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Hola! este blog esta creado para todas aquellas personas que como yo, adoran leer hasta madrugar con la compañia de un café con leche, bienvenidos al lugar donde le doy rienda suelta a las locuras e incoherencias que habitan en mi cerebro, las compartire con ustedes para que se contagien y le pongan a sus vidas un toque de excentricidad. Les advierto que el contenido de este blog posee escenas sexuales y lenguaje del mismo índole. Asi que estan advertidos queridos lectores.




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miércoles, 26 de octubre de 2011

Placeres Oscuros: Capitulo 9: La fiesta.



Placeres Oscuros

Los personajes no me perteneces, son de Stephenie Meyer, pero la trama es de mi invención.

Él es el Rey de su raza, y no desea ser atado a nadie, esta dispuesto a asesinar para conservar su libertad, pero inevitablemente se verá atado a ella mediante una fuerte conexión que atenta contra sus propias leyes, y contra su rebelde alma. ¿Que hará? ¿Podrá asesinar a aquella mujer que amenaza con destruir su independencia? ¿Que incluso amenaza con acabar con su reino?

Capitulo 9: La fiesta.

El sol resplandecía en el cielo, tan radiante y rebosante de luz, el viento viajaba ligeramente hacia el norte, refrescando a quienes trabajaban y paseaban por los jardines del castillo, donde los jazmines, las rosas y tulipanes adornaban cada extensión del verde paisaje que rodeaba el majestuoso hogar del Rey. Renesmee se encontraba sentada en las piernas de Jacob, mientras este daba pequeños besos en su cuello.

- ¿Te gustaría ir a una fiesta conmigo? – le pregunto mientras la abrazaba por la cintura, Jacob estaba sentado en la suave hierba, bajo la sombra de un árbol muy grande, el canto de un Ruiseñor resonaba en los alrededores, haciendo que ese momento se sintiera totalmente irreal.

- ¿Que clase de fiesta? – quiso saber ella.

- Una donde te pueda presentar ante la sociedad. – decía acariciándole el cabello.

Renesmee abrió mucho los ojos y volteo a mirarlo, él le sonreía calidamente.

- ¿Para que quieres hacer eso? – pregunto sin aliento, no podía creer lo que estaba oyendo.

- Quiero que aprendas a desenvolverte en mi mundo. – le sonrío nuevamente, mirándola a los ojos.

- ¿De verdad quieres eso? – aun no podía creerlo, ¿hablaba en serio?

Jacob se carcajeo un poco.

- Deberías ver tu rostro en estos momentos. – ella le golpeo la cabeza con la mano para que dejara de reír.

-¡Tonto! – Después ella se mordió el labio inferior con nerviosismo.

- ¿Que pasa cariño? – pregunto Jacob al notarla un poco incomoda.

- Que…- no sabia como formular la pregunta sin causar molestias en Jacob. – ¿que dirás cuando te pregunten quien soy?.

Jacob fue asechado por sus grandes y bellos ojos marrones.

- Ah… pues, eso te lo digo después – ella lo miro con ansiedad.

- No, quiero saberlo ahora. – exigió.

- No te apures, todo con calma – sugirió él inocentemente.

Pero lo menos que tenia ella era tiempo, y calma mucho menos. Las divinidades le habían exigido a Sara hace más de una semana la pronta unión entre Jacob y Renesmee, cuando Sara le informo a Jacob, este soltó una retahíla de maldiciones en contra de las divinidades y sentencio que haría las cosas como se le diera la gana.

Aunado a ello los resultados de los análisis de sangre confirmaron las sospechas de embarazo, y Sara no paraba de decirle a Renesmee que Jacob debía casarse pronto con ella, pues la gente comenzaría a hablar mal, y eso perjudicaría su imagen como futura reina de Garnicov.

- ¿Piensas que es correcto hacer esto? – suspiro ella pensando en todos los obstáculos que habían entre ella y Jacob.

