Placeres Oscuros

Placeres Oscuros

Los personajes no me perteneces, son de Stephenie Meyer, pero la trama es de mi invención.

Él es el Rey de su raza, y no desea ser atado a nadie, esta dispuesto a asesinar para conservar su libertad, pero inevitablemente se verá atado a ella mediante una fuerte conexión que atenta contra sus propias leyes, y contra su rebelde alma. Que hará? Podrá asesinar a aquella mujer que amenaza con destruir su independencia? Que incluso amenaza con acabar con su reino?

Capítulo 1: El encuentro.

Ella esta…- su madre cerro los ojos inspirando hondo por un momento mientras se estremecía- tan cerca- soltó el aire por fin.

En este castillo? – susurro  incrédulo- No la quiero cerca de mi!- explotó Jacob con ira, estaba hecho una furia por la noticia que tanto temía desde hace mucho- si es posible la matare!.

No!…- Sara abrió mucho los ojos horrorizada por lo que haría su hijo- no sabemos las consecuencias que podría ocasionar, podrías morir tú con ella.

Sara- a ella le dolió su propio nombre en los labios de su hijo, él se rehusaba a decirle mamá, y por la mirada enloquecida que ostentaba, aquel milagro tardaría en ocurrir- no la quiero cerca, tengo una guerra a punto de estallar en las puertas de este castillo, no necesito mas distracciones, revisa todo los rincones, encuéntrala y desaparécela!

Eso es imposible, tú eres el único que puede reconocerla, recuerda ella será parte de ti…

Me rehúso a esclavizarme!- volvió a gritar.- crees que puedo amar a alguien? Ni siquiera soy capaz de amar a mi propia madre- le soltó sin miramientos.

Suspirando por el agotamiento emocional que le causaba su hijo, Sara caminó con elegancia hacia el enorme comedor de la mansión, su hermoso vestido verde aguamarina ondeaba detrás de ella, Jacob le pisaba los talones. La mesa rectangular era bordeada de oro, el centro de mármol negro, las paredes revestidas de madera oscura y con enormes ventanales que llegaban hasta el techo abovedado, los cuales dejaban ver el hermoso paisaje a fueras del castillo, solo que en ese momento era de noche. En el techo el enorme candelabro de cristal brillaba con gruesas velas, para iluminar el lugar.

Es comprensible- acompaño sus palabras con un gesto de la mano, restándole importancia- es por causa de tu padre- comentó sombríamente.

Es por tú causa- susurro con ira Jacob.

Sara cerró los ojos nuevamente con dolor tocadose el pecho, ese tema era demasiado sensible para ella y por ello ignoró el comentario por su propio bien.

Llevas una vida demasiado libertina para mi gusto- retomo la conversación- salvaje y promiscua, haces lo que quieres sin dar explicaciones a nadie, eres orgulloso, frió, dominante, y ella…- se volteó para mirarlo a la cara con esos ojos negro tan sabios- lo cambiara todo. Solo podrás beber de ella- Jacob la miró horrorizado, él ya lo sabia, solo que cada vez que lo pensaba le parecía peor.- no mas fiestas y orgías, donde podrás beber toda la sangre que quieras, deberás controlarte.- le dijo suavemente-  Ella será lo mas importante para ti, lo demás lo secundaras, te doblegaras ante ella, serás su protector  y harás lo que ella pida, porque ella será parte de ti, será la otra mitad de tú alma y corazón, y sin ella no serás nadie.

Eso nunca!- se resistió el moreno, esquivando la mirada de su madre, su capa roja que brillaba bajo las sofocantes velas, llevaba el símbolo de la familia Black, dos espadas azules cruzadas que representaba las fortaleza y las luchas ganadas en busca de la paz para la raza durante siglos, sobresaliendo a los lados dos alas doradas que significaban que eran guardianes y protectores de sus pueblos, y alrededor, enmarcando estos símbolos había un haz con veinte espigas como símbolo de la unión de la familia y la especie.

Esto dejaba bien en claro su pertenencia a la realeza - yo soy y siempre seré un Rey  libre, no obedeceré a nadie a parte de mi mismo- dijo con orgullo- he comandado a grandes ejércitos en busca de la gloria para nuestra raza, he matado a sangre fría a aquellos que buscan desestabilizar nuestra paz, he escupido los rostros de mi enemigo y ninguna mujercita vendrá a pisotearme, ni a mandar aquí!.- y entonces se volteó,  gritando a los cuatro vientos para que todo sus guardias escucharan- guardias! Saquen a todas las mujeres del castillo excepto a la Reina- los guardias hicieron acto de presencia rápidamente y se sorprendieron ante la crueldad que desprendía visiblemente de su Rey- las quiero a todas fuera de este castillo, ahora!
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La  joven se encontraba en las cocinas del gran castillo real, estaban a punto de servir la cena, en el comedor mayor.

