Placeres Oscuros: Capitulo 4: Deséame.

Placeres Oscuros

Los personajes no me perteneces, son de Stephenie Meyer, pero la trama es de mi invención.

Él es el Rey de su raza, y no desea ser atado a nadie, esta dispuesto a asesinar para conservar su libertad, pero inevitablemente se verá atado a ella mediante una fuerte conexión que atenta contra sus propias leyes, y contra su rebelde alma. Que hará? Podrá asesinar a aquella mujer que amenaza con destruir su independencia? Que incluso amenaza con acabar con su reino?

Capitulo 4: Deséame.

Quita esa cara – gruño Jacob –  solo estaba bromeando. – decía mientras se levantaba de la cama y caminaba desnudo por su habitación.

Reneesme todavía se encontraba en la cama, totalmente petrificada, tenia una mano sobre su pecho porque le retumbaba el corazón de manera violenta, las piernas le temblaban. No podía creer lo que había ocurrido, él había estado a punto de… Que había dicho? Que era una broma?. Incrédula comenzó a respirar hondo para tranquilizarse, se sentó en la cama para poder hablar con normalidad.

Tiene usted un humor muy particular – comentó jadeando del pánico, ella no era idiota, sabia que era él, sabia de los vampiros gracias a la Reina, quien le había aclarado el asunto. Toda esa locura de los vampiros no era invento suyo, era totalmente real. La Reina le había explicado que su raza era muy parecida a la humana, pero tenia algunas diferencias como el hecho de que se alimentaban de la sangre para poder subsistir, pues sus cuerpos demandaban tanta energía, que la sangre desaparecía de sus organismos conforme pasaba el tiempo, de esta forma cada mes necesitaban sustentarse de mas sangre. En un principio no había querido aceptarlo, pero entonces no le quedo mas remedio, o lo aceptaba o simplemente se volvía loca.

La Reina también le había indicado que no debía temerles pues la mayoría de los vampiros tenían una pareja que les sustentaban el líquido escarlata, sin embargo el Rey no había tenido una pareja fija, y desde que ella había aparecido para él todo se había complicado, de manera que ella era la única mujer de quien de ahora en adelante podría alimentarse, pero también entendía que por este hecho él  la odiaba.

Ella lo había tomado muy bien una vez pasada la novedad de la situación, pues consideraba que mientras actuara con precaución nada malo le ocurriría, sobretodo si estaba lejos del Rey, pero eso ultimo  se le estaba haciendo difícil, pues a pesar de lo gruñón, malhumorado, grosero y violento que era, ella no podía evitar sentir cierta atracción por él, porque se comportaba de esa manera? Que era lo que quería mantener lejos de él?, porque era obvio que su carácter se debía a algún hecho que le había causado dolor, nadie odia a la gente sin ninguna razón. Pero aun así, había algo que no podía explicar, ese “algo” la halaba hacia él, estaría volviéndose loca?

Yo no tengo la culpa de que te guste husmear en las habitaciones ajenas – le dijo aun de espaldas, buscaba algo en el armario.

Porque me odia? Es por lo del… lazo? -  Jacob se tenso, odiaba pensar en ello.

Porque no te largas? – le dijo aun sin moverse.

Solo quiero decirle que lamento mucho toda esta complicación, realmente no fue mi intención su majestad, si aun así usted necesita que lo sustente de… sangre – dios todo ello era tan extraño – yo estaré dispuesta, lo ultimo que deseo es que su majestad deje de existir, ha hecho demasiado por nuestro pueblo.- termino decidida, ella no seria tan egoísta como para permitir que su pueblo volviera a sumergirse en la desgracia.

Dejarías que yo?… - se aclaro la garganta, pues su voz había adquirido cierto matiz de sorpresa, no podía creer lo que estaba escuchando, ella se ofrecía a si misma, le estaba ofreciendo su sangre, porque lo haría? Sin embargo él no solo deseaba que le diera  su sangre por obligación, eso seria humillante para él, Jacob anhelaba mas que eso, él quería que ella lo deseara, que lo deseara mas allá de su cuerpo y ello por supuesto era imposible – no quiero tu sangre. – pero maldito sea si no la quería, la ansiaba con cada centímetro de su cuerpo, de solo pensar en clavarle los colmillos en el cuello se ponía caliente, de hecho ya estaba excitado. Frunciendo el ceño Jacob se giró para darle la cara y correrla de allí antes de cometiera una locura como acostarse con ella.