- ¿Exactamente que es lo que no seria correcto? – frunció el ceño Jacob, pego la espalda de ella a su pecho y se reclinó en el árbol.

- Pues… - ella se mordió el labio inferior nuevamente – que soy una humana, y todos ellos serian…

- Vampiros… - termino él la frase – ¿tienes miedo de ser atacada?

- ¡Ja! – Soltó ella con sorna – después de haber sido atacada por ti, lo dudo.

- Yo no te ataque – se defendió él rodeando con su brazo su cintura.

- Pero estuviste a punto de hacerlo, pensé que me succionarías toda la sangre, y que me dejarías seca, tenías aspecto de querer matarme. – le recrimino a modo de burla.

- Lo siento. – se disculpo riendo un poco, recordando aquella mañana cuando la había asustado.

- No importa, ya me las pagaras – Ambos rieron con complicidad. – ¿Entonces donde será esa fiesta?

- Aquí, en el castillo. Seremos los anfitriones.

- Oh ¿de verdad? – Se emociono – ¿puedo ayudar? – ella parecía una niña pequeña en navidad.

- ¿Quieres hacer eso? – Renesmee asintió con vigor – esta bien - contesto acariciándole una mejilla. – Sara es la encargada de todo, la idea fue de ella, y yo estoy de acuerdo.

Después de ese maravilloso día con Jacob, transcurrieron otros, muchos más agradables. Jacob solía invitarla a desayunar todos los días en los exóticos balcones del castillo, pero solía comer poco pues en las mañanas cuando ingería algún alimento, automáticamente lo vomitaba, Jacob había insistido en que se quedara en cama a descansar, por si resultaba ser alguna infección estomacal, pero obviamente ella se negaba.

Las tardes se las dedicaba a Sara y a sus clases diarias, ya Renesmee sabia la manera adecuada para saludar a una persona formalmente, como comer correctamente, vestirse, hablar, entre otros. Asimismo cuando no estaban  en clases, o con el hombre encargado de preparar la fiesta, haciéndole sugerencias, y haciendo compras, estaban en las casas hogares del pueblo, llevándoles ropa, comida, juguetes, entre otros, a los niños que allí habitaban.
Renesmee solía entrar a las habitaciones los domingos a ayudar a los niños a hacer la limpieza, los ayudaba a vestirse y les hacia preguntas sobre su vida en el orfanato, quería asegurarse que los niños eran bien tratados en los hospicios del pueblo.

Pero no todo allí era felicidad, la mayoría de los niños se sentían un poco abandonados, pues la falta de una madre que los amara se reflejaban en sus pequeños ojos tristes, Renesmee se identificaba mucho, cuando era niña solía pensar todas las noches que su madre un día iría a buscarla y se la llevaría con ella, para vivir juntas y ser felices para siempre como en los cuentos de hadas, pero aquello nunca ocurrió, y sabia que cada uno de esos niños soñaban o habían soñado alguna vez lo mismo.

Para compensar un poco aquella tristeza Renesmee solía ir muy a menudo a jugar con ellos, cuando era niña le entristecía no poder jugar con sus compañeros pues su defecto en la pierna le impedía correr, y jugar con esos niños aunque aun seguía con el mismo impedimento, le hacia sentir recompensada.

A veces se colaba en los salones de clases y los niños se reunían a su alrededor para oír los cuentos que una vez ella había oído, pero invertía los papeles de los personajes, en esas historias las princesas eran quienes salvaban a los príncipes, y las mujeres no besaban a los sapos para convertirlos en hombres, los hombres malos eran besados por brujas malvadas para convertirlos en sapos, también las mujeres sabían pelear y se defendían muy bien de aquellos que querían hacerle daño, al final, el amor vencía al mal y príncipe y princesa tenían su final feliz. A los niños les parecía muy gracioso y reían mucho con las historias, terminaban aplaudiendo y pidiendo otra historia mas, así Renesmee pasaba la mayoría de las tardes.