… y además dicen que es un vampiro- comentó una de las sirvientes mas jóvenes, quien hablaba con otra de las chicas, estaban chismorreando mientras no se encontraba el ama de llaves.

Eso es ridículo Micaela- soltó exasperada la chica- no existen!

Como lo sabes Darlean? Entonces dime porque ni él ni su madre envejecen?- exigió la rubia.

Pues si lo hacen, es solo que él es tan hermoso, que no se nota la vejez.- Micaela rodó los ojos.

Estas enamorada de él, es todo.

Niñas por dios! Pónganse a trabajar que podría estar cerca la Srita. Patra- las asuso la pequeña anciana de la Sra. Carlson.

Esa Patra vieja murciélago, no la soporto!- espetó Darlean.

La sra.Carlson miro a Reneesme- Ren, ve a las bodegas y busca el Whisky escocés, luego llena las botellas vacías del despacho del señor.- pidió dulcemente la señora.

Ella abrió mucho los ojos por a sorpresa- pero señora Carson yo nunca he estado allí.

Hija no puedo ir yo, me duelen mucho las piernas, ya estoy muy vieja, por favor.- le pidió la anciana, sus agotados ojos por la vejez la miraron con cariño y amabilidad.

Ya oíste muchacha, has lo que dice!- espeto la ama de llaves con furia, todas se sobresaltaron, no vieron el momento de su llegada, sus palabras no fueron hechas como una petición amable, como siempre lo hacia la Sra. Carson, sino como una exigencia, un reclamo, el cual debía acatar solo porque ella lo pedía.

Esta bien- Reneesme caminó con dificultad hacia las escaleras que iban en ascendencia.

Apúrate!- grito la señorita Patra, ignorando la cojera de Reneesme.

Ella se apresuro a pesar de lo difícil que se le hacia caminar con rapidez, su pierna derecha era coja, un defecto de nacimiento, y toda su vida había sido rechazada por ello, o simplemente la gente la miraban con lastima. Siempre creyó que sus padres la habían abandonado por vergüenza a su defecto, pero de eso no estaba segura, así que no se torturaba con esos pensamientos.

Al llegar a la puerta que daba hacia el primer piso, escucho la voz de su Rey. Él nunca la había visto, ni ella a él, pues ella era una simple sirviente mas, es decir, era insignificante. Había llegado al castillo hace 15 días, después de vagar desde su nacimiento en las calles, pasando hambre y frío, sin un techo fijo donde vivir, donde dormir, trabajando sin descanso limpiando casas, o cocinando para las tabernas, pero nadie le ofrecía un empleo estable, hasta que llegó a las puertas del castillo donde la Sra. Carlson la había rescatado, y como necesitaban ayuda en las cocinas le permitieron quedarse, allí le daban las 3 comidas, un pequeño cuarto que compartía con la Sra. Carlson, y se estaba comenzando a sentir bien. 

Saquen a todas las mujeres del castillo excepto a la Reina. Las quiero a todas fuera de este castillo, ahora!

Ella se sobresaltó, no no podía ser! Había escuchado bien? Las iban a botar a todas del castillo? Que haría ahora? No quería regresar a las calles de nuevo, a donde iría? No es justo que después de tantos años sin comer bien, sin dormir bien, sufriendo, ahora que tenía un lugar  limpio, caliente, seco y seguro se lo arrebataran sin una explicación.

Decidió acercarse un poco mas para enterarse, y pedir al Rey misericordia si era posible.

Ella se acercó rápida y sigilosamente a las grandes puertas que daban al comedor mayor, miro a través de las rendijas de las bisagras y lo vio por primera vez… Él era… Magnifico… Hermoso, ella pensaba con dificultad, estaba abrumada por la belleza de aquel hombre que acusaban de ser un vampiro?, su piel era morena, su cabello negro como el ébano, y sus labios rojos como la sangre, la posición de su enorme cuerpo estaba en posición de ataque, como si estuviera a punto de matar a alguien, desprendía un aura letal.

Muévanse, ahora!- grito a sus guardias.

Reneesme corrió con dificultad a esconderse detrás de una enorme estatua blanca de la diosa afrodita. Vio pasar a todos los guardias, esperando a que saliera el Rey para dirigirse a él.

