos hasta la puerta mientras Sam arrastraba a Jacob fuera del bar.

-No es necesario de verdad, Seth viene conmigo – dijo en voz muy alto para que Seth oyera, este salio rápidamente detrás de la barra y los siguió.

- Ahmmm… - Mandy se mordió el labio inferior con nerviosismo, no encontraba que otra excusa dar. – igual voy con ustedes, no puedo irme a casa sin saber como habrá llegado Jacob a la suya.

Sam pensaba que Mandy no ayudaría en nada, al contrario, solo causaría problemas.

- Mandy… - decía Sam un poco agitado, el peso casi muerto de Jacob lo estaba cansando.

-         No, nada de Mandy, iré y punto. – sentencio tajantemente.

Sam no discutiría mas, realmente necesitaba ocuparse de Jacob, y no gastar sus energías discutiendo con Mandy. Llegaron al auto de Sam y metieron a Jacob en la parte trasera de este, Mandy iba a su lado, la cabeza de Jake descansaba en sus piernas. Sam manejaba y Seth iba de copiloto.

- Estamos cerca – murmuro Sam, para avisar que llegarían en minutos.

- ¿Jacob vive solo? – Mandy pregunto, mientras acariciaba los suaves y negros cabellos de Jacob, este dormía, pero el sueño era algo agitado, pues no hacia mas que murmurar palabras ininteligibles.

- Si, desde hace algún tiempo. – respondió Sam.

- Pensé que… vivía con esa chica. – sus mejillas se ruborizaron un poco por comentar aquello.

- ¿Con Nessie? – hablo Seth jovialmente, inocente de los sentimientos de Mandy hacia Jacob – no viven juntos, pero Jacob se lo iba a proponer en unos meses. – y luego con un triste suspiro finalizo – lastima que las cosas hallan terminado de esta forma.

- Pues creo que fue lo mejor que pudo haber hecho por Jacob, todos esos conflictos por culpa de su padre, ya eran demasiado. – opino Mandy molesta mientras veía tras la ventanilla del auto, las luces de los automóviles que pasaban a un lado, y los edificios apostados a los lados de la carretera.

- No somos ningunos cobardes Mandy – Sam miraba fijamente la carretera mientras hablaba. – a nosotros no nos importa hacer algunos sacrificios por la felicidad de nuestros hermanos. Si Jacob ama a Nessie, nosotros lo apoyamos, así su padre nos mande a cerrar el bar.

Mandy lo veía incrédula.

- Pero…¿como puedes decir eso? – Fruncía el ceño desconcertada – ¿no te importa que ese hombre destruya lo que con tanto esfuerzo han trabajado todos estos años? Por un… - tenia el pecho oprimido por la rabia de pensar en lo que podía llegar a causar esa mujer – ¿capricho?

- ¿Capricho? – dijo Sam sorprendido. – ¿te parece que Jacob esta encaprichado?. – la miro fijamente por el retrovisor. – si de algo estoy completamente seguro es de que Jacob no conoce la palabra capricho. – Giro el volante – y créeme, preferimos perder el bar, antes que verlo en ese estado toda la vida. – sentencio señalando a Jacob con la mirada. – somos su familia, no somos indiferentes a su sufrimiento, y si tenemos que enfrentar algún problema, lo enfrentamos todos juntos.

Mandy no estaba de acuerdo con aquello, pero no quería enojarse con Sam, así que se callo la boca.

Sam disminuyo la velocidad del auto para estacionarlo frente al edificio donde vivía Jacob.

- Bien campeón arriba – Sam cargaba a Jake con ayuda de Seth, y lo arrastraron hasta los ascensores, allí esperaron y lo abordaron hasta el piso 10, llegaron a su departamento, le registraron los pantalones y lograron conseguir las llaves. Ingresaron y depositaron a Jake en su cama.

- Jake – le llamo Sam palmeándole la mejilla para que despertara. – Hermano te dejare aquí un Alka Seltzer – le dijo depositando una cajita azul al lado de la cama junto a una cajita blanca con pastillas para el dolor de cabeza, al lado también había un vaso con agua. – y el teléfono esta a un lado, si necesitas algo por favor llámame. ¿Me has oído? – le zarandeo un poco.

- Mmmmm Reweime ohta – murmuro contra las almohadas.

- ¿Como dices? – Pregunto Sam, pero Jake no volvió a hablar.- se quedo dormido.- dijo mirando a Mandy y a Seth.

- Pues yo me quedare a cuidarlo, no es seguro dejarlo solo, ¿no crees? – murmuro Mandy mirando a Sam.

- ¿Estas loca? No te dejare aquí.

- ¿Por que? Jacob no me hará nada malo.

- Lo se, Jacob es un caballero, pero no es por eso. –dijo meditando, si a Renesmee se le ocurría aparecer por allí no le haría gracia encontrar a Mandy en casa de Jacob, y Jacob se molestaría con él por permitir que Mandy se quedara en su casa, además Jacob era muy reservado con su intimidad.