Pasadas algunas semanas los preparativos de la fiesta ya estaban listos, el encargado había culminado la decoración del salón de fiestas del castillo, las invitaciones ya habían sido enviadas a la clase alta de la comunidad vampiro de Garnicov, y a algunos personajes importantes de la época, solo faltaba que llegara el día.

- ¿Que haces? – preguntaba Sara a Renesmee cuando entraba a su habitación.

- Estoy más gorda – evalúo ella mientras abría con timidez la bata de baño y se observaba el cuerpo en el espejo.

- Es obvio, estas embarazada. – contesto Sara sonriéndole, mientras Renesmee se acariciaba el vientre.

- Si, pero me preocupa que Jacob lo note – cerro la bata de baño y camino hacia la cama para vestirse con un precioso vestido color malva.

Sara suspiro algo cansada, todo aquel asunto la tenia de los nervios.

- Sapientia me ha dicho que puede interceder por ti ante Jacob cuando decidamos decírselo. – le informo, Renesmee medito aquello y concluyó que no seria lo mas adecuado.

- Jacob no confía en las divinidades, creerá que ellas también lo engañan. – dijo con tristeza tocándose otra vez inconcientemente el vientre, mientras tenia la mirada perdida en los jardines del castillo.

- Bueno querida, no te aflijas – sugirió la reina al ver el rostro entristecido de ella.

- ¿Como no hacerlo? Jacob no quiere ser padre, y yo estoy tan feliz de tener a mi bebé en mi vientre, que ocultarlo me duele. – susurro aun con la mirada perdida en el paisaje pero ahora con una lagrima rodando por su mejilla derecha.

- Encontraremos una solución, Jacob lo aceptara. – Renesmee volteo a mirarla sin creerle, pero igual agradeció el gesto de su amabilidad.

El día de la gran fiesta llegó y los invitados llegarían en la tarde para quedarse durante 2 días en el castillo. Renesmee había utilizado la mañana para vestirse, maquillarse y peinarse, con ayuda de las mejores modistas recomendadas por el encargado de la fiesta. Al final de la mañana Renesmee lucia un espectacular vestido, con encaje blanco en los hombros y brazos, y a partir del pronunciado escote hasta los tobillos con una tela vaporosa color lila, que le quedaba ajustado del busto a las caderas, resaltando su curvilínea figura. Su largo cabello cobrizo caía en cascadas rizadas por sus hombros y espalda, pequeños mechones de cabello bailaban libres sobre sus ojos y al lado de sus mejillas le daban un aspecto inocente que no había premeditado, su maquillaje consistía en un labial rosa y algo de rubor, mientras que sus joyas eran sencillas pero la hacían ver muy hermosa, tenia un par de diamantes por  zarcillos que le había regalado Jacob hace poco días y un sencillo collar con un pequeño cristal transparente, sus zapatos, tacones blancos muy bajos por recomendación del doctor Cullen.

Las personas comenzaban a llegar, lo noto cuando se asomo a la ventana y observó los carruajes de algunos invitados, los sirvientes se apostaban en la entrada del castillo para ayudar a bajar a las damas de sus transportes, Renesmee decidida había salido de su habitación para buscar a Jacob, pero al llegar a su habitación no lo encontró – quizás estaba recibiendo a los invitados -  pensó ella.

Cojeo un poco al bajar por las escaleras, y cuando llego a la entrada del gran salón observo como los invitados ingresaban a este en grupos. Había asistido mucha gente, no dudaba de la popularidad de Jacob, pero realmente le sorprendía la cantidad de gente que había acudido a la invitación.

La gente antes de entrar al salón se le quedaban viendo extrañados, preguntándose quien era, Renesmee suponía que todos ellos se conocerían, y la única anónima era ella. Observo con timidez la marcha de las elegantes mujeres con trajes extravagantes de diversos colores, otras como ella habían elegido ir sencillas y cómodas.

