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Hola! este blog esta creado para todas aquellas personas que como yo, adoran leer hasta madrugar con la compañia de un café con leche, bienvenidos al lugar donde le doy rienda suelta a las locuras e incoherencias que habitan en mi cerebro, las compartire con ustedes para que se contagien y le pongan a sus vidas un toque de excentricidad. Les advierto que el contenido de este blog posee escenas sexuales y lenguaje del mismo índole. Asi que estan advertidos queridos lectores.




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lunes, 26 de diciembre de 2011

Placeres Oscuros: Capitulo 11: La pérdida.




Placeres Oscuros

Los personajes no me perteneces, son de Stephenie Meyer, pero la trama es de mi invención.

Él es el Rey de su raza, y no desea ser atado a nadie, esta dispuesto a asesinar para conservar su libertad, pero inevitablemente se verá atado a ella mediante una fuerte conexión que atenta contra sus propias leyes, y contra su rebelde alma. ¿Que hará? ¿Podrá asesinar a aquella mujer que amenaza con destruir su independencia? ¿Que incluso amenaza con acabar con su reino?

Capitulo 11: La pérdida.

Un palpitante dolor en su vientre le decía que algo estaba mal, y aunado a la sangre la situación no presentaba buena pinta, todo aquello provocaba una horrible presión en su pecho, era el pánico.

- ¡Carlise! ¿Va a estar bien? - jadeo Renesmee, estaba acostada en la cama mirando con ansiedad cada uno de los movimientos del doctor.

Este se encontraba muy concentrado, hurgando en su maletín negro con rapidez, sacando pequeños frascos de cristal, una jeringa y otros recipientes. Al no ver ninguna respuesta de parte de Carlise ella se desespero aun más y comenzó a retorcerse en la cama para sentarse y poder verificar si era posible, por ella misma que su bebé estaba bien. Pero solo podía ver su pequeño y abultado vientre y sangre, no sabia que mas hacer. -¡¿va a estarlo?! - casi le grita por la ira que le causaba no oír ninguna respuesta de parte del hombre rubio.

- Calma por favor Renesmee. - decía el doctor ahora sacando con mas rapidez los instrumentos que según él iba a necesitar, le pidió a la reina que le quitase el vestido a Renesmee.

Se encontraban en su habitación, había sido llevada allí rápidamente por el mismo Jacob, seguido por Carlise y Sara, que horrorizados y pálidos miraban su ensangrentado vestido. Ahora Sara se acercaba a ella rápidamente para ayudarla a despojarse del vestido, para luego colocarle un fino vestido blanco que parecía ser un pijama.

- ¿Jacob? ¿Donde esta Jacob? - preguntaba con desespero Renesmee mirando a su alrededor.

Necesitaba tenerlo cerca, él era el padre de su bebé, y quería oírlo decir que todo estaría bien, él era el único que podría poner algo de orden en todo aquel desesperado torbellino de horror y desesperación.

- ¿Donde...?

- Ssshhh Renesmee, él esta afuera. - la calmó Sara, que se encontraba sentada en la cama a su lado, sujetándole una mano.

Jacob apenas la había dejado en la cama, había salido corriendo fuera de la habitación, dejando a Renesmee con el doctor y con Sara, ella no podía pensar en más que en el bienestar de su hijo, pero aquel detalle no se le había escapado.

- ¿Por que?

- Fue a buscar a Quil - al ver la confusión en el pálido rostro de Renesmee ella respondió de inmediato. - Quil tiene el don de sanar las heridas.

Y entonces comprendió el extraño comportamiento de Jacob, había salido corriendo de la habitación para buscar a Quil y conseguir que él la sanara.  Jacob estaba igual o mas desesperado que ella, aunque él solo estaba preocupado por ella, porque aun no sabia del bebé.

Carlise subió las sabanas azules hasta cubrir la parte inferior de su cuerpo y luego levanto el vestido de Renesmee, para poder tantear el vientre con los dedos, estos estaban fríos, y se hundían con facilidad sobre la piel de ella.

- ¿Te duele? - le pregunto mientras sus dedos buscaban alguna herida interna en el vientre de ella. La frente de Carlise estaba perlada por el sudor, y sus ojos escudriñaban ansiosamente la piel en busca de algo mas, una perturbadora concentración brillaba en su rostro.