- ¿Entonces por que no? – dijo mirándolo un poco molesta.

- Mira estoy seguro que cuando Jake se despierte no querrá que lo vean así, querrá estar solo.

- Pues me iré mañana temprano antes de que despierte. Solo quiero asegurarme de que no se caiga de la cama, o que encuentre sus pastillas cuando despierte con dolor de cabeza.- ella ya caminaba a una de las sillas para sentarse allí y no levantarse hasta que ellos se fueran.

- No es un bebe Mandy – suspiro exasperado Sam.

- Eso no quiere decir que no necesite ser cuidado. – dijo cruzando los brazos sobre su pecho.

Sam rodó los ojos – como quieras, pero te lo advertí.

Caminaron hacia la salida del departamento y se fueron dejando a Mandy sola con Jacob.

Mandy no podía creer que estaba sola con Jacob, en su departamento, mejor aun en su habitación, sus más íntimos sueños se estaban haciendo realidad, lo único que desmejoraba la situación era la borrachera de Jacob, pero nada era perfecto.

Mandy se levanto de la silla y camino hacia la cama para comenzar a quitarle los zapatos a Jake, así descansaría mejor. Luego se tuvo que subir a la cama para desabotonar su camisa. Uno a uno fue desasiéndose de los botones, dejando cada vez más al descubierto su moreno y hermoso cuerpo.

- ¡Vaya! – exclamo Mandy sorprendida de lo que veía. – eres espectacular. – susurro mirándole el rostro, ¿Cómo olería?, para satisfacer su curiosidad se inclino suavemente muy cerca de su boca, tímidamente rozo sus dedos por su musculoso pecho después de abrir completamente la camisa, percibió un suave aroma que no sabia identificar. – Jacob eres… todo un sueño.

Jacob tenía los ojos entrecerrados cuando tomo a Mandy de los hombros para colocarla de espaldas contra el colchón de la cama, se montó sobre ella.

- Jacob… - susurro ella sorprendida, no había esperado tal reacción de su parte, él ahora se encontraba arropando su cuerpo, mirándola fijamente, como si estuviera en trance.

Jacob acerco sus labios a su boca y la beso de manera desesperada, Mandy no esperaba tanta rudeza, sin embargo lo abrazo por el cuello correspondiéndole el beso con timidez, había esperado aquello durante mucho tiempo, llevaba meses soñando con algo así – lo sabia, ¡lo sabia! – Pensaba ella – Sabia que Jacob me deseaba, sabia que mentía cuando decía que no sentía nada por mi, él no quería ver la realidad, quizás no quería terminar su relación porque temía lastimar los sentimientos de Renesmee, ¡pero lo cierto es que me desea!.- su mente comenzaba a soñar con la posibilidad de que su amor fuera correspondido.

Sin embargo algo le incomodaba, y era que no había esperado que todo fuera tan rápido, tan brusco, esperaba algo más romántico, más atento, además Jacob parecía estar en otro lugar, no con ella, aquellos pensamientos solo provocaron que ella se sintiera muy expuesta, y hasta incomoda.

Cuando él comenzó a tantear debajo de su camisa ya su cuerpo brincaba de la emoción por lo que venia, así que decidió quitarse la camisa para estar mas cómodos, Jacob mordía suavemente sus labios y a ella ya nada le importaba, lo quería como el lo prefiriera, rudo, suave, como él quisiera, pues estaba dispuesta a hacerle ver que era ella con quien debía estar.
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Se que no es mucho pues ya habían leído el  adelanto de este cap, pero necesitaba terminarlo, no he avanzado mucho en esta historia, y necesito terminarla, faltan algunos capítulos, creo que no mas de 6, no estoy segura, lo cierto es que el final esta cerca.

NO ME MATEN!!  Lo sientooooooo, demonios no tengo control sobre mis propios personajes! Jejeje.
¿Apuestas, apuestas?, ¿será que Jacob termina haciendo cositas con Mandy? Oh ooooohhhhh,  Maldición!!! Porque Mandy puede tocarlo y yo no?! Bueeeeeno, Esperemos a ver que ocurre con estos dos.

Bueno aquí algunas respuestas.

MayBlack: hahaha si, pobre Nessie´s, ahora desmayadas las dos, hehehe, bueno si, lo de Mía y el bebe, pues en unos capítulos develare su es hijo o no de Jake, paciencia mis niñas, pronto llegara la hora de la verdad hehehe.

Belen: hola! Bueno primero, tengo que confesarlo, Rosalie no sabe donde estaL, no sabe! Nessie le mintió a ella también, Rose piensa que se fue a la universidad, pero eso lo dejare claro en el próximo cap, y espero que no se pongan tristes con este cap, espero pronto se arregle todo.

Giovanna: Gio gracias! Esta historia esta cerca de su final, espero que les halla gustado, (lo veo difícil con lo de Mandy) tranquila yo también estoy rabiando por eso, besos lindaJ

Anonimo: este fin de semana actualizare PO, así que esta pendiente J besos linda!