Los hombres que habían ido sin compañía eran los más atrevidos, pues al pasar al lado de ella solían picarle el ojo, dedicarle sonrisas, y miradas descaradas, Renesmee suponía que lo hacían porque estaba sola, pero si estuviera Jacob a su lado, estaba completamente segura que no harían lo mismo.

Buscaba con la mirada a Sara, pero no la encontró, decidió ir al despacho, quizás allí encontraría a alguno de los dos, sin ellos se sentía perdida en esa multitud.

Cuando Renesmee dio el primer paso para avanzar, una mujer que la miraba se mostró ofendida por su manera de andar, demostró su incomodidad comentándole horrorizada a su acompañante, quien enseguida la miró y se carcajeo, obviamente aquello le causaba gracia.

Renesmee sintió como las miradas se clavaban con más fuerza en ella, un frío le envolvió el cuerpo y de nuevo esa sensación de rechazo venía a su mente, levanto la barbilla e ignoro a la multitud curiosa y cojeo por el corredor hasta llegar al despacho de Jacob.

 Toco la puerta y escucho un “entre”, cuando ingreso al lugar Jacob estaba algo atareado con algunos pergaminos.

- Amor – el cansado rostro se le ilumino al verla, se levanto para llegar hasta ella – estas preciosa.

Renesmee se ruborizo con las palabras de Jacob, quien presiono sus labios contra los de ella, para darle un suave beso en los labios.

- ¿Por que estas trabajando a estas horas Jacob? – le pregunto acariciándole una mejilla. – la fiesta esta por comenzar, te están esperando.

- Lo correcto seria decir que nos están esperando – le sonrío. – Es que estoy preparando algunos decretos, necesito entregarlos al secretario.

- Ahh Jacob, quería hablar contigo sobre algunas cosas. – le dijo algo ruborizada.

- Dime cariño.

- He estado visitando los orfanatos del pueblo, y pues he notado algunas deficiencias – Jacob la miraba con interés. – ¿Seria posible apoyar a los jóvenes que  se hacen mayores para estar en un orfanato? Es decir, cuando ya se hacen mayores para vivir en estos sitios, pues no tienen a donde ir, ni con que mantenerse, ¿seria posible construir un refugio para ellos? Mientras consiguen un empleo y puedan mantenerse por si mismos. – lo miró con ruego – por favor.

- ¿Que hiciste tú cuando saliste del orfanato? – quiso saber Jacob.

-   Pues – ella frunció el ceño recordando. – busque empleo antes de salir del orfanato, pero nadie quería darme uno, las monjas ya no podían darme hospedaje, así que tuve que marcharme, dormí por un tiempo en las calles, hasta que una señora me ofreció hacer la limpieza todos los días en su casa, y así pude pagarme una habitación y comida. – termino ella.

En los ojos de Jacob había un rastro de dolor por ella.

- Ya ha pasado amor, no lo conté para que te sintieras mal, sino para que hagamos algo, hay muchos que pasan por lo mismo, quiero ayudarlos. – le rogó acariciándole una mejilla.

- Por supuesto – Jacob la miro con una luz de entendimiento, y de repente se le ocurrió una idea. – incluso podría dar una suma de dinero a cada comerciante del pueblo para que expandan sus negocios, con la condición de que le den empleo a estos jóvenes, ¿que te parece mi amor?.

- ¡Maravilloso! – brinco ella de la felicidad, con empleo y un techo asegurado ellos estarían bien. – eres maravillosos, te amo.

Ella lo beso con entusiasmo mientras Jacob la pegaba más a él.

- Tú eres maravillosa, eres un ángel – la miró con adoración, con el dedo índice le acaricio los labios. – siempre piensas en aquellos que te rodean, adoro esa cualidad en ti.

- Basta, harás que mi rostro compita con el color de esa hermosa capa que llevas. – dijo señalando con el mentón su capa con el escudo familiar que demostraba que era de la realeza.