La boca de Reneesme estaba en forma de O por lo sorprendida que estaba, pues su desnudez la abrumaba, su piel tostada relucía a las luces de las velas, ella podía ver sus marcados abdominales, su enorme pecho y sobretodo su increíble masculinidad, aquel grueso y largo eje mostraba una orgullosa erección, exigiendo atención, su redondeada cabeza mostraba un color rojo, y la carne allí estaba tensa y tirante, una sustancia blanquecina la recubría. Al Rey le temblaba el cuerpo por la excitación y Reneesme estaba segura de que su reciente encuentro era la causa de semejante espectáculo.

Te gustaría jugar con él? – le dijo para sacarla de su ensimismamiento, la mirada de ella sobre su cuerpo hacia que su pene palpitara de las ganas de correrse.

Reneesme se sobresaltó – que?

Jacob camino lentamente hacia ella, su endurecido miembro oscilaba con cada paso que él daba, Reneesme estaba mas roja que un tomate y abría cada vez mas los ojos conforme el Rey se acercaba a ella. Lo vio deslizar su mano derecha de su pecho a su erección, tomando al caliente animal entre sus manos, él quería que ella lo tocara allí.

Porque yo tengo muchas ganas de jugar un poco – le susurro sensualmente, jadeando ante su pasmada mirada.

Aahhh… - tartamudeo Reneesme mientras trataba de poner distancias entre el Rey y ella, pues este gateaba sobre la cama para aprisionarla -  yo… ah… La Rei… digo Sara me esta llamando.

Yo no escucho nada – le comentó sonriendo con picardía mientras se mordía el labio inferior.

Pueeess… yo si – dijo apresuradamente mientras alcanzaba el otro lado de la cama, opuesto a la de Jacob, se bajo de esta y cojeo hacia la puerta. – con su permiso su majestad, me retiro – hizo una rápida reverencia – y le reitero mi disponibilidad para alimentarlo.

Jacob volvió a ponerse de mal humor, se sentó en medio de la cama y la miro con ira. – lárgate! No quiero nada de ti, tu sangre me da asco!

Ella lo miro incrédula, y con la mano en el pecho por la desilusión de aquellas palabras se marcho.

Si, huye cobarde – le espeto Jacob decepcionado. Se lanzó a la cama boca abajo sintiendo como su rígido e insatisfecho pene se pegaba a su muslo. Para que había ido a su habitación si no quería sexo?... ah claro, ellos no podían tener sexo, porque ella era una debilucha. Entonces para que había llegado hasta allí?, quizás había planeado todo aquello para joderlo, si eso era, ella sabia que él la deseaba, y que cada vez que la veía se ponía duro, ella se había dado cuenta maldita sea! y ahora estaba excitado, y jodidamente erecto.

Jacob traslado su mano a su entre pierna y se agarro el miembro con una mano, había notado el olor de la humana en las sabanas, justo donde tenia la cabeza, hundió la nariz allí y pudo percibirlo, a él se le escapo un gemido por el placer que ese olor le producía, entraba por su nariz  y provocaba un calambre placentero en la punta de su verga.

Oh dios! que bien hueles – pego mas la nariz y comenzó a frotarse a si mismo, el dulce aroma a rosas frescas le inundaba la cabeza haciendo que se marease y comenzara a sentir mas placer. Jacob deslizaba su mano desde la punta de su pene hasta la base de este, sintiendo espasmos deliciosos recorrerle el cuerpo, el recuerdo del cabello y silueta de la humana hacia todo mas excitante, el sonrojo de sus mejillas, sus labios rojos entreabiertos y sus prominentes y rosados pechos brotando del escote de su vestido le hacían temblar el cuerpo de necesidad, la quería debajo de él de una manera desquiciante, la quería en su cama de nuevo desnuda, abriendo sus suaves y blancas piernas para que el se pudiera hundirse allí, necesitaba estar dentro de ella, y sentir como por el orgasmo su interior se contraía alrededor de su miembro.