- No.-  determino ella sudando frío también y con las lágrimas bordeando sus ojos. Pero entonces el doctor volvió a tantear su vientre hundiendo aun más los dedos en su piel y sintió un agudo pinchazo que la dejo aturdida, ella soltó un grito.

- ¡¿Que pasa?! - se sobresalto Sara, tenia los dientes fuertemente apretados por el pánico. Estaba increíblemente frustrada por no poder ayudar más.

- Maldición - susurro Carlise para el mismo. - Por favor ¿podría traer a Edward? es mi hijo mayor. - le imploro a la reina con voz trémula.

Sara salio como un bólido de la habitación sin decir nada. Parecía un fantasma de lo pálida que estaba.

Renesmee clavo con intensidad sus ojos en el  rostro de Carlise mientras intentaba recuperar el aliento.

- ¿Lo voy a perder verdad? - pregunto sin aun poderse creer lo que había preguntado, no estaba preparada para perder a un bebé, ¡no lo estaba!. Ya había sido suficiente con perder a sus padres, con perder una vida normal al lado de ellos, ya había sido suficiente, ¿ahora perdería a su bebe también?, ¿acaso estaba ella destinada a no tener nunca nada?

- No, no lo permitiré - Carlise la miraba con el ceño fruncido, como si la estuviera regañando por pensar en algo así.-  no podemos perderlo, este bebé va a vivir, tiene que vivir. - El doctor hablo con tanto ímpetu que a Renesmee le asusto, su rostro estaba muy serio, concentrado en sentir cualquier movimiento en su vientre, ella había pensado que el solo se dedicaría a consolarla, y a decirle que lo sentía pero que solo podía hacer lo que estuviera en sus manos, sin embargo su determinación la abrumo tanto, que comenzó a sentir la esperanza en su corazón.

- Gracias… - sollozo con dolor - por favor, es lo único realmente mió que tengo, no tengo mas, por favor. - sus lagrimas se derramaban por sus mejillas.

El doctor se sentó en la cama a su lado y le acaricio la mejilla para limpiarle las lágrimas. Ella se calmo un poco, y entonces Carlise aprovecho para sacar una jeringa e inyectarle un líquido transparente.

- Tienes que calmarte un poco, esto es un liquido natural, que no le hará daño al bebé, solo calmara los dolores que puedas tener.

Ella asintió y cerró los ojos con fuerza al ver como Carlise acercaba a su brazo aquella aguja. Cuando el doctor finalizo la tarea, justo en ese momento entro a la habitación Jacob seguido por uno de los integrantes de su guardia real, Quil, y detrás de ellos la Reina seguida por un hombre bastante alto y con aires de meditabundo.

A Renesmee aquel hombre le recordó a alguien, pero no sabia a quien. Sus cabellos revueltos parecían una mata cobriza, su rostro era delgado y pálido, y su mirada serena era capaz de tranquilizar al más agresivo de los hombres. Su semblante de paz y tranquilidad parecía ser imperturbable.

- Edward - llamo Carlise levantándose de la cama para hacer contacto visual con su hijo. - ella es Renesmee.

El hombre llamado Edward y de semblante imperturbable, abrió mucho los ojos por la impresión que le causó oír ese nombre, enseguida deslizo sus verdes ojos hacia el rostro de Renesmee, escrutándolo, examinándolo, detallándolo con una curiosidad abrumante, e incomodo para ella. Renesmee se enojo con aquel hombre, ella necesitaba que atendieran a su hijo, no que se le quedaran viendo como si ella fuera un retrato.

- ¿Va a atenderla? - dijo Jacob con voz agresiva, dirigiéndose a Edward, que en ese momento se encontraba dándole la espalda.

En los pasillos Jacob se había encontrado con Sara, quien le informo que Carlise necesitaba a aquel hombre, que al parecer podría curarla mejor que Quil. Él solo esperaba que aquel doctor moviera su trasero con rapidez para curarla antes de que su salud se agravara mas, sin embargo luego de que la dejara intacta, Jacob tendría una seria conversación con aquel idiota, no permitiría que estuviera mirando de esa manera a su mujer.