- Ya esta de ese color – se carcajeo, ella rodó los ojos. – mmm…- musito eróticamente, acariciándole la cintura - insisto, te ves deliciosa con ese vestido, estas mas… - Jacob la analizo con mas detenimiento, enfocándose mas en sus caderas.

Renesmee se tenso, seria mejor distraerlo.

- ¿vamos a la fiesta? – pregunto apresuradamente, mientras inconcientemente se tocaba el vientre, como sintiendo la necesidad de proteger a su bebé.

Jacob frunció el ceño, pero entonces se relajo y accedió.

Recorrieron el pasillo charlando amenamente, Renesmee colgada del brazo de Jacob, y este regalándole esas maravillosas sonrisas que él sabia mostrar, hasta llegar a la entrada del salón.

Cuando las puertas se abrieron para darles la bienvenida, Renesmee se asusto y comenzó a temblar, no esperaba que el recibimiento fuera tan exuberante.

La multitud entera los miraba mientras avanzaban.

- Calma amor – le susurro Jacob acariciando la mano de ella que se apoyaba en su brazo.

- Son muchas personas – se quejo mientras sudaba frío.

- No te preocupes, en unos minutos te acostumbraras. – le aseguro él.

Avanzaron por una alfombra roja que estaba en la mitad del salón, las personas sincronizadamente hicieron una reverencia conforme ellos caminaban y veían a Jacob extasiados, con admiración, pero cuando dirigían la mirada a su acompañante fruncían el ceño, Renesmee lo notó y el nerviosismo aumento. Lo peor es que no se conformaban con lanzarle miradas incomodas, también cuchicheaban entre ellos a modo de burla.

Jacob comenzó a notar las malas caras de las personas, volteo a mirar a Renesmee quien comenzaba a verse arrepentida de estar ahí, su mano resbalaba poco a poco, como si quisiera zafarse de él e irse corriendo de allí, sus mejillas estaban increíblemente rojas, y miraba al suelo.

Jacob molesto le tomo la mano con seguridad y la engancho mas en su brazo provocando que su cuerpo se pegara mas al de él, ella volteo a mirarlo sorprendida y pudo ver como lanzaba miradas furiosas a la multitud, quienes como si de una alarma de peligro se tratara, dejaban de mirar a Renesmee y se concentraban de nuevo en el Rey.

Ella se sintió mas relajada cuando se dio cuenta que no era totalmente el centro de atención.

- Malditos imbéciles – susurro Jacob para si mismo.

El salón estaba decorado elegantemente, cortinas de terciopelo rojo hacían juego con otras de seda blanca, majestuosos muebles de los mismos colores estaban apostados en las esquinas de los salones, enormes mesas donde se exhibían los banquetes exóticos, se ubicaban a lo largo de la sala, el menú abarcaba comida de todos los continentes, Asiático, africano, europeo, americano y Oceanía, ramos de rosas blancas, rojas y rosadas engalanaban el salón haciéndola ver irreal. Jacob hizo un gesto con la mano para indicar a la gente que podía seguir divirtiéndose, y así lo hicieron, pronto el salón nuevamente se lleno de voces, risas, y música clásica en vivo.

- Creo que seria mejor irme a mi habitación. – comento Renesmee algo avergonzada, no había previsto una situación así.

- ¿A tú habitación? – Jacob frunció el ceño – ¿para que?

Ella se aparto un mechón de cabello de los ojos.

- No quiero avergonzarte mas – musito observando tímidamente como un grupo de mujeres que estaba justo al frente de ellos volteaban a mirarlos. Aquellas mujeres le echaban miraditas descaradas a Jacob mientras que a ella la observaban como una intrusa, como alguien que no debía estar allí.

- ¿Quien te ha dicho que me avergüenzas? – la miró con incredulidad.