De la espalda de Jacob brotaba el sudor,  mientras su mano se deslizaba furiosamente por su miembro, en busca del placer de la liberación, estaba cerca, sus gemidos se hacían mas fuerte mientras hacia trabajar su mano, Jacob elevaba sus caderas para volver a bajarla, el movimiento ondulante se asemejaba a cuando martillaba furiosamente a las mujeres vampiro con las que había estado.

Se volteó y quedo de espaldas a la cama, se arqueó hacia arriba mientras un fuego caliente y exquisito se deslizaba de su vientre a su pene, abrió la boca para rugir al techo mientras se imaginaba al objeto de su deseo cabalgándole el miembro, chorros de semen brotaban de él y humedecían las sabanas y su propio cuerpo, el placer hacia que cerrara con fuerza los parpados y se mordiera el labio inferior con fuerza, después de 2 minutos eyaculando, su cuerpo se relajo lentamente, conforme el sudor resbalaba de su vientre, pecho, piernas y cara, y la intensidad de sus jadeos disminuían. Volteó su rostro a un lado para contemplar las velas, mientras pensaba en el vacío que siempre lo embargaba cuando alcanzaba el placer.

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Reneesme? – Reneesme se encontraba en su habitación aun pensando en el Rey, en lo complicado que era, no se suponia que la detestaba? Que le asqueaba? Y entonces porque la había tocado de esa manera? Porque la volvía a besar? – Reneesme!

Si señora? – Sara la veía con aire preocupado.

Ha pasado algo? – quiso saber la reina.

No, todo esta bien. – le sonrío.

Segura? – Reneesme asintió, Sara la miraba con precaución, y Reneesme comenzó a hacer lo mismo, aun todo aquello le parecía muy raro – quiero que conozcas a unas personas – le sonrió.

Pero su majestad,  aun no poseo los modales suficientes para presentarme antes los de su clase – la preocupación le teñía el rostro.

No te preocupes querida, ellas comprenden y quieren conocerte de todas maneras – le sonrío calidamente Sara, restándole importancia al motivo.

Ellas? Conocerme? A quienes se refiere? – pregunto desconcertada.

Ya lo veras – la tomo de la mano y la llevo por el corredor al gran despacho.

Cuando entraron al despacho Reneesme tuvo que hacerse un poco de sombra para poder observar con claridad, pues había una luz que bañaba con su resplandor todo el lugar y emanaban de 5 figuras que abarcaban el centro de la habitación.

Es ella Sara? – pregunto una suave voz.

Si Sapientia – respondió Sara.

Acércate niña – volvió a hablar la voz. Reneesme cojeo a tientas hacia la luz, sus ojos se iban acostumbrando a la intensidad de este, hasta que pudo observar a las 5 figuras con claridad.

Reneesme perdió el aliento, tenia la boca abierta por la sorpresa, aquellas mujeres ataviadas con hermosos vestidos blancos que se adherían a sus altas y despampanantes figuras, eran perfectas, no había palabras para describir semejante belleza, de sus pieles emanaban cierta luz irradiando pureza.

Como te llamas niña? – pregunto una de ellas, tenia el cabello negro con rizos y este caía en cascadas hasta la parte baja de sus caderas, enmarcando sus perfiladas facciones, sus inteligentes ojos eran increíblemente azules.

Re… Reneesme – le contesto tartamudeando.

La mujer comenzó a caminar a su alrededor examinándola, mientras sus hermanas hacían lo mismo, cada una haciendo sus propias conclusiones.

Pero es coja! – dijo escandalizada Moa, la divinidad del amor, quien tenia una larga mata de cabello también rizado y muy rojo, sus ojos eran de un verde abrumador, aquella mujer inspiraba sensualidad por sus poros, su  hermosa mano apuntaba hacia los pies de Reneesme.

Querida – decía Sapientia, la de la sabiduría mirando a su hermana -  tanta inteligencia no puede ser gratis, algo se tenia que sacrificar.