Edward salio de su estado de shock, y sacudiéndose la cabeza por el embotamiento camino hacia ella con ágiles y rápidos  pasos.

- Edward, en su vientre - le informo Carlise, Edward lo miró y asintió para hacerle saber que había entendido.

- Soy Edward Cullen señorita. - Dijo él mientras se sentaba en la cama para poder estar más cerca de ella.

Renesmee no escuchaba, ella solo quería que él hiciese lo que tenia que hacer, tenia el cuerpo muy tenso, apenas podía respirar por el pánico, y las gotas de sudor resbalaban de su frente hacia cu cuello. Su mente estaba muy ocupada tratando de percibir cualquier movimiento o dolor que atravesara su vientre, cualquier cosa que le dijera como estaba su niño, lo único que sentía era una punzada dolorosa y fría en su estomago, aquello la hizo sentir peor.

Detrás de Edward Jacob hizo un sonido de irritación y ansiedad por la lentitud con la que se estaba tomando el doctor la situación.

- ¡Jacob por favor! - exclamo la reina.

- ¡Quil Cúrala! - ordeno el Rey caminando hacia la cama para alejar a Edward de su mujer y hacer que Quil la sanara. Pero entonces Carlise intercedió, bloqueándole el paso.

- Por favor su majestad, mi hijo tiene conocimientos médicos, él podrá curarla mejor, le ruego que sea paciente.

- ¡Quil también tiene el don de curar a las personas! - dijo Jacob mirando hacia abajo al doctor que era mas bajo que él.

- Pero Edward además de sanar tiene el don de sentir las heridas internas con sus manos, él fácilmente puede sentir con sus manos donde esta la herida dentro del  vientre de Renesmee, y cuando la encuentre, la sanara. En cambio el joven - miró a Quil con disculpa en la mirada. - no sabrá donde curar con tanta exactitud, porque la herida no es superficial, para él será como andar a ciegas. ¿Me equivoco? - preguntó a Quil.

Quil medito el asunto y luego asintió a su rey.

- Señor, el doctor Cullen tiene razón, conmigo corremos el riesgo de que la herida no sane completamente. Pero aun así, estoy dispuesto a hacerlo si usted me lo pide.

Oír aquello a Jacob no le gusto, quería que Renesmee sufriera lo menos posible.

- Entonces dígale a su hijo que se apure, y mas le vale que lo haga bien, si no quiere perder esas manos suyas - le amenazó.

- Edward por favor. - le rogó Carlise.

Pero Edward no había escuchado nada de lo que ellos estaban discutiendo, ni siquiera le había importado, porque apenas se había sentado al lado de Renesmee había comenzado a hacer su trabajo. A él lo único que le importaba era sanar a aquellas dos personas que parecían ser muy importantes para él desde el primer momento en que había visto a Renesmee.

Las tibias manos de Edward se deslizaban por el vientre de Renesmee, el pequeño bulto no se movía, otra razón que había puesto nerviosa a Renesmee, ella había notado que todos los días en la mañana el bebé le daba un golpecito, y ella lo tomaba como un saludo al cual ella respondía con un “Bueno días mi amor”. Y entonces con el miedo en su corazón ella se pregunto, porque el bebé no se había movido tras recibir aquel golpe. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

Edward siguió deslizando las palmas de sus manos por el pequeño bulto, hasta que se detuvo justo en la parte superior del vientre, su rostro mostraba una expresión extraña, como si algo le doliera. Y entonces Renesmee supo que había encontrado la zona herida.

- La placenta - dijo con el rostro en una expresión concentrada. Y entonces miro a Carlise con seriedad. - se esta desprendiendo.

Sara y Renesmee jadearon por el horror causado tras haber oído aquellas palabras, el desprendimiento de la placenta significaba que Renesmee podría abortar en cualquier momento, pues la placenta tenía que estar adherida a su cuerpo, sino lo estaba, el bebé podría morir y deslizarse fuera de su cuerpo. Por ello sentía aquella punzada fría y dolorosa en su vientre.

- Voy a sanar a tú bebé - le informo Edward mirándola con intensidad a los ojos. - relájate por favor, será mas fácil.