- Es obvio – Renesmee sentía que se ahogaba, nuevamente la atención estaba en ella. Dios, como odiaba toda esa gente asechándola, el desprecio en sus miradas y gestos era como un castigo por ser defectuosa, por no cumplir con el estereotipo de perfección que iría muy bien al lado de la figura de Jacob, por estar en el lugar donde no debía estar una pobre coja, Renesmee pensaba que hasta una cucaracha tendría mejor autoestima que ella en ese momento.

- Pues no estoy de acuerdo contigo, yo me siento muy bien, no me importa lo que piense esta bola de hipócritas – sentencio Jacob tomándola por la cintura y pegándola mas a su costado.

Por ese simple acto la gente comenzó a escandalizarse un poco, y a murmurar más fuerte.

Jacob los ignoró.

– A ti tampoco debería importarte, y no permitiré que te vallas de aquí. – finalizó él. – vamos, te presentaré a las únicas personas que valen la pena conocer en este lugar.

Jacob comenzó a pasearse por el salón llevando con a Renesmee con orgullo. Ella conoció gracias al Rey a algunos personajes de renombre de la época, el señor Harold Johnson asesor político de la realeza, no solo de Garnicov, también de otros países, un hombre sumamente gordo y serio, pero muy amigable, Amílcar Mistral, pintor y humorista, hizo reír a Renesmee hasta llorar, su presencia era muy agradable, la Condesa de Montmour, una mujer muy inteligente, conocedora de mundo,  Renesmee se enfrasco en una charla muy amena sobre las posibles soluciones ante la pobreza en los pueblos mas humildes del mundo, al final la mujer estaba encantada con ella, Jacob la veía con orgullo, su pecho se inflaba de solo estar al lado de su mujer. Así la fiesta trascurrió entre charlas, presentaciones y demás.

- Y este es el doctor Cullen – decía Jacob mientras señalaba cortésmente a Carlise – a quien por supuesto ya conoces.

- ¿Como esta usted? – saludo Carlise con una reverencia.

- Por favor no, no soy nadie para que me haga reverencias – le rogó ella – y dígame solo Renesmee.

Carlise impresionado por tanta sencillez le sonrío con afecto.

- Ah, le presento a Bella Cullen, mi nuera – Renesmee antes de que Carlise presentara a la pequeña mujer de cabellos y ojos chocolate, ya la había notado. Desde que había llegado al salón, aquella mujer no despegaba sus ojos de ella, era como si la estuviera vigilando, la miraba con cierta ansiedad. Ahora que la veía más de cerca, podía detallarla, tenía la piel pálida, pero era increíblemente hermosa, su mirada era totalmente angustiosa, como si no pudiera creer lo que estaba viendo, era la misma expresión que el doctor Cullen había adoptado cuando la vio por primera vez.

- Es un placer – le sonrío Bella Cullen con cierto nerviosismo.

- También es un placer para mi – a Bella le brillaron los ojos cuando la escucho hablar.

- Eres…- La pequeña mujer no apartaba la mirada de ella, estaba… ¿Sorprendida? – tan hermosa… - Renesmee comenzó a sentirse incomoda de nuevo. – tu pad… a Edward  le gustaría conocerte.

Carlise la tomo suavemente del antebrazo.

-Ahora no Bella, quizás después – le susurro este al notar la incomodidad de Renesmee – Edward es mi hijo y es el esposo de Bella. – le aclaro a Renesmee con una sonrisa.

Pero Renesmee no entendía porque ese tal Edward estaría interesado en conocerla, tampoco entendía el raro comportamiento de Bella.

- Lo siento, si te he incomodado – se disculpó ella, Jacob veía de un lado a otro extrañado, él tampoco entendía nada. – es solo que me recuerdas a alguien.

Y entonces Renesmee entendió, su parecido con algún familiar de ellos debía ser la causa de tal comportamiento.

- No se preocupe – sonrío ella con cordialidad.