Pero pierde belleza – siguió Moa, mientras la seguía mirando, caminaba de aquí para allá, y era la única que llevaba un vestido blanco casi trasparente, que dejaban ver claramente su cuerpo desnudo bajo este – sin embargo tiene un exquisito rostro, y un cuerpo escultural – exclamo orgullosa de si misma. – Supongo que la cojera no impedirá tu desempeño en la cama – le susurro sonriendo pícaramente a la chica, Reneesme dio un respingo ante el comentario.

Ah! – Opes la de la riqueza comentaba – es tan pobre, no tiene donde caerse muerta – negaba con la cabeza, aquello le parecía sumamente desagradable. Sobretodo porque iba ataviada con joyas de oro, su cabello castaño iba recogido en un moño alto donde ostentaba una tiara de piedras de diamantes. Sus ojos color ámbar la miraban con pena.

Las otras 2 hermanas no hablaban, solo se dedicaban a mirarla, una de ellas era rubia, y sus ojos eran de un gris metálico, su mirada era dura, irradiaba fuerza, mientras que la otra tenia una melena lisa y verde intenso, a Reneesme le recordaba a la naturaleza, a bosque, a la primavera, y descabelladamente por su mente se cruzo una imagen de si misma, embarazada?

Inmediatamente se toco el vientre plano, y la miro a sus ojos verdes frunciendo el ceño, la diosa le devolvió la mirada y le sonrío fríamente. Reneesme sintió un escalofrío.

Y que opinan? – preguntó Sara.

Que hemos hecho un excelente trabajo.  – comentó Moa. – que opina tu hijo?

Sara las miró con incomodidad, Reneesme no entendía mucho la conversación, habían huecos que faltaban por rellenar, que tiene que ver Jacob?, de que trabajo hablan? Quienes eran esas mujeres? Oh querido dios! Porque todo era tan confuso?.

Sara? – Presiono Opes.

Pues verán, Jacob esta un poco reacio – las 5 divinidades abrieron mucho los ojos, claramente enfadadas. – pero se le pasara.

Supongo que su condición de humana le limitara “algunas” cosas. – dijo Sapientia.

Pues si, él no entiende porque han elegido a una frágil humana – respondió Sara.

Opes, Sapientia y Moa voltearon a ver a sus otras hermanas, Vis la divinidad de la fuerza y Donec de la fertilidad.

Vis elevo una rubia ceja  - que quieres que te diga? – Manifestó molesta – no pienso ayudar a ese malagradecido. – y luego todas voltearon a mirar a la de la fertilidad para conocer que opinaba.

Yo no pienso hacerle las cosas fáciles a ese grandulon idiota – soltó Donec cruzándose de brazo y alzando la barbilla con orgullo.

Por favor madres – dijo Sara a modo de respeto, pues ellas eran las madres de la raza – él solo esta enojado, no permitan que su pasajera conducta les ciegue, él tiene un noble y valeroso corazón.

Pasajera conducta? – Comentó Donec indignada – sabes cuanto tiempo hemos esperado a que deje de hacer berrinches y nos visite a nuestro templo para adorarnos y pedirnos consejos como debe ser? – soltó sin miramientos. – como lo han hecho todos los reyes de nuestra raza!.

No necesito ningún consejo de ninguna de ustedes – dijo Jacob entrando con su porte majestuoso al despacho, sus ojos se acostumbraron rápido a la cegadora luz de las divinidades. – Sara que pasa aquí?

Jacob por favor, ten mas respeto, estas frente a la orden divina!  - dijo Sara tratando de hacerlo entrar en razón sin hacer tanto escándalo frente a las 5 mujeres. 

Yo respeto a quien respeto merece – manifestó mirándolas de arriba abajo con antipatía.

Cuida tus palabras muchachito grosero! Hoy no estoy de humor para tus insolencias! – Donec lo miraba con advertencia. – hemos venido a conocer a tu pareja.

Jacob rechino los dientes, se negó a mirar a Reneesme, aquello no le hacia ni pizca de gracia.

Pero… lo siento – dijo Reneesme mirando a Sara para excusar sus malos modales ante ella – el rey y yo no somos pareja.