Ella asintió y recostó la cabeza de la almohada. Cerró los ojos para relajarse pero no pudo.

- Estas muy tensa Renesmee - la manera informal en como se dirigió a ella le extraño, pero la hizo sentir mejor, odiaba la formalidad.

Al notar que ella seguía tensa le hablo con calma.

- Renesmee, piensa en el bebé. - ella abrió los ojos por la impresión que le causo su manera impersonal de hablar, Edward estaba junto a su oído, no tan cerca, pero lo suficiente para hablar en susurros y hacerse entender.

- Cierra los ojos - aquello era una orden, pero no le molesto, solo le dio mas confianza,  y como una niña que obedece a su padre, así lo hizo. - piensa en… - Edward se quedo callado un momento, meditando algo. - ¿que quieres que sea?, ¿niño o niña?

Ella no había pensado en ello, en un principio le habría gustado que fuera un niño, hermoso y valiente como su padre, pero si era niña también le gustaría, ¿Cómo seria una niña con los rasgos de Jacob?, tendría que ser hermosa. Y entonces una sonrisa embobada cruzo su rostro, al imaginarse a Jacob cargando a un pequeño bebé igual a él.

- No lo se, de cualquier manera lo amaré - y ella sonrío de nuevo.

- Bien, imagina su rostro - le pidió con amabilidad Edward, su voz aterciopelada era como un arrullo para ella, como si estuviera cantando una nana, y la cama estaba calientita, ¿o era su cuerpo? Que la relajaban hasta el punto de querer irse a dormir.

- Renesmee, el rostro del bebé, ¿Cómo es? - le pregunto Edward, con esa hermosa voz.

- Es… es hermoso, sus cabellos negros, son como la noche - ella intenso hacer mas nítida la imagen que tenia de su bebé guardada en su cabeza, la usaba para soñar con él por las noches, mientras estaba junto a Jacob. Los tres felices. - su piel es morena, y tiene una sonrisa especial - una lagrima se deslizo de su ojo a su sien - tiene unos pequeños hoyuelos en sus mejillas sonrosadas, y… es un diablillo - Sara soltó una risita.

Y entonces lo sintió, el bebé dio una patadita en su estomago y ella se sorprendió y abrió los ojos desmesuradamente.

- Hola mamá - susurro Edward con una risita, interpretando la patada del bebé como un saludo.

- ¿Como…?... ¿ya esta curado? - pregunto con un hilo de voz.

Edward asintió.

Renesmee llevo sus manos a su vientre y aunque ya no sentía ni dolor ni nada, sabia que estaba bien, una sensación de paz le recorrió el cuerpo.

Ella miro los ojos esmeraldas de Edward directamente y le sonrío.

- Gracias. - le dijo con alegría. Sara se acerco a la cama y le beso la mejilla a Renesmee para celebrar aquella noticia.

- No sabe el bien que nos han hecho ustedes dos. - Sara los miro con cariño y agradecimiento.

- Es nuestro trabajo su majestad - contesto Carlise, Edward estaba absorto aun mirando como Renesmee acariciaba su vientre. Parecía que no creyera lo que estaba viendo, como si fuera un sueño increíble, como si ella y el bebé no fueran reales.

- ¿También le recuerdo a ella? - pregunto Renesmee sin mirarlo a la cara.

Edward no entendió la pregunta.

- ¿Cómo dice?

- ¿Quién es?. - Edward la miró extrañado y Renesmee levanto sus marrones ojos - ella, ¿Quién es ella a la que tanto recuerdan con dolor cuando me ven?

Edward se alarmo, abrió sus ojos por la sorpresa que le causo aquella pregunta y se levanto rápidamente de la cama, recogió su maletín y  acercándose a la puerta le hablo.

- Por favor, si se siente mal, llámeme, estaré disponible en el momento que me necesite. Hasta pronto - le dijo Edward con voz formal, se despidió de la reina con una reverencia para luego abrir la puerta y…

- ¡Espere por favor! - lo llamó Renesmee. Edward se quedo paralizado en el umbral de la puerta. - ¿No me dejara agradecerle?

Edward la miró sorprendido.