- Tal vez si no te molesta, ¿podría venir a visitarte, y charlar un poco? – pregunto Bella con esa ansiedad de nuevo, la esperanza se reflejaba en su rostro.

- Por… por supuesto – respondió algo nerviosa Renesmee.

- Gracias, eres muy amable – le dijo con cierta emoción.

- Ah pues, no es nada, también me vendría bien conocer a alguien fuera de este castillo. – le musito.

- ¡Caramba! – Alguien se carcajeaba detrás de ellos – pero si es el Rey mas  polémico de la historia de Garnicov.

Jacob se volteo a ver quien le hablaba de esa manera. Se carcajeo cuando reconoció quien era.

- ¿Emmett? – Pregunto sonriendo – maldición vampiro, eres un soberano dolor en el culo – las mujeres que estaban a su alrededor se escandalizaron, pero Bella y Renesmee se miraron y rieron con complicidad.

- No, de ahora en adelante soy el Real dolor en el culo, ya sabes, soy amigo del Rey, algo de la realeza debo tener. – Jacob se acerco y le dio un abrazo amistoso.

Jacob le presento a Renesmee.

- ¿Oooohh ya te han puesto la soga amigo? – se burlo Emmett, mientras Renesmee se ruborizaba.

Después de la extraña conversación, Sara llego hasta ellos después de dar su respetivo paseo por el salón saludando a sus invitados. Renesmee hablaba sobre su comida favorita con Bella, quien se mostraba increíblemente interesada con todo lo que ella tenía que decir, cuando Sara la aparto del pequeño grupo excusándose con ellos.

- ¿Que ocurre Sara? – pregunto Renesmee extrañada.

- Creo que deberías descansar un poco- le dijo segura – llevas mucho tiempo parada. Vamos a la cocina a que te tomes un jugo de naranja, remolacha y zanahoria sugirió.

Renesmee la veía con cara de desconcierto.

- ¿Me estas hablando en serio? -  pregunto sin creérselo todavía.

-¡Por supuesto! – luego susurro – estas embarazada, de un niño que no sabemos si será vampiro o humano, o… - fruncía el ceño.

- ¿O que? – quiso saber ella.

- O un niño enfermo por culpa de una madre que no tomo vitaminas! – soltó exasperada. Y entonces la arrastro hasta la salida del salón.

-Sara no estoy enferma! – le murmuro tratando de no alertar a la gente.

- Claro que no, estas embarazada, vamos niña muévete – decía jalándola suavemente del brazo.

Quince minutos después Renesmee huía de Sara por un pasillo oscuro del castillo, la había obligado a tomarse media jarra de ese asqueroso jugo, y además pretendía hacerla tomar un jarabe “vitamínico” que le había recetado Carlise, esa cosa pegostosa olía a pescado, el olor le provocó nauseas, así que huyó del lugar con la excusa de ir al baño.

Ya más calmada camino con tranquilidad por el pasillo, cuando escucho unas voces que discutían.

- ¿Que haces aquí?, nadie te ha invitado – decía duramente la voz de Jacob.

- Jacob por favor, he venido a darte buenas noticias. – escucho la voz de esa odiosa mujer.

- No me interesa Leah, no me ha gustado la  forma en como trataste a Renesmee – recrimino el moreno.

- ¿Ahora te duele como la trate? – preguntó incrédula, Renesmee se había parado en seco en una esquina, solo podía ver las sombras que proyectaban las antorchas en una pared que tenia frente a ella, su respiración bajo de intensidad, necesitaba escuchar con atención.

- Es mi pareja, ¿que esperabas?

- ¡Yo soy tu pareja! ¡No ese fenómeno!

- ¡Cállate! ¡No le digas así!
- ¡¿Que demonios te pasa?!, te has vuelto loco?, se suponía que no soportabas a esa humana.

Al oír aquello Renesmee sintió un fuerte dolor en su corazón, toco su vientre para autoconsolarse.