Jacob por favor, se razonable, podrías encontrarla en cualquier parte, en una fiesta, en las calles,  esto es ridículo, me rehúso a quedarme sin sirvientes, este castillo es enorme!- pedía su madre, siguiendo a su hijo, este le daba la espalda.

Te conseguiré otros sirvientes que sean hombres…

Reneesme salió tímidamente detrás de la estatua, cojeo hasta llegar a donde discutían el Rey y la Reina madre, se inclino en una reverencia mientras les hacia la petición de palabra.

Mis señores- habló mirando el suelo, con la voz a penas en un susurro, ruborizada por la osadía que significaba hablarle al Rey y la Reina en tal situación, tal audacia podría incluso ocasionarle la muerte.-  permítanme dirigirme a ustedes con todo el respeto que se merecen, solo quiero…

Jacob se percató de que su madre había dejado de seguirlo, cuando se detuvo y volteo a buscarla con la mirada  lo que vio lo destruyo por completo.

Una joven estaba inclinada en una reverencia dirigiéndose a ellos, tenia el cabello oculto bajo una pañoleta, un vestido azul oscuro muy desgastado y su piel blanca relucía por el contraste, su madre se encontraba mas cerca de ella que él mismo, prestándole atención, y cuando el aroma de aquella mujer le llegó justo cuando levantó la cabeza para dejarle ver su rostro, el deseo exploto de una manera violenta y desquiciada en todo su cuerpo, revolucionándolo por completo, reprimió un gemido por el placer que le causaba el dulce perfume, y prontamente se dio cuenta de que su miembro bajo sus pantalones estaba duro como una barra de hierro. La sorpresa de aquello lo dejo inmóvil, y solo podía verla con la boca abierta, pues era indudable la belleza de la chica, sus ojos marrones brillaban bajo la luz de las velas, y sus labios se movían con exquisita delicadeza, rozando con su rosada lengua.

La quería para él, la quería en su cama, caliente y desnuda, gimiendo su nombre, con su cabello desparramado en las almohadas pidiendo mas de aquello que solo el le daría con gusto. Un hambre inminente le sobrevino y pensó que quería desgarrarle la garganta con sus dientes mientras la penetraba profunda y frenéticamente, derramándose dentro de su ser, deseaba su sangre, delicioso vino para sus labios, toda su sangre para él, lo dejaría saciado, satisfecho y feliz. Y lo comprendió! Era ella! Una humana?... una humana?!!!! Debía matarla!

Jacob gruño enseñando los dientes, Sara lo miró extrañada mientras Jacob se lanzaba en una carrera letal para acercarse a la chica.

Reneesme lo miro a la cara, había algo extraño, porque corría hacia ella de esa forma? Se dio cuenta de su expresión, era odio, iba a atacarla! Dios mío. Grito de horror cuando Jacob se estrello contra ella, cayeron al piso con un fuerte estruendo, ella de espaldas contra el suelo y él encima de ella, la miró a la cara mientras jadeaban y el desnudo los dientes, Reneesme vio los blanco y afilados colmillos y volvió a gritar horrorizada.

Cuando Sara adivino lo que ocurría, estiró los brazos en dirección a su hijo y conjuro unas palabras, inmediatamente Jacob fue levantado por una fuerza mágica de encima de la muchacha y fue estrellado en la pared donde resbalo quedando desparramado en el suelo.

Guardias!- gritó Sara sometiendo a su hijo contra el suelo- sujétenlo!

No!- grito Jacob- maten a la sirvienta! Mátenla ahora!.

Reneesme yacía en el suelo muda por la impresión, no podía creer lo que había visto, y ahora? Iba a morir!

Los guardias no sabían que hacer, a quien obedecer, nunca se habían visto en una situación así.

Harán lo que dije!, sujétenlo!- dijo Sara posicionándose frente a Reneesme para protegerla.- quieren morir? Yo soy la Reina madre, tengo más potestad que el Rey por derecho. Háganlo ahora!

Los guardias se dirigieron hacia Jacob para sujetarlo, mientras este peleaba con todo su ser.

Madre! Esto es traición- gruño Jacob.

Lo siento hijo mió, he estado esperando a esta mujer desde hace mucho tiempo- le dijo mirando hacia Reneesme, quien seguía en el suelo jadeando por el horror de la experiencia vivida.

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Hola! que tal! nueva historia chicas! es bastante oscura! diganme que tal? porfa! asi sabre si seguir escribiendola, bueno besos!