- No hace falta señorita.

- Quisiera invitarlos a usted y a Bella a almorzar aquí, si Sara me lo permite. - Y entonces ella le sonrío con calidez - yo cocinare para ustedes. Si Carlise lo desea también puede venir, toda la familia Cullen puede.

- Maravillosa idea Renesmee - le dijo Sara.

Edward parecía haber quedado sin habla, como una estatua por lo quieto que estaba, Carlise tuvo que responder por él.

- Seria un honor. Muchas gracias.

Pero Renesmee no apartaba los ojos de aquel hombre, y el hombre tampoco los apartaba de ella. Así que Edward para no ofenderla, con una pequeña sonrisa le susurro un “Gracias” y salio rápidamente de la habitación.

- Vaya - se sorprendió Renesmee - mi intención nunca fue ofenderlo. - se disculpo con Carlise, quien con una sonrisa amigable le pidió que no se preocupara por ello.

- Edward es un tanto… reservado, no le gusta socializar mucho. - Carlise al hablar de su hijo lo hacia con algo de incomodidad y dolor en su semblante. - no es nada personal, por favor no se ofenda.

Pero aquello era contradictorio, pues entonces ¿que hacia aquel hombre en ese castillo? ¿Donde se estaba dando una fiesta?, las fiestas era para socializar, o ¿será que estaba allí por otra cosa?

En todo caso a ella no le importaba porque se había portado muy bien con ella, su manera calida de tratarla le había dejado una buena impresión de él, además que había salvado la vida de su pequeño, aquello no podía ser obra de un mal hombre.

- Bien yo también me retiro, por favor su majestad, aquí le he dejado algunas indicaciones medicas - Carlise le entrego un pequeño pergamino enrollado a la Reina - debe ser cumplida al pie de la letra - le sugirió mientras Sara leía la amarillenta hoja. - llame cuando nos necesite. En todo caso estaré viniendo por aquí para chequear la evolución de su embarazo.

-   Muchas gracias doctor, no se preocupe, estaremos en contacto. - la reina cerro el pergamino. - Renesmee acompañare al doctor, y mandare a traer algo de comida para ti, no te levantes de la cama.

Renesmee asintió, lo menos que quería en ese momento era contradecirla.


Por su parte Jacob caminaba por los pasillos del castillo dando zancadas, sentía la ira como fuego recorrerle las venas, la cabeza le latía con furia, los pensamientos que rondaban por su cabeza le aguijoneaban el cerebro. Necesitaba huir de aquel lugar.

- no, no ¡NO! ¡NO PUEDE SER! - grito a la nada, mientras golpeaba con su puño una estatua de una ninfa de mármol blanco  que estaba en el corredor, este salio volando por los aires y se estrello contra la pared haciéndose añicos.

Las imágenes todavía frescas daban vueltas en su cabeza enloquecida por el dolor.

Jacob recordó lo que había ocurrido hace minutos.

Flash Back
En la habitación de ella, el había oído todo. Se había tensado al oír la palabra “Placenta”, sus ojos desenfocados se deslizaron del rostro de Renesmee, quien estaba concentrada en Edward, al suelo.

Su cerebro se ralentizó, tratando de comprender que había dicho aquel doctor, y entonces todo parecía irreal, como si aquella habitación y todas aquellas personas que estaban allí hablando sobre una placenta desprendida no existieran, como si él mismo no existiera.

Y entonces algunas palabras comenzaron a ser captadas por sus oídos, “Él bebé estará bien”, “él bebé” , “la placenta”, “tú embarazó”…

Ya no los oía a ellos, ahora a quien oía era a Elizabeth… ¡Jacob, déjame en paz! ¡Este bebé no es tuyo! ¡Te mentí! ¡Es de Billy!... ¡No es tuyo! ¡No es tuyo! ¡No es tuyo!

Su mente comenzó a preguntarse ¿por que?,¿por que?.Todo comenzó a perder sentido. ¿Qué hacían esas personas allí?, ¿Quiénes eran?, ¿Qué hacia él ahí?, ¿Por qué estaba él allí?