- Eso era antes, ahora vivo otra realidad. – puntualizó Jacob con seguridad.

Se escucho una respiración agitada y Renesmee pudo ver como la sombra de Leah se fundía con la de Jacob.

- Amor, he hablado con Tenebrae – le susurro ella aferrándose a su camisa.

Todo se quedo en silencio por un minuto, Renesmee se preguntaba quien era ese tal ¿Tenebrae?

- ¡¿Estas loca?! – Casi grito Jacob – ¿como se te ocurre?… - el histerismo se notaba en su voz.

- Él es el único que puede romper ese lazo que te une con la humana, podemos invocarlo y él lo hará Jacob, se lo pregunte, y dice que hará lo que el Rey le plazca. – Leah hablaba con rapidez, y a Renesmee se le hacia difícil seguirla, pues todo lo decía en susurros. – sabes que odia a las divinidades, igual que tú, y ya hace siglos que les declaro la guerra, él podrá con esto, si te liberas de esa humana, será como dejarles a ellas bien en claro que no pueden decidir en tú vida.

- ¡Sabes que ese ser no hace nada gratis!, ¿de verdad crees que no me cobrara el favor con algo peor?, ¡además ya no quiero separarme de Renesmee! – le soltó con ira.

- ¡Que dices?

- ¡Lo que oyes!, la amo.

Leah soltó una retahíla de maldiciones.

- ¡Maldito imbécil! – le grito. – ¡no puedes hacerme esto!

- ¡Leah debes entender! Yo no te amaba, estaba contigo porque me sentía solo.

- ¡Me utilizaste!

-Tú también lo hiciste, ¡no te hagas la victima! Ambos nos acompañábamos en la maldita miseria.

- ¡Claro! – Decía con odio – ¡ahora tú has encontrado a alguien! Y yo estoy sola de nuevo.

- Eso no será durante mucho tiempo, ¡mírate!, eres una mujer bellísima.

- ¡Yo no quiero a nadie mas! Te quiero solo a ti.

- No pued…

- ¡Solo te diré una cosa! – hablo para interrumpirlo, y luego le susurro. -  cuando veas que esa humana no es lo que piensas vendrás a mi de nuevo, así que todavía esta en pie la oferta de romper el lazo, estaré estos días en tu castillo, nos vemos. – y se marcho.

Minutos después Jacob refunfuñando se marcho.

A Renesmee el corazón le latía a mil por hora, una solitaria lagrima rodaba por su mejilla derecha. ¿Seria eso posible?, ¿romper el lazo?, ¿seria Jacob capaz de hacerlo una vez que se entere de su embarazo?, dios ella esperaba que no fuera así, porque no podría soportarlo, la destruiría totalmente, ella ya no podía tener una vida sin él.
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Hola niñas J espero les halla gustado este cap, siento no haberlo escrito en el fin de semana, pero pensé que podría escribir un cap de ambas historias en un fin de semana, y me equivoque, escribí primero LVE y no me quedo tiempo para PO L bueno, ¿que tal les pareció? ¡DIOS! ¡¡¡NO PUEDO CREER QUE HALLA UNA MANERA DE ROMPER EL LAZO!!! ¡Y descubierto por Leah! ACLARO TENEBRAE ES HERMANO DE LAS DIVINIDADES, PERO ÉL ES LA REPRESENTACIÓN DE LA MALDAD EN EL MUNDO VAMPIRICO.

Por otra parte ¡OMG! ¡Bella Cullen! ¡Apareció! ¿Que tal? demasiadas emociones en un día jejeje.

Bien, niñas no se si este fin de semana este en casa para escribir el próximo cap, me han invitado a tantos lugares para pasear que no me puedo resistir, no estoy segura, pero si este fin no salgo de mi casa les aviso publicando un cap por supuestoJ besos mis princesas! Satisfagan sus placeres mas oscuros soñando con el Rey Jacob hahahaha, bye.

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