Sara no le has explicado? – le pregunto Sapientia.

Si, es solo que he decidido hacerlo poco a poco, no quiero asustarla. – se excuso esta.

Niña, la orden divina ha decidido que seas parte de nuestro mundo, convirtiéndote en la pareja de el rey – le comentó Sapientia sonriéndole calidamente.

Ah… pero yo pensé que él rey solo necesitaba de un sustento de sangre – dijo desconcertada.

No, cuando estés preparada pasaras a ser la sucesora de Sara, la actual Reina – a ello Reneesme abrió la boca sorprendida, que dijo? Que ella seria una Reina??!!

Pero es una humana! – grito Jacob perdiendo la paciencia. – esto no tiene ninguna lógica!

Si la tiene, o es que nos tomas por idiotas? – le respondió con tono cortante Opes la de la riqueza.

Entonces explíquenme. – le dijo con ira Jacob.

Y perdernos la diversión? – Rió Vis – olvídalo.

Jacob les gruño, estaba harto de esas 5 cabronas. – Están conspirando contra mi! Quieren llevar de nuevo a la ruina este reino! Saben que esta humana hará que pierda mi posición como rey, ella – señalo a Reneesme – no podrá darme descendencia! Quieren echarme a un lado verdad? – Les grito con ira – quieren a otro en mi lugar porque me odian! Siempre me han odiado!.

Pero como te atrev… - decía Moa escandalizada, pero fue interrumpida por Jacob.

Pues el sentimiento es totalmente mutuo, las odio – siguió gritando mirándolas con los puños cerrados y enseñando los dientes. – solo dios sabe que las aborrezco. –  había un matiz de profundo dolor en sus ojos, Reneesme se tapo la boca por la sorpresa de aquello, ella había tenido razón, el estaba herido. Jacob camino enojado hacia la puerta y se marcho.

Las 5 divinidades no respondieron, solo lo miraron estoicamente mientras se alejaba – debemos marcharnos – dijo de forma apagada Moa – volveremos pronto.

Sara hablo de nuevo – gracias madres, por su tiempo, perdonen a mi hijo por favor.

Las mujeres desaparecieron.

Reneesme estaba lívida por los gritos del Rey, sin embargo se aventuro a hablar  – Sara? No comprendo nada, estoy confundida – comentó frunciendo el ceño – porque ellas quieren que este con él rey? – la miraba algo agobiada – es obvio que el rey me detesta.

No te detesta cariño, tiene miedo – contesto alicaídamente.

Miedo de que? – preguntó necesitada de información, pero Sara no contestó.

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Jacob se sentía abrumado, desesperado, incluso mientras caminaba apresuradamente por el corredor de la mansión Clearwater sentía que no podía respirar. Había llegado allí con la esperanza de encontrar refugio en Leah, esperaba que se encontrara en casa.

Jacob? – una mujer morena, de facciones sencillas, pero fuertes lo miraban desde la enorme escalera que daba a los pisos superiores. Se encontraban en el recibidor y lo que menos esperaba Leah ese día, era encontrarse al Rey allí.

Estas ocupada? – le preguntó Jacob.

Para ti nunca estoy ocupada – le sonrío sensualmente, estaba feliz de verlo – Florence déjanos por favor – le indico a la sirvienta, quien hizo una reverencia y los dejo solos.

A que se debe tan gustosa visita? – le dijo acercándose a él, Jacob no podía evitar ver la exquisita figura de Leah caminar hacia él. Acorto la distancia que faltaba, la tomo por la cintura y la pego a su cuerpo – veo que estas muy ansioso. – indico ella.

Jacob le beso la boca de manera desesperada – te necesito. – jadeo en sus labios, mirándola penetrantemente, Leah por supuesto no se negaría a lo que venia a continuación.

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Siento mucho lo corto del cap, espero que les halla gustado, me encanto escribir sobre las divinidades J también fue bastante sonrojante escribir sobre Jacob y su “momento” de desahogo jejeje! Si se me escapo alguna burrada perdónenme, si tienen alguna pregunta háganla! J las contestare en el próximo cap.