Jacob comenzó a palidecer, levanto la vista, todo seguía igual, nada había cambiado, las personas hablando con rostros serios, como si algo malo estuviera ocurriendo,  aprovecho la distracción para dar unos pasos hacia atrás. Quil se había ido de la habitación por orden de él mismo, así que camino a la puerta silenciosamente y se fue.

Fin del Flas back

No podía con aquello, ¡con otra traición como aquella no podría ni en un millón de años!.

- ! MALDITA SEA! - volvió a gritar con furia.

¿Hasta cuando pensaba ella mantenerlo engañado? ¿Acaso creía que nunca se daría cuenta? ¿Y Sara? Ella también le había traicionado, ¡ella lo sabía y nunca se lo dijo! ¡TODOS LO SABIAN MENOS ÉL!

Todos eran unos traidores, pero ella lo era más, porque se había acostado con otro, ¿y se daba el lujo de molestarse porque él había estado con Leah hace algún tiempo? ¡Era una hipócrita! ¡Una mentirosa!

Él deseaba regresar a la habitación para enfrentarla, para oír de sus propios labios la ridícula explicación que ella le daría, porque si de algo estaba seguro era que una humana y un vampiro jamás podrían procrear.

Comenzó a recordar las falsas palabras de amor que salían de sus enrojecidos labios luego de que él le hiciera el amor, los falsos besos ardientes, sus calidas e  infieles  manos recorriéndole el cuerpo, haciendo ese increíble contraste entre el pálido blanco de su piel y el moreno del suyo, el delicioso olor a rosas que desprendía su cabello, ese que había sido disfrutado por otro hombre.

Jacob sentía cuchilladas en su pecho, paro su caminata por el pasillo y se apoyo de la pared con una mano, el dolor lacerante en su pecho le arranco un gemido, las lagrimas picaban por salir.

- No - susurro para él mismo, no quería llorar, no lo haría.

Apretando los dientes se levanto de nuevo. La ira era un motor muy potente y le serviría para llegar a donde deseaba. Si, lo haría y eso seria lo único que lo sacaría de ese pozo

-¿Jacob? - llamo Sara a sus espaldas - ¿que hacías en el suelo?

La ira vibro dentro de él de una manera enloquecedora, se volteo lentamente para mirar a su madre a los ojos con odio.

- ¿Que pasa Jacob? - Sara estaba algo intimidada ante la mirada encolerizada de su hijo. - porque estas tan… - y entonces ella callo en la cuenta de que Jacob también estaba en la habitación cuando hablaban del bebé. Ella se tenso, y se preparo para lo que venia. - Jacob, escucha no es lo que estas pensando, el bebé si es…

-¿Te has divertido? - hablo Jacob con un susurro bajo, pero en sus ojos relampagueaba la ira contenida.

Sara arrugo el ceño mostrando que no entendía nada.

-¿De que hablas Jacob?

- ¿Que si te has divertido lo suficiente a mi costa?

- ¿Porque tendría que divertirme a tu costa Jacob?

- Si, te has divertido mucho - afirmo él -  te gusta verme sufrir ¿verdad? - Jacob se acercaba lentamente a Sara, su cuello estaba tan tenso que los músculos se veían tirantes, las venas resaltaban bajo la piel cobriza.

- Como puedes decir eso….

- Nunca te he importado.

- No es cierto, yo…

- Siempre preferiste a otros antes que a mí, no te importo abandonarme cuando era un niño y te implore que no dejaras que Billy me llevara con él, y ahora tampoco te importa lo que esa mujer me ha hecho.

- Jacob, Renesmee…

- ¡NO LA NOMBRES! - le grito en la cara. Sara se quedo con la boca abierta. - ¿Que me vas  a decir? ¿Que es mió? - susurro chirriando los dientes con fuerza, su rostro estaba sombrío y Sara no sabia que decir para calmarlo.

- Es verdad, es tu hij…

- ¡NO ES MIÓ! - afirmo como un poseso - ¡ELLA ES UNA HUMANA Y YO UN MALDITO VAMPIRO! ¡NO PODEMOS TENER HIJOS!

- ¡Si se puede! - se envaro la reina. - ¡la prueba esta allá arriba! ¡Ese hijo es tuyo Jacob!

- ¡Mentira! ¡Ella me mintió!

- Jacob, Renesmee no es Elizabeth, regresa a la realidad, no te quedes en el pasado.

Sara no podía encontrar a su hijo bajo aquella mascara de amargura y desesperación, jalaba su propio cabello con ira, mientras caminaba de un lado a otro totalmente consternado.

Jacob sentía un increíble malestar físico. Ahora cuando veía a Renesmee también veía a Elizabeth, esa mujer que también le había jurado amor en sus años de inocente juventud, lo había engañado como un bobo, lo había humillado despreciándolo cuando quería, y él como un perro faldero siempre regresaba a ella cuando lo necesitaba.

Flash back
- ¿También te acostabas con mi padre? ¡Se supone que me amabas! -le grito con cólera.
- Lo siento, pero tú no puedes darme lo que él me ofrece. - sus rojos cabellos enmarcaban su elegante rostro.
- ¡Es mi hijo Elizabeth!
- Ya te dije que no lo es Jacob, ¿cuando vas a entenderlo? el niño es de Billy. - suspiro con fastidio.
- ¿Porque me mentiste? - Jacob estaba a sus pies arrodillado en el sucio suelo del pobre cuchitril que su padre le había asignado como habitación en aquel frío castillo.
- Por que en realidad no sabia de quien era, pero ahora lo se, es de tu padre.
Fin del Flash back

- Elizabeth y ella son la misma persona.

- ¡No! no lo son…

- ¿Porque? ¿Porque me hizo esto? ¿Que hice mal?,  yo le prometí que solucionaríamos lo de nuestra infertilidad, ¡y ella me engaño con otro!

- No te engaño Jacob.

- ¿Ah no? ¡Entonces pruébame que él niño es mió! - le exigió con ímpetu.

- Aun no se puede hacer eso. Esta muy pequeño.

- No me interesa, en lo que a mi respecta esa mujer es una traidora y ese niño no es nada mió, es hijo de un humano cualquiera.

- ¡Cállate! Podrías arrepentirte de lo que estas diciendo.

- ¿Jacob?

Jacob se tenso al oír aquella dulce voz.

- ¿Renesmee que haces fuera de la cama? Te dije que te quedaras allí a descansar. - la regaño Sara caminando hacia ella. Pero Renesmee la ignoro, solo tenía ojos para Jacob.

- ¿Porque peleas con Sara, Jacob?

- No te importa - escupió él, dándole la espalda, comenzó a caminar por el corredor para irse de allí de una buena vez.

- Jacob, puedo explicarte lo del bebé. - él se detuvo en seco, aquello era lo que quería oír en un principio, para poder reírse en su cara y humillarla por lo que le había hecho, pero ahora, viendo su fragilidad, su hermoso rostro agotado por todo lo que había ocurrido ese día, ahora solo quería marcharse lo antes posible.

- No me interesa.

- Pero es nuestro hijo.

- ¡NO ES MIO!

- ¡Jacob! No le grites, esta convaleciente.

Los ojos de Renesmee se humedecieron e instintivamente se llevo su pequeña mano a su vientre, para proteger al bebé.

-  No importa Sara, yo ya sabia que reaccionaria de este modo. - Jacob se volteo y la miro a los ojos.

- A mi no me engañas - decía mientras se acercaba a ella mostrando los dientes en señal de furia - ¡Dime! ¿De quien es ese niño?, ¿con quien te revolcaste?

  Detrás de ellos Sara jadeo de horror, y Renesmee no se inmuto, sin embargo una solitaria lágrima rodó de su ojo derecho a su mejilla mientras lo miraba fijamente a los ojos con la barbilla alzada.

- Lo prometiste - susurro ella  - prometiste que nunca mas me harías daño.

- ¡Tu lo hiciste primero! - se defendió él dedicándole una mirada encolerizada - destruiste la confianza que tenia en ti.

- ¿Porque te cuesta creer que es tuyo?

- Por que cuando tu raza y la mía cuando se unen ¡es estéril!

- ¡Yo no tengo la culpa de que nuestro caso halla sido la excepción! -exploto Renesmee.

- ¡Reconócelo!, te acobardaste cuando pensaste en un futuro sin hijos, y fuiste con el primero que se te cruzo para embarazarte.

Renesmee sentía la cabeza caliente por la ira, pero tenia controlarse por el bien de su hijo.

- Basta por favor. - suplico Sara.

- Y creías que me tragaría el cuento ese de la humana embarazada del vampiro? - él soltó una carcajada amarga. - no me creas tan idiota.

- Al principio no te creía idiota - hablo con pausa - pero ahora no puedo creer lo imbécil que eres.

Jacob rechino los dientes, y apretó los puños.

-¡Si! Soy un imbecil, pero por tragarme todas tus mentiras, en realidad pensé que me amabas…

- ¡Yo te amo!

- ¡No es cierto! Me engañaste.

- Eso es lo que quieres creer, pero no es cierto.

- Ya no me importa, no me importa nada. Porque ahora mismo iré a acabar con esta farsa.

Ella lo miro con dolor porque sabia exactamente lo que estaba apunto de hacer.

- Iré a romper este maldito lazo, serás libre de hacer lo que se te de la gana.

- No, no, Jacob…

- ¡No me toques!

Renesmee se había acercado a él con desespero, no podía permitir que Jacob hiciera aquello. Pero nuevamente él la había rechazado.

- Por favor dame una oportunidad, si dejas a un lado tu ira podrás entender, pero por favor no puedes romper el lazo.

- Si puedo, hare lo que sea necesario, no quiero estar ni un minuto mas atado a alguien como tú - le dijo con desprecio mirándola con rencor de arriba abajo. - me das asco.

A Renesmee se le contrajo el rostro de dolor ante aquellas palabras, y el corazón comenzó a latirle con pereza, como si ya no fuera necesario funcionar.

Cuando vio a Jacob correr por el pasillo y alejarse de ella, sintió que la vida se le escapaba, pero aun estaba de pie, algo la mantenía allí, y ese algo, o mejor dicho, ese alguien, era su hijo.

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¿Que tal chicas? Lamento la tardanza, pero la verdad que he tenido muchos problemas,  y ello ha causado que incluso halla perdido la inspiración, espero que este cap halla salido bien, uff me ha costado que las ideas salgan de mi cabeza, incluso me he dado algunos golpes con el teclado para probar haber si salía alguna idea XD jajaja. Pero creo que funciono, o eso espero. Bueno chicas les agradezco que hallan esperado, estoy escribiendo LVE, llevo varias hojas ya, y espero no tardar tanto esta vez en publicar, sean pacientes porfis.

Algunas respuestas :)


May_Black: May!! Extrañaba tus comentarios! Muchas gracias por comprender :) espero que la inspiración me llegue rápido, creo que la falta de noticias de mi muso, es decir Taylor Lautner, me ha afectado jejeje. Voy a tener que pedirles a todas mis lectoras que me den tips para recuperar la inspiración. Bueno gracias de nuevo nena, espero te guste el cap! :)

Maqiitaa: lo siento lo siento lo siento lo siento lo siento lo siento jejeje, de veras, gracias por comentar, yo se que tú siempre estas pendiente de esta historia, aquí un nuevo cap  :) espero te guste! Besos y no dejes de leermeeeee jejee bye.

Anonimo: Naguara! Jajaja esa expresión venezolanísima me encanto. Aquí nuevo cap ;)

Bueno chicas perdonen los errores ortográficos que por cierto hay bastante, luego le aplico los consejos que algunos de ustedes me han dado. Gracias.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Atención.

Wuuuuooooaaa!! realmente lamento esto chicas, lamento haber dejado abandonado el blog y las historias, no voy a atiborrarlas con mis problemas, solo diré que me gustaría ser una niña de nuevo para no tener que pensar en los problemas que te atacan cuando eres adulto. Bueno ahora mismo estoy redactando PO, sin embargo no las voy a engañar, las ideas están atascadas, no quieren salir, y me siento muy mal por esto, no entiendo porque ya no es lo mismo que al principio, odio tener que devanarme los sesos para seguir con el curso de la historia, pero lo seguiré intentando hasta que acabe. Asi que no se pierdan, solo tenganme algo de paciencia, bueno voy a seguir con PO. Espero poder terminar el cap pronto. Besos nenas.